El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, expresó su repulsa ante los ataques contra un monasterio de Jerusalén y una aldea palestina del distrito de Ramallah, supuestamente obra de radicales judíos.

De acuerdo a un comunicado de su oficina, el jefe del Gobierno hebreo afirmó que esos actos contravienen los valores judíos y que hará todo lo posible por llevar a sus responsables ante la justicia.

«Los valores judíos según los cuales fuimos educados y en los que educamos a nuestros hijos rechazan categóricamente semejante comportamiento», se indicó en el comunicado.

«La libertad de culto para todas las religiones se mantendrá en Israel y llevaremos ante la justicia a aquellos individuos despreciables que perpetraron este delito», concluyó Netanyahu en la nota.

Los muros de un monasterio en Jerusalén y un vehículo aledaño aparecieron con pintadas presuntamente efectuadas por radicales judíos, que también dibujaron lemas nacionalistas y quemaron un coche en una aldea palestina de Ramallah en Cisjordania.

«Se trata del Monasterio de la Cruz en Jerusalén, donde aparecieron pintadas y los neumáticos de tres vehículos fueron pinchados», refirió el portavoz de la Policía israelí, Miki Rosenfeld.

El portavoz precisó que la Policía abrió una investigación para esclarecer los hechos.

De acuerdo a los medios locales, los vándalos rociaron con aerosoles en uno de los muros que rodea el monasterio las frases «Feliz Jánuca, los macabeos vencerán», y en un vehículo se podía leer «Jesús es un bastardo», «Etiqueta de Precio» y «Feliz Jánuca».

Ese tipo de inscripciones suele identificar a grupos radicales de colonos judíos, que suelen atacar sobre todo a palestinos y centros de culto islámicos en represalia por acciones del Ejército o el Gobierno israelí contra ellos.

Se trata del quinto incidente de este tipo contra lugares cristianos en lo que va de año, tras los que se registraron en el monasterio del Valle de la Cruz, en el de Latrún, en la Iglesia Histórica Bautista de Jerusalén y la Abadía de la Dormición, aledaña a la ciudadela antigua de Jerusalén.

La Policía no practicó ningún arresto tras esos ataques, a pesar de haber creado un equipo especial de investigación.

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