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La farsa de Obama

Barack ObamaEl ritual de la colonización civil judía en Cisjordania responde a un estricto protocolo ceremonial que se repite sucesivamente.

a. Obedeciendo a presiones de colonos, el Gobierno israelí autoriza un plan de construcción de nuevas viviendas para judíos en la región.

b. La oposición y el grupo pacifista israelí «Paz Ahora» culpan al Gobierno de sabotear las posibilidades o conversaciones de paz.

c. Los palestinos acusan a Israel de cometer un crimen de guerra.

d. El Gobierno de Washington declara su malestar por esa decisión ilegitima cuyo único propósito es erigir un obstáculo para el proceso de paz.

e. En término de una semana el tema pasa al olvido del mundo.

f. Aplanadoras y cemento israelí se vuelcan sobre otras miles de hectáreas de tierras palestinas incrementando masivamente su población judía.

En estos días somos testigos de su enésima versión.

a. «El Ministerio de Vivienda y la Administración Central de Tierras de Israel dieron ayer a publicidad una licitación para la construcción de 450 viviendas nuevas en Cisjordania» (Walla; 30.1.15).

b. «Stav Shafir, parlamentaria del Partido Laborista, acusó al Gobierno de despilfarrar millones en colonias aisladas de Cisjordania en vez de desarrollar el norte y sur de Israel» (Galei Tzáhal; 31.1.15). «Yariv Oppenheimer, secretario general de Paz Ahora, atacó las circunstancias del anuncio asegurando que se trata de una maniobra sucia antes de las elecciones y que el Gobierno trata de aprovechar cada minuto para consumar hechos que impidan toda solución política» (Walla; 31.1.15).

c. «Hanán Ashrawi, conocida dirigente palestina, declaró que nuevamente los derechos palestinos son pisoteados al servicio de elecciones en Israel. En el mismo tono, otro jerarca palestino, Wasel Abu Yussef, aseguró que se trata de un crimen de guerra que obligará a la Corte Penal Internacional (CPI) a enfrentar el tema de las colonias judías en Cisjordania» (Walla; 31.1.15).

d. «John Ernst, vocero de la Casa Blanca, atacó ayer el programa de construcción de viviendas en Cisjordania. EE.UU expresa su profunda preocupación por los programas de Israel, de los cuales se desprende nuevas licitaciones para la construcción de más colonias en tierras palestinas, acto que afecta los esfuerzos de paz. Jen Psaki, vocera de la cancillería norteamericana, expresó que la posición de EE.UU al respecto es clara. Nosotros sostenemos que la construcción de colonias judías de Cisjordania es ilegal» (Walla; 31.1.15).

Bajo las relaciones de fuerzas existentes en la región, no cabe duda que a la oposición israelí, a los movimientos pacifistas y a los palestinos no les quedan alternativas más que el grito y la protesta. Muy diferente es la situación de la Administración de Washington.

Para cualquier ciudadano del mundo resulta incomprensible que Obama, considerando a Israel en sus palabras un delincuente que lleva a cabo actos ilegítimos de usurpación de tierras ajenas, sólo se permita balbuceantes llamados de atención sin ningún tipo de reacción adecuada a la magnitud de tal transgresión de normas internacionales. Pero la realidad es mucho más comprometedora con el presidente de EE.UU y revela claramente un comportamiento hipócrita.

No sólo que esos actos ilegítimos del Gobierno de Israel no impiden consolidar la eternidad de una ayuda económica directa de volúmenes anuales billonarios, sino que el mismo Ejecutivo del país del norte continúa otorgando millonarios beneficios impositivos a donaciones privadas estadounidenses destinadas a la ampliación de las colonias judías en Cisjordania [1].

La continuidad de esta contradicción, junto a la difusión de la creciente preponderancia e interferencia de millonarios judíos en la política estadounidense, lamentablemente fortalece y populariza una percepción universal que se trata de un vil comportamiento de sirviente de Israel basada en buenas razones políticas color verde. Pese a proyectar enojo con Netanyahu, la farsa de Obama continúa.

Es muy difícil desvincular este argumento, esa inexplicable relación preferencial hacia el Estado judío, de los motivos principales para que la creciente aversión y desprecio hacia Israel y los judíos se propague tanto los últimos tiempos.

Ojalá me equivoque...

[1] «Tax Excempt Funds Aid Settlements in West Bank»; Rina Castelnuovo; The New York Times; 5.7.10 – «Los impuestos de Obama apoyan el florecimiento de las colonias judías en Cisjordania»; Haaretz; 14.12.09