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Israel / Irán - Balance

Durante su discurso en el Día del Holocausto, Netanyahu volvió a denominar a Irán, Hezbolá y Hamás "nuevos criminales ocupados en la destrucción del Estado judío" y advirtió: "El mundo entero sabrá que cuando Israel y Tzáhal dicen nunca más, hablan en serio".

1. Un logro de Barack Obama: Evitar la posibilidad de que Israel atacara militarmente las instalaciones nucleares iraníes fue un asunto de alta prioridad para el presidente de EE.UU desde que asumió el cargo. Para cumplir ese objetivo, EE.UU intensificó su atención sobre Tzáhal.

La administración Obama amplió la ayuda a Israel en lo que respecta al sistema de defensa con misiles, pero el suministro de nuevas armas ofensivas sólo se realizó bajo la forma de un "despliegue progresivo" de depósitos de emergencia cuya apertura sólo puede realizarse con la aprobación norteamericana. Hezbolá tiene un acuerdo similar con sus patrones iraníes; sólo estos últimos son quienes pueden permitir el uso de misiles de largo alcance en Líbano. Esta supervisión estricta ha logrado contener por el momento eficazmente a Israel.

2. Operaciones de disuasión por parte de Irán: Irán ha aprendido las lecciones de los bombardeos al reactor nuclear de Irak, en 1981, y al de Siria, en 2007: dispersó sus instalaciones nucleares para dificultar la posibilidad de un ataque aéreo. Y lo que resulta aún más importante: decidió trasladar la guerra al territorio enemigo y desarrollar un arma ofensiva estratégica contra Israel.

Las decenas de miles de misiles que Irán ha desplegado en Líbano y la Franja de Gaza, con la cooperación de las unidades militares sirias, son capaces de sembrar la destrucción en la zona de Tel Aviv y alrededores y paralizar la economía israelí durante mucho tiempo. Cuanto más reforzó Irán su amenaza de misiles, más fuerte se hicieron las advertencias dentro de Israel en contra de una aventura militar que conduciría a una destructiva e interminable guerra de desgaste. La disuasión de Irán opera en Tel Aviv, no en Natanz.

3. Una disputa prioritaria: En los últimos 10 días ha surgido un profundo desacuerdo entre los líderes israelíes acerca de la necesidad y conveniencia de un ataque militar a Irán. El primer ministro Binyamín Netanyahu, quien en su retorno al poder había prometido hacer todo lo posible para evitar que los iraníes desarrollaran armas nucleares, se aferra a la idea de que Mahmud Ahmadinejad es Hitler. Durante su discurso en el Día en Conmemoración del Holocausto, volvió a denominar a Irán, Hezbolá y Hamás, "nuevos criminales ocupados en la destrucción del Estado judío" y advirtió: "El mundo entero sabrá que cuando Israel y Tzáhal dicen nunca más, hablan en serio".

El ministro de Defensa, Ehud Barak, a quien siempre se consideró como socio de Netanyahu en la línea más activa en contra de Irán, últimamente ha suavizado su actitud. En una entrevista a Haaretz, Barak afirmó que Irán no usará sus armas nucleares en contra de Israel y rechazó los dichos del primer ministro acerca de un Holocausto. Barak es consciente de que una acción militar en contra de Irán requiere del apoyo masivo por parte de la población debido a los grandes peligros que implica. Si la amenaza no resulta tan grave, no hay motivo para un ataque.

El ex jefe del Mossad, Meir Dagan, fue, como siempre, mucho más contundente al sostener que un ataque aéreo contra Irán sería "ridículo". Las palabras de Dagan son las de un especialista en la materia: Él estuvo a cargo del expediente iraní hasta hace poco, y sus recomendaciones operativas durante la Segunda Guerra del Líbano demostraron ser más acertadas que las de cualquier otro.

4. Los iraníes tienen serios problemas: Los altos funcionarios israelíes que consideran que una operación militar constituye el último recurso - como en el caso del vice primer ministro Moshe Ya'alon - encuentran fundamento en la luchas políticas internas de Irán, las cuales no hacen más que reflejar la debilidad del régimen. Las sanciones económicas están empujando a la comunidad empresarial a volcarse hacia el opositor Movimiento Verde.

El líder supremo Alí Jamenei y Ahmadinejad han entrado también en una relación conflictiva: El líder religioso está presionando al presidente, quien al parecer no será propuesto para un nuevo mandato. El régimen de Bashar al-Assad en Siria, aliado de Irán, lucha actualmente por sobrevivir acuciado por la firme oposición de los manifestantes en varias ciudades. En ese contexto, es mejor para Israel permanecer tranquilo y no intervenir, dejando que los procesos internos de Teherán y Damasco hagan su trabajo.

5. Conclusiones provisionales: En su próximo discurso ante el Congreso de EE.UU, Netanyahu reiterará su advertencia de que Israel sufre de nuevo la amenaza de la destrucción, y que, como tal, no debe ser obligado a retirarse de los territorios esenciales de Cisjordania para dejarlos en manos de "criminales". Las insinuaciones del envío de la fuerza aérea en una misión de tipo "nunca más" contra Irán en caso de que Israel termine acorralada, están pensadas para disuadir a Obama de imponer un acuerdo israelí-palestino.

Pero la amenaza suena a palabra vacía. Las disputas internas en Israel, la preocupación ante la posibilidad de una destructiva guerra de desgaste y la incertidumbre acerca de cómo habrá de responder Egipto, operan como frenos que detienen las ruedas de la aeronave. Netanyahu esperó dos años sólo para darse cuenta de que ahora le resulta mucho más difícil atacar.

Fuente: Haaretz - 13.5.11
Traducción: www.argentina.co.il