El Premio Nóbel de Química es para la investigadora israelí Ada Yonath que aportó la estructura más detallada del ribosoma, la factoría celular encargada de traducir la información de los genes y producir proteínas que sustentan la vida de todos los organismos.
Por primera vez en 45 años, una mujer es de nuevo galardonada con el Premio Nóbel de Química; Yonath es también la primera mujer israelí que ingresa en la lista de los ganadores de estas prestigiosas distinciones.
Ocho hombres israelíes recibieron en el pasado un Premio Nóbel. Pero además, después de Marie Curie (1911), Irène Joliot-Curie (1935) y Dorthy Crowfoot Hodgkin (1964) es la cuarta mujer que recibe el Premio Nóbel de Química.
Yonat publicó de forma independiente en 2000 las primeras estructuras atómicas del ribosoma. Situaba, en tres dimensiones, los millones de átomos que forman esta inmensa molécula, una de las más complejas.
La científica ha forjado un conocimiento a nivel atómico de cómo la naturaleza puede convertir un simple código de cuatro letras en algo tan complicado como la vida. Su trabajo permite conocer en detalle cómo el ribosoma traduce la información codificada en los genes y produce proteínas que transportan el oxígeno por el cuerpo, digieren nutrientes o luchan contra infecciones, entre otras muchas cosas.
El hallazgo también facilita el diseño de medicamentos. La mayoría de antibióticos inhabilitan el ribosoma de patógenos como las bacterias. La estructura detallada permite diseñar nuevos compuestos, algunos de los cuales ya se están probando en humanos.
El galardón es el tercero de una saga que muestra en detalle cómo funcionan las tesis de Darwin, señala la Academia. Comenzó con la doble hélice del ADN por la que James Watson, Francis Crick y Maurice Wilkins recibieron el Nóbel de Medicina en 1962. En 2006, Roger Kornberg hijo del también premiado Arthur Kornberg, que compartió galardón con Severo Ochoa en 1959 recibió el de Química por detallar otras estructuras que transcriben la información de los genes a ARN, una copia desechable del ADN. Ahora se reconoce la estructura del ribosoma, que lee ese ARN y lo traduce a proteínas.
Yonat utilizó la misma técnica que Watson y sus colegas, aunque su trabajo fue más proceloso. Watson trabajaba con una decena de bases de ADN, en cambio Yonat tuvo que situar miles de bases de ARN.
La bióloga molecular recibirá el galardón junto al indo-estadounidense Venkatraman Ramakrishnan, del Laboratorio de Biología Molecular de Cambridge (Reino Unido) y al también norteamericano Thomas Steitz, de la Universidad de Yale (Connecticut).
Ada Yonath nació en Jerusalén y estudió química y bioquímica en la Universidad Hebrea. En 1968 se doctoró en el Instituto Weizmann en Rehovot con un estudio sobre la cristalografía de rayos X y realizó trabajos posdoctorales en el Instituto Mellon en Pittsburgh y en el Instituto de Tecnología de Massachusetts.
Tras su regreso de Estados Unidos a Israel en 1970 se incorporó como investigadora al Instituto Weizmann, donde en 1989 asumió el cargo de directora del Departamento de Biología Estructural.
Durante su carrera recibió 30 títulos honoríficos y premios científicos, entre ellos el Premio Mundial de Ciencias Albert Einstein otorgado por la Universidad de Princeton, el premio Unesco-L'Oreal para la mujer en la ciencia y la Medalla de Oro Linus Pauling.
También es miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, así como de la Academia de Ciencias y Artes de Estados Unidos y de la de Europa.
Frank Schlünzen, del Instituto Max Planck de biología molecular estructural en la ciudad alemana de Hamburgo, quien trabajó durante más de diez años con Yonath, alabó su perseverancia.
"Ella trabajó día y noche y con frecuencia también durmió en el laboratorio durante los experimentos", dijo. "Siguió trabajando durante 20 años sin tener algo concreto en la mano. Ella realmente merecía el Premio Nóbel". Siempre estuvo abierta a lo nuevo y a las cosas fuera de lugar. Eso es bueno para los investigadores jóvenes de su grupo de trabajo y explicable con su propia experiencia. Además, Yonath tuvo un fuerte compromiso político-científico", añadió.