Después de varios meses de protestas y manifestaciones callejeras, el Gobierno israelí aprobó una cuota de exportación del 40% del gas natural que fue descubierto en las costas mediterráneas del Estado hebreo con el fin de reservarse el abastecimiento durante los próximos 30 años.

Así lo anunció el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, en una rueda de prensa en la cual también participaron el ministro de Finanzas, Yair Lapid, el titular de Energía, Silvan Shalom, y el gobernador saliente del Banco de Israel, Stanley Fischer, quienes apoyaron la resolución.

La decisión supone un incremento sustancial con respecto a las demandas de los productores, que trataban de conseguir una cuota mayor para financiar sus actividades y no depender del ritmo de consumo del mercado israelí, informó el diario local «Yediot Aharonot».

Bajo recomendación de una comisión especializada el Gobierno de Netanyahu se inclinó en un principio por conservar unas reservas de 450 BCM, la mitad de lo hallado hasta ahora, como garantía de auto-abastecimiento durante 25 años.

Pero las demandas de ONGs, grupos de oposición y la amenaza de recurrir al Tribunal Supremo, convencieron al Ejecutivo de alterar la cuota, de manera que el mercado israelí disponga de reservas equivalentes a 30 años, es decir, unos 540 BCM de gas.

Israel descubrió dos yacimientos de gas natural, Tamar y Leviatán, en sus aguas comerciales cercanas a las costas de Haifa y Ashdod, que le conceden por primera vez la posibilidad de auto-abastecimiento energético.

Grupos sociales exigían reservar todo el gas para el mercado local, de forma que estuviesen cubiertas sus necesidades durante seis o siete décadas.

Los productores, sin embargo, demandaron una cuota de exportación que les permitiese devolver sus multimillonarias inversiones en los próximos veinte años y con ello alentar a otros a seguir buscando.

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