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Semáforo rojo


Nosotros quisimos crear en Israel un país diferente; comenzamos bien, aquí todo era extraordinario: amistad, solidaridad, ayuda mutua, todos para uno y uno para todos; hubo un sueño y ya no existe más.
  


Un hombre muy pequeño e inteligente me dijo hace tres meses en un café de la calle Arlózorov en Tel Aviv que si quiero transmitir algún mensaje, el mejor método para que este sea absorbido es hacerlo siempre de forma negativa.

Dado que no soy tan inteligente ni tampoco demasiado viejo, no entendí muy bien a que se refería.

Ese hombre inteligente me preguntó si sabía copiar. Le contesté afirmativamente. Entonces me dijo "Copia lo que escribo y publícalo en el periódico". ¿Porqué copiarlo si usted ya lo escribe?, pregunté. "Yo soy como un animal de presa, borroneo mis huellas", me contestó.

El hombre inteligente se sentó, tomó una hoja de papel y con hermosa letra escribió estas palabras utilizando un viejo bolígrafo. Las copié cuidadosamente.

Así escribió:

  • - En Israel no existe la discriminación racial.
  • - En Israel no existe la corrupción en las altas esferas de la sociedad.
  • - Israel no conquistó territorios.
  • - Israel no aniquiló civiles inocentes en sus guerras.
  • - Los israelíes no activaron cargas explosivas en centros poblados.
  • - Los israelíes no evaden impuestos.
  • - En Israel los niños son bien educados y gentiles.
  • - En Israel los jóvenes no consumen drogas ni alcohol.
  • - En Israel no existen grupos delictivos organizados.
  • - Los israelíes no están involucrados en el comercio internacional de drogas.
  • - Los israelíes no están a la cabeza de las redes de tráfico de mujeres con fines de prostitución.
  • - Los israelíes no tienen nada que ver en el comercio de esclavos de países del tercer mundo.
  • - Israel jamás vendió armas y conocimiento nuclear a países fascistas y racistas.
  • - Israel nunca vendió armas a regímenes dictatoriales que sometieron a sus pueblos.
  • - Israel jamás instruyó a ejércitos extranjeros en países totalitarios.
  • - Israel nunca sobornó a ningún empleado en países extranjeros.
  • - Israel nunca utilizó el chantaje contra ministros influyentes en países extranjeros.
  • - Israel no falsifica pasaportes y otros documentos de ciudadanos de países amigos.
  • - Israel no se aprovechó de los sobrevivientes de la Shoá utilizando para sus objetivos el dinero destinado a su rehabilitación, su bienestar y sanidad.
  • - Israel nunca despojó a los árabes de sus tierras para levantar asentamientos ilegales.
  • - Israel nunca apoyó revoluciones en países africanos para su beneficio propio.
  • - Ministros de gobiernos de Israel en el pasado, nunca utilizaron sus conocimientos y los canjearon a organismos extranjeros por dinero.
  • - Rabinos israelíes importantes no intervinieron nunca en negocios oscuros para conseguir donaciones para sus comunidades.
  • - En la comunidad ortodoxa no existen traficantes de oro o diamantes.
  • - Los miembros del gobierno de Israel observan el Shabat.
  • - En Israel no existen apuestas y casinos ilegales.
  • - En Israel no se extienden diplomas de estudio falsos con el fin de aumentar los sueldos (especialmente no en organismos de seguridad).

El anciano inteligente se cansó, guardó el bolígrafo y suspiró profundamente. Cuando terminé de copiar lo que escribió, dijo lacónicamente: "Quizás no sea conveniente que publiques estas cosas; pensarán que estás totalmente loco".

"De todas maneras piensan que estoy loco, entonces que me importa", respondí.

El viejo se levantó y suspiró nuevamente. "Sabe usted Zehavi, alguien me dijo esta semana un aforismo que me estremeció; se relaciona un poco con lo que escribí: Mientras los filipinos, los chinos y los árabes trabajan, los drusos y los rusos nos protejen, y los americanos pagan - los judíos vivimos. Me parece que son palabras un tanto superficiales y no tan exactas. Pero hay algo en ellas que estremecen". Con manos temblorosas, estrujó el papel en el que escribió y lo introdujo en el bolsillo de su chaqueta.

La filipina tomó la mano del anciano; los dos comenzaron a caminar a paso lento rumbo a su casa. De repente, cuando llegó al semáforo, se detuvo, se volvió hacia mí y señaló para que me acercara. "Oiga joven amigo, en todo el mundo hay corrupción, crimen e inmundicias, pero nosotros no somos como todos".

"Nosotros quisimos crear un país diferente, comenzamos bien, aquí todo era extraordinario, amistad, solidaridad, ayuda mutua, todos para uno y uno para todos; hubo un sueño y ya no existe. Yo recuerdo a tu madre y a tu padre desde hace 60 años. Pregúntales a ellos como era entonces".

"Ya fallecieron", le respondí, y observé su rostro transformado por un dolor interno. "Quizás sea mejor que murieron; yo también moriré pronto. Hazme un favor Zehavi, espera un poco con la publicación hasta que ya no esté  aquí".

En el medio de la semana vino la filipina al café, y con ojos llorosos me pidió ayuda para colgar los avisos fúnebres por la muerte del anciano inteligente.

Con un hebreo desarticulado me dijo que sus hijos llamaron desde Estados Unidos para avisar que no podían llegar a Israel para el entierro.

Fuente: Maariv - 28.5.10
Traducción: Lea Dassa para Argentina.co.il