Una plaga de langostas amenaza a vastos cultivos del desierto del Negev y a la ciudad de Eilat, y fue momentáneamente frenada por medio de la fumigación aérea con plaguicidas, anunció el ministerio de Agricultura.Dos oleadas del acrídido asolaron el Sinaí y se desplazaron a Israel.
Las autoridades israelíes advirtieron de la llegada de la segunda oleada de millones de langostas que plagaban la vecina península egipcia.
Dany Luzón, responsable de cultivos en el sur de Israel, dijo a la radio pública hebrea que la segunda oleada fue peor que la primera.
El portavoz del ministerio, Eldad Landes, informó que por obra de la fumigación masiva llevada a cabo en los campos afectados, las langostas no llegaron a perjudicar los cultivos en los kibutzim de la parte sur del desierto.
La ministra de Agricultura saliente, Orit Noked, afirmó a la emisora que su oficina procura coordinar con el vecino Reino de Jordania, y con Egipto, las actividades para combatir la plaga.
«Hay una ola que llegó de África, que al parecer no comió allí lo suficiente y ahora nos toca a nosotros», manifestó Noked.
«Con los recursos a nuestra disposición tratamos de combatirla y evitar daños en la medida de lo posible», agregó.
La plaga, la primera de este tipo desde los años '50, dejó jardines enteros sin hojas, mientras habitantes de Eilat y hoteleros de la ciudad balnearia informaron que sus piscinas aparecieron cubiertas de langostas que murieron al caer en ellas.
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