El ex primer ministro británico Tony Blair renunció a su cargo de enviado especial del Cuarteto de mediadores internacionales para Oriente Medio, tras ocho años en funciones con más retrocesos que avances en las relaciones entre Israel y la Autoridad Palestina (AP).
El Cuarteto para Oriente Medio - integrado por la ONU, la Unión Europea (UE), Estados Unidos y Rusia - confirmó la decisión de Blair de renunciar a su puesto como mediador y destacó el «extraordinario servicio» que prestó, al tiempo que expresó su «profundo agradecimiento» con el ex premier británico.
Un comunicado difundido por la ONU, señaló que Blair «demostró un firme compromiso con la causa de la paz entre israelíes y palestinos y realizó duraderas contribuciones a los esfuerzos para promover el crecimiento económico y mejorar la vida diaria en Cisjordania y Gaza».
La salida de Blair, representante del Cuarteto desde hace ocho años, fue anticipada por fuentes de su oficina en Jerusalén. Según ellas, Blair comunicó su decisión al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, en una carta en la que precisó que a partir del mes próximo abandonará el puesto de representante del Cuarteto.
«Blair expresó que sigue comprometido con la solución del conflicto entre israelíes y palestinos a través de un proceso de paz y con la comunidad internacional, con la que cree que puede seguir con un papel informal», dijo la fuente.
El Cuarteto lleva más de una década patrocinando el acercamiento entre israelíes y palestinos en base a la solución de dos Estados.
Blair fue nombrado para el cargo en junio de 2007 con la misión de organizar la ayuda internacional a los palestinos e impulsar iniciativas para apoyar la economía y las instituciones palestinas en aras de preparar la eventual creación de un Estado palestino.
Su acción, no obstante, fue criticada regularmente por la falta de avances en el proceso de paz, y por las malas relaciones con la AP, que en repetidas oportunidades denunció su supuesta cercanía con Israel.
Los enviados del Cuarteto celebrarán una reunión en Bruselas para analizar cómo continuar su labor en la promoción del desarrollo económico y de estructuras de seguridad y jurídicas que faciliten el establecimiento de un Estado palestino.
Tras ser electo en el cargo, Blair tardó al menos dos años en visitar la Franja de Gaza, y se le criticó duramente su inacción durante los tres enfrentamientos bélicos entre Israel y Hamás en 2009, 2012 y 2014, que dejaron miles de muertos y heridos.
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