El Gobierno de Irán afirmó que las autoridades israelíes allanaron el camino al inicio de una tercera Intifada a través de sus «medidas insolentes», en referencia a la construcción de asentamientos y la «judaización de Jerusalén».

«Lo que está ocurriendo en la región es la reacción del pueblo palestino ante las usurpaciones diarias cometidas por el régimen sionista», dilo el viceministro de Exteriores para Asuntos Árabes y Africanos, Hossein Amir Abdollahian, según informó la cadena de televisión iraní Press TV citada por el Canal 10 israelí.

Mientras tanto, las condenas al terrible atentado en la sinagoga de Har Nof, en Jerusalé, en que murieron cinco israelíes, continúan llegando de numerosos lugares.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que «los estadounidenses tienen en mente y rezan por las víctimas y las familias de los muertos y heridos en este ataque horrible y en otros actos de violencia reciente».

«Condeno con energía el ataque terrorista contra fieles en una sinagoga de Jerusalén que causó la muerte de cuatro personas inocentes, incluyendo a los ciudadanos estadounidenses Arié Kupinsky, Cary William Levine y Moshé Twersky, y lesionó a varias personas más», agregó.

«No hay y no puede haber ninguna justificación para este tipo de ataques contra civiles inocentes. Este delicado momento en Jerusalén es muy importante para que líderes israelíes y palestinos y para que ciudadanos comunes y corrientes trabajen juntos de manera cooperativa para reducir tensiones, rechazar la violencia y buscar un camino hacia la paz», aseveró Obama.

El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, llamó a líderes políticos israelíes y palestinos a hacer frente a la «muy tensa» situación en la región. «El rápido empeoramiento de la situación sobre el terreno sólo refuerza la necesidad de que los líderes de ambas partes tomen decisiones difíciles que promuevan la estabilidad y garanticen la seguridad a largo plazo», valoró.

Asimismo, y tras expresar sus condolencias a los familiares de las víctimas y desear una rápida recuperación a los heridos, Ban recalcó que los ataques contra lugares religiosos en Jerusalén y Cisjordania apuntan a una dimensión religiosa del conflicto.

El secretario general elogió al presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmud Abbás, por condenar el ataque, al tiempo que subrayó que todas las partes «deben evitar utilizar una retórica provocativa», argumentando que ésta «anima a los elementos extremistas».

Por su parte, el coordinador especial de la ONU para el Proceso de Paz en Oriente Próximo, Robert Serry, expresó su «horror» por el ataque y añadió que «no existe justificación para estos homicidios deliberados».

En esa misma línea se expresó la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (OACDH), que mostró su alarma por la reciente serie de incidentes violentos en Israel y Cisjordania.

Por su parte, el Gobierno de Uruguay emitió un comunicado en el cual condenó «de la forma más enfática, el brutal ataque terrorista perpetrado por dos ciudadanos palestinos a una sinagoga».

«Este acto de inusitada crueldad y violencia agrede los más elementales sentimientos de humanidad y agrava aún más su contenido de odio y desprecio al perpetrarse en un lugar de culto religioso considerado como sagrado por la comunidad judía de Jerusalén», indicó la cancillería uruguaya, que en nombre del Ejecutivo y del pueblo extendió sus más sentidas «condolencias y solidaridad con los familiares de las víctimas, el pueblo de Israel y sus autoridades».

Al mismo tiempo que repudió la reacción de Hamás en apoyo al atentado, el Gobierno uruguayo reiteró su «tradicional posición, haciendo un llamado a la calma y a la contención de las distintas partes, para evitar que actos como estos generen una espiral de violencia que torne muy difícil reducir los niveles de tensión y la reanudación del diálogo con miras a una solución pacífica del conflicto».

La embajadora de Israel en Uruguay, Nina Ben-Ami, agradeció la «rápida condena» del Ejecutivo.

A su vez, el Gobierno de Perú expresó su «profunda consternación y enérgica condena» al atentado. El ministerio peruano de Exteriores consideró que estos sucesos «son actos de terrorismo contrarios a la convivencia civilizada entre las naciones y motivados por la intolerancia religiosa».

«Fiel a su posición de respeto irrestricto de las normas y principios en materia de derechos humanos y del derecho internacional humanitario, el Gobierno del Perú reitera su deseo de que el entendimiento y la comprensión mutua permitan alcanzar la paz definitiva en la región», comunicó oficialmente.

También Costa Rica condenó el ataque perpetrado. «El Gobierno de Costa Rica manifiesta su rechazo y condena absoluta al atentado en el que murieron cinco ciudadanos israelíes, en un acto considerado el más mortífero de los últimos años», indicó la cancillería costarricense.

«El Ministerio de Exteriores reitera su condena a todo acto de terrorismo que atenta contra la vida humana y la paz en cualquier sociedad», añadió.

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