Cannot get Tel Aviv location id in module mod_sp_weather. Please also make sure that you have inserted city name.

Claudicar por 100 millones de $US

Binyamín NetanyahuEsta noche, amigo mío, el dinero nos ha embriagado.

No toda función teatral es una imagen de la realidad. Hasta pueden convertirse en una cortina de humo para esconder esa realidad.

La enérgica e inmediata respuesta de Netanyahu ante el sometimiento del emporio de comunicaciones internacional Orange a las presiones palestinas de boicotear a Israel, proyectó una imagen muy precisa del liderazgo hebreo. Bibi se mostró muy férreo y sumamente intransigente en su batallar en contra de todo intento de mezclar el conflicto de Oriente Medio en el campo internacional de economía, ciencias, artes y cultura.

Como es de conocimiento público, esta confrontación comenzó semanas atrás cuando Stephane Richard, director ejecutivo de Orange Internacional, aparentemente presionado por sectores pro-palestinos, declaró en una conferencia de prensa en Egipto que desearía poner fin a las prolongadas relaciones comerciales con Partner, la empresa israelí que mantiene un contrato de franquicia por el uso de la marca francesa.

Netanyahu reaccionó rápidamente declarando que «estamos ante un teatro de absurdo en donde la democracia que protege los derechos humanos, Israel, tiene que soportar condenas automáticas e intentos de boicot. Esto es imperdonable. Exijo del gobierno francés deslindarse públicamente de este miserable acto y expresión de una empresa de su propiedad parcial. Reclamo de todos nuestros amigos declarar a viva voz que ellos se oponen a todo tipo de boicot en contra del Estado de los judíos bajo cualquier condición» [1].

Miri Regev, la flamante ministra de Cultura, se acopló de inmediato a las exigencias de Bibi para exigir del presidente francés «despedir de inmediato al director ejecutivo de Orange Internacional a menos que se disculpe de sus expresiones antisemitas» [2].

Itzik Benbenisti, gerente general de la empresa israelí Partner agregó que las declaraciones de Richard «nos causan mucho daño y sopesamos demandarlo. Ningún director ejecutivo en el mundo nos puede dictar como comportarnos» [3].

Apremiado por la drástica reacción israelí y el escándalo consecuente, Richard trató de introducir calma por medio de un encuentro aclaratorio con el Embajador de Israel en Francia. Netanyahu prohibió esa entrevista demandando las disculpas del alto ejecutivo galo con su presencia personal en Jerusalén y ante el mismo Bibi.

A los pocos días, en la apertura de la conferencia de prensa conjunta de Netanyahu y Richard en Jerusalén, el premier hebreo se dirigió directamente al empresario diciendo «no es secreto que sus expresiones de la semana anterior fueron interpretadas por muchos como un ataque a Israel; por lo tanto, su visita aquí le da la posibilidad de aclarar su verdadera intención».

De inmediato, Richard respondió: «En esta oportunidad tengo la posibilidad de corregir el malentendido como consecuencia de aquellas declaraciones. Lamento profundamente la polémica que se desató. Desearía explicar claramente que Orange Internacional, como empresa, nunca apoyó ni jamás apoyará boicots de cualquier tipo contra Israel» [4].

Tras unas cortas tratativas directas entre los directivos de Partner y los representantes de Orange Internacional, en estos días se firmó un acuerdo cuyo contenido principal se dio a publicidad. Sin entrar en mayores detalles, el pacto fijó las condiciones por las cuales Orange Internacional se desvincula de Partner. Tal como lo titulan los medios: «Partner y Orange Internacional rompen relaciones. Orange pagará una indemnización de 100 millones de dólares» [5].

Ahora está claro. Apenas cayó el telón de esta payasada mediática bajo la producción artística de Netanyahu, el público podrá convencerse qué tipo de libreto le obligaron a digerir. El boicot no es una cuestión de principios como lo recalca permanentemente Bibi. Resultó ser una cuestión de dinero.

La experiencia del caso nos demuestra claramente que el Gobierno israelí está dispuesto a claudicar y abandonar sus principios por dinero, mientras que la empresa francesa demostró estar dispuesta a pagar mucho dinero para defender y pararse detrás de lo que cree son sus principios.

Da la impresión que el dinero suele embriagar a algunos.

Ojalá me equivoque...

[1] «Netanyahu: El gobierno francés debe deslindarse de Orange»; Walla; 4.6.15.

[2] «Netanyahu: El gobierno francés debe deslindarse de Orange»; Walla, 4.6.15.

[3] «Partner: Sopesamos demandar a Orange Internacional»; Ynet; 4.6.15.

[4] «Director ejecutivo de Orange se encontró con Netanyahu»; Globes; 12.6.15.

[5] «Partner y Orange Internacional rompen relaciones»; The Marker; 30.6.15.