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Hay veces que quiero ver una película como las de Doris Day

Desde que el muchacho especialista en "soluciones informáticas"- antes llamado chico de la compu - me convenció de pasar del Windows XP al "plus- que- parfait" "Windows 7 Enterprise", previo pago de una suma más que considerable, mi vida cambió. Muchísimo.
El fondo de la pantalla fue lo primero que se modificó. Durante años usé la emblemática praderita verde acompañada de un cielo azul intenso surcado de nubes algodonosas, casi una marca registrada del XP. Este fondo de escritorio se llama "La felicidad". Existen un buen número de fondos o wallpapers como una aplicación gratuita en el Windows 7, menos, menos La Felicidad.

-Si querés, te la bajo - dijo Fernando-, pero es una antigüedad.

Cualquier cosa, antes que una antigüedad, pensé-. Las palabras con diéresis ya me parecen de otra época. También me enseñó a cambiar los fondos de pantalla.

En la más importante de las computadoras instalé como fondo un paisaje extraño de California, que no lleva nombre. Lo bauticé "California, here I come" en clara alusión a la versión de Ricky Ricardo, marido de mi querida Lucy Ball, que encontré en YouTube. Debo decir que yo quiero a Lucy y a todo lo que ella quiso en algún momento de su vida. Las restantes computadoras que habitan mi hogar, también fueron sometidas a la extirpación del Windows XP y su reemplazo por el W.7. Sufro en cada una de estas operaciones. Fernando asegura que es por el bien de todos.

El tema es que La Felicidad, tal cual la conocí hasta ahora, no va más. Tal vez sea mejor. Los demás nombres que elegí para los wallpapers de las dos computadoras restantes son: "Mejor hacete amiga del paisaje, ya que ahora te toca viajar" y "Cosecharás tu siembra". Lo más importante de esta modesta experiencia es que ¡sé cambiar los fondos cuando ya no me gustan! Para gentes como yo, preocupadas por otras cuestiones, esto último significa algo así como el descubrimiento de la penicilina. Cambio y fuera al alcance de un clic, ¡es lo que siempre soñé!

Fernando, el especialista en cambios de verdad, también retiró el Outlook Express, dejando en su lugar el Outlook 2010, que ahorra una serie de pasos que antes debía hacer manualmente. Ya no recibo correo Spam en mi bandeja de entrada, pero me aburro, los extraño. En cambio, está poblada de mails de esos que recomiendan comprar "Los cuentos completos de Primo Levi", en una reciente recopilación llamada "Última Navidad de guerra", de los cuales unos quince cuentos ya leí en Historias Naturales, hace como diez años. O me invitan a una suerte de lecturas críticas o presentación de libros, como es el caso de "La intemperie metafísica de Macedonio Fernández". Me gusta mucho Macedonio, incluso sé dónde vivió. Muy cerca de mi casa. Pero es bueno matizar ¿no? Por eso el anterior sistema me permitía una suerte de ejercicio de relajación entre un mail de esta clase y otros spam, re- spam o ultra - spam y tontitos, pero livianos.

Hay veces que quiero ver una película de Doris Day, que es otra forma de decir que hay veces que necesito leer mails tales como" Diez recetas diet para las fiestas o cómo decir ¡no, no, y no! a una doble porción de pan dulce de muy buena calidad y de mala calidad también. El anterior sistema me permitía alternar entre una de cal y otra de arena. No siempre uno está dispuesto a leer un mail llamado: "Auschwitz en primera persona". Ahora debo recordar que el así llamado "correo no deseado" se encuentra en otra parte. Lo peor es que uno se acostumbra a la comodidad y ya no investiga qué traen de refrescante los no deseados. Pero he ideado un sistema muy "home made par moi" para contrarrestar tanta invitación - seria-; inauguración - formal - y adhesión a causas - justas. Por cada diez correos de esta naturaleza, me doy una vueltita por los otros.

No entiendo la razón, pero soy una habitué de los "mailings" de venta de pastillas de última generación, sin necesidad de receta médica, de productos destinados a remediar disfunciones masculinas. Deben pensar que Liz es un nombre de fantasía de un travesti; que soy una mujer con mala suerte en mis elecciones amatorias o que mi nombre aplica - como René - tanto a hombres como a mujeres. No lo tengo claro. Soy una experta en Cialis, la nueva pastillita azul de 50 y de 100 mg. Yo me pregunto si era tan necesaria la última generación en correo electrónico. Creo que a veces falla ya que algunos se cuelan. De otro modo no se entenderían éstos que recibo últimamente entre los deseados: "Que se te cumplan todos los deseos en el 2011". Si se me cumplen todos los deseos, voy a la cárcel, pasaría el resto de mi vida a la sombra y se filmaría en 3 D la vida de una asesina serial que confundió el lugar de los mails en su computadora.

Fuente: Diario El Día de La Plata; Revista Domingo; 2.1.11
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