El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, dijo que la «verdadera prueba» de la solución de dos Estados es que palestinos, árabes y el mundo acepten el control de seguridad israelí sobre las áreas que sean cedidas en un acuerdo de paz.
Netanyahu, de visita en Washington, habló en el Center for American Progress, un centro de estudios políticos, donde explicó que Israel debe poder defenderse por sí mismo, y esto incluye amenazas de cualquier territorio que el Estado judío ceda, incluyendo cientos de kilómetros de fronteras sujetas a potenciales túneles.
El mandatario hebreo también estuvo presente en la Asamblea General 2015 de las Federaciones Judías de Norteamérica, donde pronunció el discurso de orden, en el que entre otros temas habló sobre su reunión del con el presidente Barack Obama.
«Sostuve una muy buena reunión con el presidente Obama, en la Casa Blanca, y reconozco profundamente su compromiso de impulsar la seguridad de Israel en momentos en que Oriente Medio se está convirtiendo en una región cada vez más peligrosa y debo decir que nosotros estamos compartiendo muchísimas cosas».
Netanyahu dijo que Estados Unidos otorga una ayuda «realmente indispensable a Israel, y nosotros respondemos a esa asistencia casi diariamente con Inteligencia y muchas otras cosas».
Sobre las diferencias con Obama respecto al acuerdo nuclear con Irán, el primer ministro israelí dijo que «a pesar de los desacuerdos creo que Estados Unidos e Israel pueden y deben trabajar juntos ahora para garantizar que Irán cumpla con dicho acuerdo, disminuir las agresiones regionales y para combatir el terrorismo iraní en el mundo entero».
Por otro lado, Netanyahu señaló que Israel está enseñando al mundo nuevas formas de viajar, de enriquecer vidas, de proteger la salud y nuevas maneras de hacer cultivos.
El mandatario gregó que en la actualidad, Israel está forjando nuevas relaciones con naciones de Asia, África, América Latina, y algo no menos importante, estableciendo vínculos con estados árabes en la región, que «cada vez más nos ven no como un implacable enemigo, sino como un valioso aliado».
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