El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, estudia adelantar las elecciones a mediados de enero o de febrero, si como se prevé, no alcanza un acuerdo con los miembros de su coalición de gobierno para aprobar los presupuestos de 2013.

Así lo aseguró Netanyahu en una reunión con los ministros de Finanzas, Yuval Steinitz, y de Interior, Eli Yishai, en la que manifestó que continuará realizando consultas hasta el comienzo del período de sesiones de invierno en el Parlamento, que se inicia el 15 de octubre, fecha a partir de la cual decidirá si adelanta los comicios, informó la prensa local.

Fuentes de la oficina del primer ministro aseguraron que, si el jefe del Ejecutivo israelí logra acordar un presupuesto «responsable», lo pasará, pero si no consigue ese cometido convocará elecciones anticipadas.

Netanyahu afirmó que era «importante para la estabilidad del gobierno» que se completen los cuatro años de mandato, después de llegar a la jefatura del Estado tras los comicios de 2009.

Pero por ley, las elecciones en Israel deben celebrarse los martes, y el 12 de febrero es el primero después de esa fecha, por lo que las fuentes allegadas al mandatario hebreo aseguran que recibieron la impresión de que Netanyahu era favorable a esa jornada.

Entretanto, las opciones de que el primer ministro consiga pasar el presupuesto parecen reducirse con los días y cada vez más salen a la luz disputas con sus socios de coalición.

De acuerdo a los medios locales, el titular de Defensa, Ehud Barak, pidió recientemente garantías a Netanyahu de que seguirá estando en el próximo gobierno de celebrarse los comicios de forma anticipada, y cuando Netanyahu rechazó garantizarle eso, el ministro prometió vengarse con el presupuesto.

Según le manifestó al ministro de Finanzas, en un reciente viaje a EE.UU Barak exacerbó las tensiones entre Netanyahu y el presidente estadounidense, Barack Obama, con el objetivo de presentarse como salvador del proceso de paz con los palestinos.

El titular del Interior, por su parte, culpó al de Finanzas, también miembro del partido conservador Likud, que encabeza Netanyahu, de no hacer lo suficiente para impedir el adelanto de los comicios.

Y al negar las informaciones de que su partido, el religioso sefardí Shas, era el principal obstáculo al presupuesto, Yishai dijo tener la impresión de que el primer ministro ya habría decidido iniciar el adelanto electoral.

Entretanto, los principales partidos de la oposición, el centrista Kadima, liderado por Shaul Mofaz; y el Laborista, de Shelly Yachimovich, declararon públicamente en los últimos días estar preparados para ir a las urnas.

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