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Odio; una historia de amor

Entre dúos y dúos tuvimos amores y odios; "la triquiñuela sucia" y "el saboteador infatigable" - referencias de Rabin hacia Peres - son propiedad del pasado. El único amante que sobrevivió fue Shimón Peres, que se ama a si mismo.

Hace unas semanas la periodista Mazal Mualem le preguntó al secretario general del Partido Avodá, Weitzman Shiri, porqué Ehud Barak tiene reyertas con sus allegados. "El problema de Ehud", dijo Shiri, es que "él no es un político. Si estuviese menos comprometido con la seguridad e invirtiera más en política, se vería diferente". Si esta entrevista se hubiera publicado el día de los enamorados, Tu Be´Av, diría que el problema de Barak es que está enamorado sólo de sí mismo.

Una de las características de la política israelí de nuestros días, es que los líderes de la nación se dedican menos a odiar y amar a sus colegas. Ellos se centran en las encuestas sobre la opinión pública y en tramollas más que en dúos políticos.

Cuanto más observamos el pasado, vemos que el dúo político estaba imbuído tanto emocional como ideológicamente en relaciones profundas de amor y odio. Hasta la Guerra de los Seis Días Ben Gurión odiaba a Beguin. En el Parlamento jamás invocó su nombre; lo llamaba "el hombre que se sienta a la derecha del diputado Bader". El comienzo del odio entre ellos estriba en la ruptura con Jabotinsky. Ben Gurión se negó a trasladar sus restos a Israel tal como lo pidiera en su testamento. Éstos fueron traídos cuando Levy Eshkol se desempeñaba como primer ministro, y sólo cuando las relaciones de admiración entre Eshkol y Ben Gurión se transformaron en enemistad.

Pola Ben Gurión simpatizaba con Beguin. Cuando se encontraban, él tomaba su mano con delicadeza polaca y la besaba. Ella no perdía ocasión para irritar a su marido y elogiaba su gentileza. El odio entre Beguin y Ben Gurión se convirtió en amistad cuando Beguin propuso que Ben Gurión retome el mando del gobierno la noche anterior al inicio de la Guerra de los Seis Días. Eshkol y Golda Meir se opusieron estoicamente; el odio entonces hacia el creador del Estado era total, justamente entre sus seguidores.

Golda, que no era una belleza, fue la mujer más admirada de su partido. A pesar que la definían como el único hombre en el gobierno - la verdad es que ella era la mujer más femenina. Amaba y odiaba como mujer. Cuando se estableció el gobierno de unidad nacional en 1967, ella le pidó a Beguin que no incorporara al ejecutivo "a esos neo fascistas Dayán y Peres". Beguin le respondió que sin ellos él mismo no se incorporaría al gobierno, y Golda transigió.

El nombre de Golda como una mujer apasionada está relacionado a algunos romances. Nos conformaremos con dar algunas insinuaciones sin invocar nombres. A buen entendedor pocas palabras bastan. En una biografía que apareció en Estados Unidos se cita de que ella fue una mujer "con la que era un placer pecar".

Desde el establecimiento del Estado nos tocaron en suerte líderes con relaciones de odio-amor. Los mandatarios de Mapam Yaari y Jazan, se peleaban por la primacía hasta que Yaari justificó amargamente: "no tengo la culpa de que Jazan sea más guapo que yo".

Hasta el presente puede verse en los libros de historia, la foto en la que aparece el comandante del Palmaj, Itzhak Sadé, abrazando a sus dos favoritos, Igal Alón y Moshé Dayán. Una parte del liderazgo veterano amaba a Alón, otra a Dayán. Este último era el favorito de Ben Gurión, mientras que Alón nunca fue tomado en cuenta por el "viejo". Las relaciones entre Alón y Dayán fueron de envidia y desprestigio mutuo. También las de Peres y Dayán, el dúo más apreciado por Ben Gurión, se enfriaron con el tiempo. Peres consideró una traición la incursión repentina de Dayán como Ministro de Exteriores en el gobierno de Beguin.

En esta sección de traiciones, Dayán superó a Peres también en el terreno político y también en las relaciones con mujeres.

De generación en generación los dúos políticos pasaron del amor al odio y viceversa. Ben Gurión-Sharet, Ben Gurión-Eshkol, Sharet-Lavón. Y Sharet que manifestó en un discurso sobre su decepción de la política de compensaciones de Ben Gurión: "Israel debe decidir si desea ser un Estado de asaltos o un Estado de ley".

Entre dúos y dúos tuvimos amores y odios; "la triquiñuela sucia" y "el saboteador infatigable" - referencias de Rabin hacia Peres - son propiedad del pasado.

El único amante que sobrevivió fue Shimón Peres, que se ama a si mismo.

Fuente: Haaretz - 27.7.10
Traducción: Lea Dassa para Argentina.co.il