En esta semana de Pesaj, Israel empezó a extraer gas del Mar Mediterráneo desde una plataforma y canalizarlo a la planta instalada en el puerto de Ashdod. Con ello el Estado judío abre posibilidades de reducir sus importaciones y bajar los precios de la energía.

La noticia fue celebrada jubilosamente por los medios locales. El diario «Yediot Aharonot» ya definió a Israel como «potencia» en el terreno de la obtención y exportación de gas. El yacimiento «Tamar», ubicado cerca de Haifa, empezó a activar el pasado fin de semana.

Gideón Tadmor, director ejecutivo de la compañía Avner Oil Exploration, quien junto a Itzjak Tshuva, dueño del poderoso consorcio Delek, son los extractores del yacimiento «Tamar», dijo que el acontecimiento es uno de los más importantes desde la fundación del Estado de Israel. «Gracias a los impuestos decretados por el Gobierno, 'Tamar' ayudará a llenar las arcas estatales e incluso puede revolucionar su economía», señaló.

«Es un hecho de mucho orgullo en el que la visión se convierte en realidad. Pasamos de depender de fuentes extranjeras de energía a la obtención de gas natural azul y blanco», afirmó Tshuva. Según él, «se trata de una nueva era con numerosas oportunidades para el mercado en Israel y ventajas a nivel ecológico, económico, geopolítico y social. Nuevamente nos liberamos de Egipto», afirmó aludiendo al Éxodo del pueblo hebreo recordado en esta fiesta de Pesaj.

Avner Oil Exploration y Delek son dos de las cuatro firmas que trabajan para posibilitar el acceso al yacimiento. Hace un año se detuvo la actividad en el gasoducto procedente de Egipto por el vacío de poder político y los atentados terroristas en ese país. En Israel se alertó entonces sobre una posible crisis energética.

El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, emitió un comunicado durante sus vacaciones de Pesaj en el que destacó que se trataba de un hecho histórico para Israel, del que también podrán beneficiarse los consumidores, una ilusión muy importante para la población.

Sin embargo, no todo lo que aparenta es oro, por lo menos no inmediatamente. La empresa Israel Electric, que produce mucha energía en plantas de gas y tiene el monopolio estatal, está altamente endeudada, por lo que los precios de la energía aumentarían de nuevo.

No obstante, el canal de la televisión pública de Alemania, presentó esta semana un amplio reportaje sobre el logro israelí.

El yacimiento «Tamar» fue descubierto hace cuatro años. Está situado a 90 kilómetros del puerto de Haifa. El proyecto en su conjunto necesitó financiamiento por 2.950 millones de dólares.

Según la cadena alemana, «Tamar» es tan grande, que podría cubrir las necesidades energéticas de Alemania completamente durante dos años y medio.

Con la producción procedente de ese yacimiento, Israel tiene la expectativa de ahorrar 2.700 millones de dólares anuales, que es lo que paga por las importaciones de energía.

Esa perspectiva se refuerza porque a algunos kilómetros de «Tamar» se encuentra el yacimiento de «Leviatán», que es casi el doble de grande que el primero. La extracción se espera en tres años más, pero Israel ya enfocó su mirada para el lado de los negocios y estima que puede convertirse en exportador de energía.

Gideón Tadmor declaró que «tenemos más gas del que consumimos. Por eso vamos a poder exportarlo».

«Israel no sólo se beneficiará en el terreno económico sino que la posición de exportador de gas acentuará nuestro significado político», agregó.

A eso se oponen intereses políticos, ya que Israel debe obtener socios para la exportación de gas. Chipre sería, hoy más nunca, una buena posibilidad, pero probablemente enojaría a Turquía justo cuando las relaciones entre Ánkara y Jerusalén están empezando a descongelarse, por lo que esa opción parece poco aconsejable.

De todas maneras, Israel acaba de celebrar Pesaj, la Fiesta de la Libertad, con el inicio de un camino que podría conducirlo a la libertad energética.

Y eso, sin duda, no es poco en este mundo en general y en esta región en particular.