Días antes de la reunión en Bagdad entre Irán y las potencias mundiales, el Senado de Estados Unidos aprobó por unanimidad un paquete de sanciones más duras contra Teherán y puso en sobre aviso a los líderes iraníes de que deben detener todas las actividades de enriquecimiento de uranio. La Cámara de Representantes aprobó su versión del proyecto de ley en diciembre, y ahora debe resolver sus diferencias con el Senado en la legislación. «Este proyecto de ley es otra herramienta que demostrará a Irán que Estados Unidos no se echa para atrás», dijo Robert Menéndez, el senador demócrata que ayudó a elaborar la legislación.
«Hoy el Senado de los EE.UU puso sobre aviso a los líderes iraníes de que deben detener todas las actividades de enriquecimiento de uranio o enfrentar una nueva ronda de sanciones económicas», dijo el senador republicano Mark Kirk, co-autor del proyecto de ley, en un comunicado.
La propuesta del Senado se había planteado el pasado jueves, pero fue bloqueada por los republicanos que querían endurecer algunas medidas. El senador John McCain dijo que el proyecto muestra que «necesitamos una política integral para incluir las sanciones económicas, la diplomacia, y las capacidades y opciones de planificación militar».
El líder republicano del Senado, Mitch McConnell, afirmó que las revisiones muestran a Irán «que todas las opciones están sobre la mesa, a fin de evitar cualquier percepción contraria que haya creado el silencio sobre el uso de la fuerza».
El nuevo paquete determina ampliar las sanciones para cubrir el trato con la National Iranian Oil Co y la National Iranian Tanker Co., con el objetivo de cerrar una brecha potencial que podría haber permitido a Teherán, el tercer mayor exportador de petróleo, seguir vendiendo parte de su crudo.
El impacto acumulativo de las sanciones de EE.UU será severo, dijo Suzanne Maloney, investigadora del Centro Sabán para Oriente Medio.
«En este momento, ambas partes están revisando el ambiente: los iraníes quieren ver lo mucho que pueden conseguir y lo poco que pueden dar, mientras que Washington y sus aliados cuentan con la inminente amenaza de sanciones para obtener más concesiones por parte de Teherán», dijo Maloney.
Sin embargo, un ex analista de la CIA para Oriente Medio y la región del Golfo Pérsico, dijo que las sanciones podrían ser contraproducentes antes de las conversaciones en Bagdad, haciendo pensar que Occidente está menos interesado en un acuerdo que en socavar el régimen.
«El mayor requisito ahora para conseguir un acuerdo no es aumentar aún más las sanciones, sino persuadir a los iraníes a hacer concesiones para mitigarlas», dijo Paul Pillar, profesor de estudios de seguridad en la Universidad de Georgetown.
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