«Durante 40 años no se disparó ni un solo tiro en dirección a Israel», señaló un hombre con barba y gorro de lana en un reciente video distribuido a través de Internet. «Vamos a liberar los Altos del Golán y devolverlos al pueblo sirio libre», añadió el presunto comandante rebelde sirio.

Sus compañeros confirmaron esas palabras con tiros al aire. Se encuentran en el extremo este de los Altos del Golán en medio de la zona desmilitarizada controlada por las fuerzas de paz de la ONU.

Pero los propios 1.000 observadores de la ONU se convertieron en blanco de ataques. A principios de mes, incluso 21 soldados de Naciones Unidas fueron tomados de rehén durante tres días.

Los sectores más radicales entre los rebeldes, en especial los Guerreros de Alá y los terroristas de Al Qaeda podrían convertir a Israel en su enemigo real tras la caída de Al Assad.

También el Reino Hachemita de Jordania en manos de el rey Abdullah II sigue de cerca y cada vez con más preocupación los acontecimientos. Jordania ya recibió 460.000 refugiados sirios.

Es por eso que Israel y Jordania intensificaron las medidas de seguridad en la frontera con Siria. Sobre todo, después de que el Ejército Libre de Siria (FSA) que lucha contra Al Assad tomó bajo control unos 30 kilómetros de la frontera con Jordania e Israel. De inmediato, se registraron enfrentamientos con las tropas fronterizas israelíes en el Golán.

El jefe del Estado Mayor israelí, Benny Gantz, intentó calmar a la población y prometió que podían seguir visitando sin problemas las atracciones más populares en los Altos del Golán.

Al mismo tiempo, el ejército israelí está construyendo una nueva valla de seguridad en la frontera con Siria, de por sí ya fuertemente custodiada, afirmó Shlomó Brom del Instituto Israelí de Seguridad Nacional en Tel Aviv.

Por otra parte, los reservistas que hasta ahora patrullaban la frontera serán reemplazados por las tropas regulares. «El objetivo principal es que cualquiera que desde Siria genere incidentes en el lado israelí de la frontera sea disuadido a hacerlo y se responda rápidamente en caso de provocaciones», dijo Brom.

Se teme que los ataques provengan principalmente de musulmanes extremistas, como de los miembros del Frente Al-Nusra, creado por Al Qaeda. Este grupo tuvo mucha incidencia en las conquistas de los rebeldes la semana pasada a lo largo de la frontera de los Altos del Golán. Además, ya anunciaron que después de una victoria sobre Al Assad su próximo objetivo será la liberación de Jerusalén.

«Estos grupos son tan hostiles con Israel como contra el régimen sirio. Por lo tanto, podrían arremeter contra Israel y por eso el Ejército debe tomar medidas preventivas», añadió Brom.

Incluso en Jordania fue incrementado el número de efectivos en la frontera con Siria, que ya casi está en manos de los rebeldes. Allí preocupan ante todo los yihadistas.

Jordania se enfrenta a una situación caótica, señaló Mahmoud Irdaisat, brigadier general en retiro de la Fuerza Aérea local. «Los rebeldes no están sujetos a ningún acuerdo internacional. Ni siquiera está claro quién de ellos tiene la palabra», agregó.

Es por eso que en Jordania se exige con cada vez más fuerza crear una zona tapón entre ambos países cuya tarea será mantener a distancia a estos grupos rebeldes.

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