El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, analizó este domingo en la reunión semanal de su Gobierno los recientes disturbios en Jerusalén y subrayó que «Israel está tomando fuertes medidas contra los terroristas y aquellos que lanzan piedras y bombas incendiarias para provocar atentados.
«Todas las medidas tienen el objeto de restablecer la calma y la seguridad en toda Jerusalén», agregó.
«Di órdenes especiales para un refuerzo masivo de fuerzas de seguridad y para que sean empleados medios adicionales a fin de garantizar la ley y el orden en la capital de Israel», señaló.
Netanyahu destacó que «islamistas radicales están difundiendo la falsa creencia de que estamos tratando de dañar la mezquita de Al Aqsa y recurren a la violencia con el objeto de excluir a judíos de ir al Monte del Templo. No permitiremos que esto suceda. Estamos comprometidos a mantener el status quo», afirmó.
El primer ministro hebreo había pedido el sábado a los diputados del Parlamento que trabajen para reducir la tensión en torno al Monte del Templo.
El jefe del Ejecutivo israelí emitió un comunicado a este respecto tras conversar con responsables estadounidenses.
«El primer ministro insta a todos los diputados a trabajar para calmar la situación en torno al Monte del Templo y a actuar con mesura y responsabilidad», se indicaba en la nota.
El comunicado subrayó también que Netanyahu habló con el presidente del Parlamento, Yuli Edelstein, y le solicitó que intervenga ante los parlamentarios.
No obstante, este domingo el diputado y miembro del ala radical de su partido el Likud, Moshé Feiglin visitó la explanada para promover su agenda política en la que figura que los judíos puedan rezar en el lugar.
Luego del debate, el Gobierno israelí aprobó un endurecimiento de las penas para aquellos que atenten contra la seguridad del lugar sagrado, que incluyen hasta 20 años de prisión.
La explanada, cuya gestión corresponde a Jordania pero su seguridad es responsabilidad de Israel, es escenario de protestas desde que hace semanas las autoridades israelíes restringieran el acceso a los musulmanes menores de 50 años y como consecuencia de las cada vez más frecuentes visitas de líderes ultracionalista mesiánicos israelíes.
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