Los jefes negociadores de Israel y la Autoridad Palestina (AP)  mostraron discrepancias en torno al papel que debe cumplir en las tratativas el enviado mediador de EE.UU, Martin Indyk, designado para esa misión por el secretario de Estado norteamericano, John Kerry.

El secretismo y la discreción caracterizan las conversaciones de paz que mantienen en las últimas semanas israelíes y palestinos, alejados de la prensa, la opinión pública y hasta del propio Indyk.

Ex embajador de EE.UU en Israel y uno de los hombres más activos en las negociaciones de Camp David, en la década pasada, Indyk lleva medio mes en la zona, pero no entró en las reuniones por decisión de Israel, según el secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasser Abed Rabo.

Los palestinos hubieran preferido que estuviera presente y, la semana pasada, el presidente de la AP, Mahmud Abbás, le dijo a Indyk que «el papel de EE.UU no debe limitarse a la supervisión», según informó el diario «Haaretz».

Al anunciar su nombramiento en Washington, Kerry precisó que Indyk no es técnicamente un mediador, sino un «facilitador», si bien matizó que estaría activamente involucrado en el proceso, se sentaría en la mesa de negociaciones e incluso presentaría propuestas de mediación, de resultar necesario.

Desde el encuentro preliminar en Washington el pasado 29 de julio, la delegación israelí, encabezada por Tzipi Livni e Itzjak Moljo, y la palestina, que lideran Saeb Erekat y Mohamed Shtaye, mantuvieron dos rondas de tratativas.

La primera de ellas, celebrada en Jerusalén, acabó con una breve declaración de Kerry. Pero tras la segunda no hubo declaraciones, ni siquiera por parte del canciller estadounidense. Sólo se distribuyó una foto, en la que se podía ver de pie y en diálogo distendido a Livni y Erekat, y según advirtió el diario «Yediot Aharonot», sería la última que se haría pública del proceso negociador.

El secretismo con el que se está desarrollando el diálogo llega al punto de que los medios israelíes anunciaron, en base a fuentes oficiales, que la segunda reunión tuvo lugar en Jerusalén el pasado miércoles. Sin embargo, un día después, la oficina de Abbás informó que el encuentro se había realizado en la ciudad cisjordana de Jericó.

El objetivo de esta estrategia es mantener el proceso lo más posible al margen de la prensa, a fin de negociar sin manifestaciones ni crisis de coalición, como ocurrió en ocasiones pasadas.

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