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Diario israelí: «EE.UU elige el socialismo»

Sheldon AdelsonEl diario israelí «Israel Hayom», propiedad del magnate Sheldon Adelson, que apoya al primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, publicó una crónica sobre la victoria de Barack Obama en las elecciones presidenciales que sus editores titularon: «Estados Unidos elige el socialismo».

Adelson gastó más de 60 millones de dólares en apoyar a Mitt Romney. De hecho, ninguno de los ocho candidatos a los que Adelson dio dinero acabó ganando las elecciones a las que se presentaba.

La lección de las elecciones más caras de la historia de Estados Unidos fue clara: los resultados no se pueden comprar.

Las dos campañas a la presidencia se gastaron unos 6.000 millones de dólares. Cada candidato recaudó cerca de 1.000 millones. El resto vino de grupos de acción política separados de la campaña, que invirtieron cuantiosas cantidades de dinero en defender a aspirantes no sólo a la presidencia, sino también al Senado y a la Cámara de Representantes.

Estas son las elecciones más caras porque en 2010 el Tribunal Supremo autorizó las donaciones ilimitadas a candidatos por parte de grupos políticos, siempre que estos no estuvieran coordinados con sus campañas electorales. De ese modo, surgieron diversos grupos - supuestamente independientes - de todo signo, que apoyaron a unos candidatos u otros.

Esos grupos invirtieron unos 386 millones de dólares en anuncios negativos contra el presidente. En las elecciones al Senado por Ohio gastaron 30 millones. En las de Virginia, 37.

En su mayoría, ese dinero fue a apoyar a candidatos conservadores, muchos de ellos alineados con las facciones más a la derecha del Partido Republicano. Perdió Josh Mandell en Ohio.

Perdió George Allen en Virginia. Y perdió Linda McMahon en Connecticut. McMahon, una ex empresaria de lucha libre, se presentó en 2010 a un escaño, auspiciada por el Tea Party. Lo perdió.

Este año lo volvió a intentar, añadiendo unos 100 millones de su bolsillo. Lo volvió a perder.

Las de 2012 pasarán a la historia como las elecciones en las que quedaron derrotados en las urnas los millonarios conservadores que extendieron cuantiosos cheques para avanzar causas muy personales.

Entre los más tocados, los hermanos David y Charles Koch, los dos neoyorquinos que financiaron en parte el ascenso del Tea Party y que en estas elecciones habían recaudado más de 400 millones en apoyar a candidatos de ultraderecha al Capitolio y al aspirante a la presidencia Romney.

A la mañana siguiente de la derrota republicana, Adelson, que había acudido a Boston por si había algo que celebrar, esperaba su vuelo privado en el aeropuerto. Un equipo de una televisión noruega le sorprendió y le preguntó por su dinero, dónde creía que habían ido aquellos 60 millones. «A pagar facturas. Se gasta mucho dinero con ello, o siendo un marido judío», dijo Adelson, que es judío. Tal vez perdió su apuesta política, pero no su sentido del humor.

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