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No dije lo que dije

bibiuEn su intervención ante líderes judíos durante el Congreso Sionista en Jerusalén, Bibi decidió - ¿por qué no? - escandalizar al mundo con declaraciones que dejaron helados hasta a los más ecuánimes: Hitler no quería exterminar a los judíos, pero fue convencido a hacerlo por Haj Amín al-Husseini, Mufti de Jerusalén.

Una interesante forma de rehacer la historia la que tiene nuestro primer ministro al asegurar que la única intención del Führer era expulsar a los judíos de Europa, pero, aconsejado por el líder religioso palestino, éste lo convenció de exterminarlos.

Por supuesto que al otro día llegó el «yo no dije lo que dije» de Netanyahu, quien junto a la asombrada Ángela Merkel en Berlín tuvo que «aclarar» que su intención nunca fue absolver a Hitler de su responsabilidad en la Shoá durante la Segunda Guerra Mundial sino sólo mostrar que ya entonces «el padre de la nación palestina deseaba matar a los judíos».

Para su mala suerte, en la era de las redes sociales, Youtube, Facebook, Twitter, etcétera, etcétera, la marcha atrás no existe y un paso en falso da lugar a reacciones inmediatas.

Hashtags como #themuftichangemymind o #muftisays fueron utilizados por cientos de miles de personas para burlarse de las declaraciones de Bibi.

Caricaturas de las más entretenidas inundaron las redes y se burlaban del exceso de influencia que Netanyahu atribuye al entonces líder de una Palestina aún en manos del Mandato británicó.

Cabe recordar que ésta no es la primera vez que Bibi se refiere a la «influencia» palestina en la Shoá. Ya en 2012 en un discurso frente al Parlamento, Netanyahu se refirió a Al Husseini como «uno de los principales arquitectos de la Solución Final» (!).

Por suerte hay quienes exigen no sólo una aclaración sino incluso una disculpa por la distorsión histórica. La misma Merkel, en una imagen surealista, salió primera al lado de Netanyahu para hacerse con la responsabilidad de lo ocurrido durante el Holocausto, pero aún hay líderes sionistas que exigen que Bibi se disculpe pues consideran que sus declaraciones no sólo exculpan a Hitler sino que incluso se inscriben entre los negacionistas de la Shoá.

Las reacciones de oficiales de Estados Unidos no se hicieron esperar tampoco pidiendo calma a los dirigentes palestinos para no «sacar de contexto» las declaraciones del mandatario hebreo y que éstas no se conviertan en un ingrediente más para empeorar la situación.

Sin duda es necesario que se contengan las respuestas enardecidas del lado palestino pero también deberían contener barbaridades como la expresada por Bibi que únicamente buscan generar más odio.

El intento de Netanyahu de relacionar a los palestinos con la Shoá en momentos en que la región volvió a ser un polvorín y los disturbios y enfrentamientos entre israelíes y palestinos regresaron a las notas de primera plana de todos los días no puede calificarse de otra forma más que de denigrante.