El gobierno israelí de las últimas décadas logró enraizar en la mayoría de los judíos del mundo ese mecanismo de defensa que consiste en enfrentar conflictos negando su existencia, la vinculación con ellos o relevancia con la realidad. En ese contexto, creencias y presión social sobre quien quiere diferenciarse son tan convincentes y poderosas que sin una base racional, concepciones o testimonios irrefutables, una persona o un pueblo rechazan como erróneo algo que es claramente evidente. Es un escudo contra el miedo de reconocer un error.

La colonización judía de Cisjordania y la necesaria imposición de un Apartheid para controlar la rebelión de sus pobladores es un claro ejemplo de este escape.

La consecuencia es agobiante. La mayoría de los judíos continúan aferrados a la fantasía de convertirse en un pueblo generalmente admirado y valorado por sus sufrimientos y logros. Sin embargo, en estos tiempos y con la ayuda de Netanyahu, el pueblo judío vive una negación que no le permite percibir un doloroso desprecio que crece y se generaliza continuamente como respuesta a la conducta extremista de sus líderes en Israel y la diáspora.

En una reciente exposición, Dan Shapiro, embajador de EE.UU en Israel, criticó severamente la conducta de Israel en Cisjordania. Con el apoyo de la cancillería de su país, Shapiro recalcó: «Hay demasiados acontecimientos en Cisjordania donde judíos toman la ley en sus manos e Israel hace la vista gorda. Repetidamente da la impresión que Israel tiene dos estándares de hacer valer la ley en esa región: uno para israelíes y otro para palestinos» [1]. De boca de su mejor amigo Israel escucha la dura acusación: Apartheid.

La réplica de Bibi no sorprendió a nadie. En un comunicado de su oficina se menciona: «Las palabras del embajador de EE.UU son inaceptables e incorrectas».

Ni el tiempo ni el lugar pudieron esconder la hipocresía del premier israelí. A pocos metros de su despacho, y con diferencia de sólo unos días, policía y justicia israelí confirmaban la bochornosa existencia de Apartheid israelí en Cisjordania.

Nasser Nawajah, palestino que reside en Cisjordania, fue detenido por la policía israelí junto a otros dos israelíes bajo la sospecha de ser culpables de trasmitir información a la Autoridad Palestina (AP) que finalmente se tradujo en la muerte de otro palestino, intermediario en la venta de tierras palestinas a judíos en Cisjordania. Por las circunstancias del mismo caso ocurrido mas allá de la Línea Verde de 1949, la justicia ordinaria israelí dictaminó su incompetencia para juzgar a Nawajah por tratarse de un palestino de Cisjordania. Mientras sus compañeros permanecían bajo la justicia civil israelí, el sospechoso palestino pasó a juzgado militar de Cisjordania [2]. Tal como lo afirmó Shapiro: una ley para judíos y otra para palestinos. Apartheid puro.

El Consejo de Seguridad de la ONU bajo la presidencia del canciller de Uruguay, Nin Novoa, trató la situación de Oriente Medio y el estado del conflicto palestino-israelí. El alto diplomático uruguayo expresó que «Uruguay tiene una gran preocupación por el conflicto en Oriente Medio y dejó claro que la solución entre Israel y la AP deberá encontrarse en conversaciones bilaterales» [3].

La cancillería israelí no dejó pasar por alto este festín y de inmediato «la embajada de Israel en Uruguay emitió un comunicado en el que saluda la posición uruguaya ante el conflicto y sostiene que aprecia el compromiso de Uruguay de apoyar la paz y la seguridad para Israel y también su apoyo para un camino negociado con la finalidad de llegar a una solución de dos Estados» [4].

Como de costumbre, nuevamente el ejecutivo israelí se desvincula de media realidad. No por casualidad el comunicado de la embajada en Montevideo no hace referencia a otra frase fundamental del citado discurso del canciller Novoa. Este distinguido diplomático en una misma frase llamó al «cese inmediato de la violencia y los asentamientos ilegales» [5].

Da la impresión que el liderazgo israelí y medios de difusión judíos no prestaron suficiente atención a la posición diplomática uruguaya que tanto elogiaron. La permanente negación de atropellos a normas internacionales en Cisjordania les impidió entender que para Novoa, desde el punto de vista político y diplomático, da lo mismo el terrorismo palestino que la colonización civil judía en Cisjordania.

Paralelamente a las afirmaciones del canciller Novoa, en el mismo evento, Ban Ki Moon, secretario general de la ONU, sostuvo que «la violencia es parte de la naturaleza humana de reaccionar ante la ocupación». Bibi respondió inmediatamente acusándolo de «promocionar el terror» [6].

Es probable que Netanyahu esté en lo cierto, pero en ojos de los pueblos del mundo, el secretario de la ONU tiene mucho mas razón. Aparentemente en Israel se olvidaron que las organizaciones clandestinas revisionistas, Etzel y Leji, aportaron a la independencia de Israel por medio del terrorismo contra el colonizador inglés y no por ello una clara mayoría del mundo dejó de apoyar la causa sionista.

Por si estas alarmas fueran pocas, en estos dos últimos días ulularon otras dos. Laurent Fabius, canciller francés, amenazó que de no se reanudarse en un futuro cercano las negociaciones de paz entre la AP e Israel, Francia reconocerá al Estado palestino [7]. En el otro continente, y sin aviso previo, la Aduana de EE.UU decidió adherirse a la decisión europea de exigir el etiquetamiento por separado de productos israelíes provenientes de los asentamientos judíos en Cisjordania [8].

Todas estas alertas no provienen de enemigos tradicionales de Israel, tampoco de judíos «infiltrados» y «traicioneros» de la izquierda que el fanatismo judío tanto se preocupa en perseguir. Se lo están trasmitiendo sus mejores amigos e Israel no se inmuta.

Netanyahu sigue ganando, Israel no deja de perder y el pueblo judío, mirando al cielo, lo continúa negando.

Ojalá me equivoque...

[1] «Embajador de EE.UU: Los israelíes toman la ley en sus manos»; Ynet; 18.1.16.

[2] «Liberaron a Nasser Nawajah»; Haaretz; 25.1.16.

[3] «Israel elogió la postura de Uruguay en la ONU»; Radio Jai; 27.1.16.

[4] Idem.

[5] «Novoa pidió cese inmediato de la violencia y los asentamientos ilegales; El País; Uruguay; 26.1.16.

[6] «Enfrentamiento entre Netanyahu y Ban Ki Moon»; Walla; 27.1.16.

[7] «Israel rechazó la iniciativa francesa»; Walla; 29.1.16.

[8] «Aduana de EE.UU ordena etiquetar por separado productos de Cisjordania»; Haaretz; 29.1.16.