El gobierno israelí aprobó el domingo el Informe Trajtenberg, con veintiún votos a favor y ocho en contra. El Informe propone una serie de medidas para solucionar los problemas socioeconómicos de Israel.

Ente las recomendaciones presentadas en el documento figuran una ampliación de la educación gratuita que incluya a niños de 3 a 4 años; la reducción de impuestos al consumo sobre el combustible y de aranceles de productos eléctricos y alimenticios; aumento de beneficios para las madres trabajadoras y la implementación de reformas en el sistema de salud. Además, el Informe recomienda la construcción de unos 200.000 nuevos apartamentos, y la imposición de multas a los pisos vacíos y sitios listos para el desarrollo que no sean utilizados.

Según se sabe, la votación se produjo luego de que el primer ministro Binyamín Netanyahu ofreciera al partido Yisrael Beiteinu un acuerdo para votar a favor. Netanyahu aceptó incrementar los beneficios para las parejas que trabajan, los soldados y aquellos que prestan servicios nacionales, a cambio de los votos.

Durante la reunión de gabinete, Netanyahu señaló que el último borrador del informe se presentará el 1 de enero. Hasta entonces el gobierno se ocupará de analizar las recomendaciones del comité designado especialmente para atender el reclamo social.

Antes de poder ser llevadas a la práctica, las recomendaciones del Informe Trajtenberg  necesitan ser aprobadas en la Knéset.

Por su parte, el ministro de Defensa, Ehud Barak, anunció que atenderá la solicitud por parte del Tesoro para reducir el presupuesto con el fin de financiar parte de las reformas sugeridas por el Informe.

Antes de la reunión de gabinete, el ministro de Finanzas, Yuval Steinitz, solicitó a Barak que acepte una reducción del presupuesto de Defensa. Según declaró Steinitz, el ministro de Defensa estuvo de acuerdo en realizar una contribución significativa ya que los recortes eran necesarios.

Del lado los ingresos, junto con los recortes de gastos de defensa, el comité recomendó aumentar los impuestos sobre los ingresos más altos, sobre las empresas y sobre las ganancias, así como el congelamiento a los recortes impositivos previstos para la clase media.