Israel anunció que volverá a entregar a la Autoridad Palestina (AP) los impuestos que recauda en su nombre, tras haber decidido retenerlos a principios de este año. La medida de principios de año se anunció tras la adhesión de la AP a la Corte Penal Internacional (CPI).
Todos los meses, Israel transfiere a la AP unos 127 millones de dólares de aranceles aduaneros sobre productos destinados a los mercados palestinos que transitan por puertos israelíes.
Los ingresos son un elemento esencial en la economía de la AP, dado que representan dos tercios de su presupuesto.
«Los ingresos de los impuestos acumulados durante febrero se transferirán, tras haber descontado lo abonado por servicios a la población palestina, incluyendo electricidad, agua y facturas de hospital», indicó la oficina de Netanyahu.
«Esta decisión fue tomada por razones humanitarias y globalmente en función de los intereses israelíes del momento», dijeron los servicios de Netanyahu.
El objetivo del gobierno del mandatario hebreo es presionar a la AP, pero no producir su desplome concreto, dado que esto produciría una crisis internacional de consecuencias aun más graves que las actuales.
La coexistencia de dos Estados, uno israelí y otro palestino, es el punto clave del plan de Estados Unidos y de la comunidad internacional.
Por su parte, el presidente de la AP, Mahmud Abbás, puso en duda la intención de Israel de desbloquear el dinero después de que Jerusalén prometiera hacerlo.
«Anunciaron que entregarían el dinero, pero hasta ahora no desbloquearon nada», afirmó Abbás en la cumbre de la Liga Árabe que se celebra en Sharm el Sheij, Egipto, para tartar la crisis en Yemen.
«Quizá impondrán mil y una condiciones ante de hacerlo», aseguró.
No obstante, Estados Unidos celebró la decisión de Israel e instó a ambas partes a aprovechar ese gesto para «rebajar las tensiones» y relacionarse de forma «constructive».
El portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Jeff Rathke, dio la bienvenida al anuncio.
«Este es un paso importante que beneficiará al pueblo palestino y ayudará a estabilizar la situación en Cisjordania», dijo Rathke en su conferencia de prensa diaria.
«Esperamos que las dos partes puedan avanzar sobre esta base y trabajar juntas para rebajar las tensiones y encontrar un camino constructivo para su relación», añadió el portavoz.
Rathke confió en que la transferencia de los impuestos a los palestinos continúe a partir de ahora sin más interrupciones, al considerar que «el funcionamiento de la AP es importante para la estabilidad en Cisjordania».
El dinero retenido, que supera los mil millones de dólares, proviene de los impuestos y tasas de aduanas que Israel recauda para la AP en virtud del protocolo económico de los Acuerdos de Oslo, firmados a mediados de los años '90.
El ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, aseguró que su país impulsará en las próximas semanas una nueva propuesta de resolución de la ONU que fije los parámetros para poner fin al conflicto palestino-israelí.
Preguntado al respecto, Rathke se negó hoy a «especular sobre una resolución que todavía no se presentó ni a adelantar las decisions» que Estados Unidos tomará en el Consejo de Seguridad.
También la jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, elogió la decisión de Israel de devolver el dinero que retenía a la AP desde enero, lo que consideró un «alivio» para los palestinos.
«Celebro la decisión de Israel de reanudar la transferencia de los ingresos por impuestos de la AP», indicó Mogherini.
La alta representante comunitaria destacó que la UE «estuvo presionando para que Israel diera este paso, sin el cual la capacidad de las instituciones palestinas para gobernar corría el riesgo de ser fatalmente socavada».
«Finalmente, después de tres meses, este paso garantizará un alivio vital a miles de trabajadores de la AP y sus familias», señaló la política italiana.
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