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¡Ustedes son culpables!

¿Dónde estaban las naciones del mundo mientras Hamás se armaba? ¿Cómo es que nadie controló qué se hacía con el dinero destinado a alimentar a los pobres palestinos, a edificar hospitales, a ampliar la educación, a crear puestos de trabajo?

La gran cantidad de misiles sofisticados y de largo alcance no son baratos, ¿Cuántas familias podrían haberse alimentado con uno solo de ellos?

Qué hermoso país podrían haber construido con ese dinero.

¿Cuántos parques infantiles? ¿Cuántos jóvenes de bajos recursos podrían haber ido a la universidad? ¿Cuántas fábricas estarían empleando a padres y madres de familia?

¿Cuánta cultura se compra con uno solo de esos misiles?

¿Dónde están las modernas ambulancias que se deberían haber adquirido con los fondos de la solidaridad?

Que maravilloso paraíso en la tierra podrían haber desarrollado en lugar de máquinas de muerte.

¿Qué sería del pueblo palestino en Gaza si Israel no les proporcionara alimentos y ayuda médica diariamente?

¿Por qué el mundo nos acusa a nosotros por defendernos? ¿Dónde estaba mientras Hamás se armaba?

Ustedes, señores del mundo, lo permitieron. Ustedes, señores del mundo, aportaron el dinero.

Ustedes, señores del mundo, no controlaron adónde iban dichas sumas millonarias.

Ustedes permitieron los jets de lujo de los dirigentes palestinos. Ustedes cerraron sus ojos y abrieron las universidades más exclusivas sólo para los privilegiados, hijos de dirigentes.

Ustedes aportaron dinero para hospitales, pero ellos siguieron trayendo sus enfermos a Israel.

Ustedes, señores del mundo, ¿qué pensaron qué Hamás haría con todas esas armas? ¿autoprotegerse?, ¿arar la tierra?, ¿poner claveles en las ametralladoras?

Ustedes callaron durante años mientras ellos nos bombardeaban día y noche.

Ustedes, señores del mundo, les justificaron.

Ustedes, señores del mundo, tienen la culpa.

Ustedes tienen la sangre de las víctimas de ambos lados sobre sus cabezas.

Tenemos derecho a defendernos. Ustedes jamás nos defenderán; debemos que hacerlo nosotros.

No queremos víctimas inocentes. Ustedes con su paternalismo desdeñoso del terrorista palestino, nadie más que ustedes tienen la culpa de lo que está sucediendo.

Mientras Israel es atacado, callan. Cuando Israel se defiende, gritan. Pues pueden seguir gritando, los muertos son suyos. Son su responsabilidad.

Sus lágrimas de cocodrilo no me conmueven. Ustedes son quienes nos deben una explicación a nosotros y a toda las víctimas del terrorismo.

Esa bestia llamada terror es su obra; la han creado, alimentado y visto crecer en silencio. Si ahora se escuda entre niños, mujeres y ancianos es su culpa. Su paternalismo es el responsable.

Les declaro culpables.

Culpables por haber alimentado el terrorismo.

Culpables por permitir que Gaza se armara.

Culpables por haber proporcionado fondos sin mecanismos de control.

Culpables por instigar el odio y las falsas acusaciones contra Israel.

Culpables por no tener el coraje de atacarnos directamente y usar el terrorismo árabe-musulmán para tratar de acabar con nosotros.

Tienen mucho de que arrepentirse y muchas explicaciones que darnos.