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Yossi Beilin: "Israel perdió su inmunidad"


"Por primera vez ha ocurrido algo que nunca se dio - dice Yossi Beilin - la izquierda y la derecha hablan de la fórmula de dos Estados. Pero la proximidad de puntos de vista no significa que estemos en camino hacia la solución del conflicto".


Su nombre está asociado a la paz soñada. Yossi Beilin fue uno de los artífices de la Iniciativa de Ginebra, una propuesta cívica de paz trazada por israelíes y palestinos al margen de los gobiernos.

Beilin - que presentó este tratado en 2003 en la ciudad suiza junto a Yaser Abed Rabbo, entonces ministro palestino - aún no ha renunciado al anhelo de implementar esta iniciativa, aunque haya dejado de lado su perfil político para dedicarse a los negocios. En noviembre de 2008 abandonó su escaño en la Knéset (el Parlamento israelí) y fundó una consultora internacional, Beilink.

Su bagaje político siempre ha estado vinculado a la izquierda. Fue portavoz del Partido Laborista entre 1977 y1984 y luego viceministro de Exteriores durante el Gobierno de Shimón Peres en los '90, posición desde la que se implicaría profundamente en la arquitectura de los Acuerdos de Oslo.

En 1996 le disputó a Ehud Barak el liderazgo laborista, pero perdió el embate. Su rival, no obstante, le dio un puesto destacado cuando accedió al Gobierno: Beilin ocupó la cartera de Justicia entre 1999 y 2001.

Hacia 2003 dio un giro más a la izquierda y se pasó al partido pacifista Meretz, del que fue su líder hasta marzo de 2008. Sigue siendo militante de Meretz pero sobre todo, de la paz con los palestinos.

- El ataque contra la flotilla aún pesa al abordar la realidad de Oriente Próximo. ¿Qué opina usted del abordaje que se saldó con nueve muertos?
- Creo que la historia está siendo ahora aclarada. La intención de estos grupos era entrar en Gaza para identificarse con la gente, al mismo tiempo que les llevaban una ayuda simbólica. En el pasado, el Gobierno de Israel debatió sobre si permitir o no la entrada de estos barcos a Gaza. Creo que la decisión de no permitirles entrar en Gaza fue legítima. No creo que los soldados los atacaran, creo que intentaban pararlos. Pero, una vez que el resultado es la muerte de nueve personas, es muy difícil de explicar que el ejército es la víctima. Una vez que han muerto, debe haber una expresión de dolor. Nadie esperaba que sucediera esto. Lo segundo es investigar cómo ocurrió todo y alguien tiene que pagar el precio por eso. Incluso si fue un accidente y si no hubo malicia por la parte israelí - algo que yo creo -, eso no significa que podamos decir que todo fue culpa de los demás y olvidarlo. Sólo entonces se debe entablar el debate real sobre el futuro del cerco a Gaza. No necesariamente debe estar conectado a este acontecimiento, pero no puede ser pospuesto por más tiempo.

- Entonces, ¿piensa que este incidente y la presión internacional contribuirán a que Israel levante todas las restricciones a Gaza?
- Personalmente, creo que Israel debe levantar totalmente el bloqueo a Gaza y dejar que los palestinos hagan lo que quieran en la Franja. Pero, mientras la decisión de Israel sea continuar este tipo de política - que parece decir: "abandonamos Gaza de forma unilateral pero aún la controlamos", el eventual cambio no debe ser el resultado de un choque de barcos. Debe haber un debate en el Gabinete, en el Parlamento.

- Lo ocurrido en el Mavi Marmara ha hecho perder a Israel muchos apoyos en la comunidad internacional. Ya pasó con la guerra contra Gaza. ¿No cree que su país está cada vez más aislado internacionalmente?
- No hay duda de que Israel está ahora más aislado que nunca. Quizá sólo en los '70 se encontró mas aislado que hoy. Y estoy muy preocupado. Incluso si Israel puede justificar algunas decisiones politicas, cuando aquellos que las justifican son personas de extrema derecha, como el ministro de Exteriores, Avigdor Liberman, u otros miembros del Gabinete, nadie en el mundo lo compraría. Y ésta es la tragedia. El gran error del primer ministro israeli, Binyamín Netanyahu, fue nombrar a este ministro de Exteriores. Tomó esa decisión porque no dio importancia al cargo. Para él, el ministro de Exteriores sólo va a cócteles. Pero ahora se ve que cuando Israel tiene que explicarse, se necesita a alguien con quien se pueda hablar y él no es esa persona. Por un lado, Israel toma decisiones de la mano de este Gobierno que está muy a la derecha. Y por otro lado, incluso cuando los pasos que se dan son justificables, no pueden ser comprendidos por el mundo. Así, la situación hoy es que Israel perdió esa especie de inmunidad que tuvo cuando el mundo creía que era serio en sus esfuerzos de paz. Cuando la sensación es que no hay proceso de paz - y es una sensación correcta - todo lo demás son titulares de prensa. Israel ha perdido su inmunidad.

- Pero, al mismo tiempo, a Israel no parece importarle que la comunidad internacional condene sus acciones.
- Eso no es una gran sorpresa. Este Gobierno está muy a la derecha y la opinión principal de la mayoría de sus miembros es que el mundo no les comprende. Históricamente, el mundo es mucho menos importante para los gobiernos de derechas que para los de centro-izquierda, por definición.

- La perspectiva de solución al conflicto está basada en la teoría de dos Estados -uno israeli y otro palestino - que coexistan uno al lado del otro. Pero la opción de un Estado binacional gana adeptos. ¿Piensa que puede llegar un momento en que la solución de dos estados ya no sea posible?
- Sólo hay una opción. La de que haya una frontera entre Israel y la otra parte. No tiene por qué ser una solución de dos Estados. Si los palestinos deciden crear una confederación con los jordanos - ésa fue la idea hace años -, no es imposible desde el punto de vista israelí. Pero Israel nunca aceptará la solución de un Estado. Nunca debería aceptarla. Y si la otra parte dice que no aprueba la solución de dos Estados, creo que en ese caso la solución será unilateral. Nadie puede imponer a Israel un Estado. Incluso si no hay un primer ministro israelí que diga "No confio en los palestinos y quiero una solución unilateral", como Sharón - esto es muy realista, creo que incluso Netanyahu podría hacerlo -, se abandonaría unilaterahnente Cisjordania y así no se tendría que negociar sobre Jerusalén ni sobre los refugiados. No traerá la paz; no pondrá fin a la violencia, quizá la aumentaría, pero desde el punto de vista demográfico resolvería el problema.

- Ahora mismo, las negociaciones están estancadas. Pero aun así, usted es algo optimista. ¿Traerá la paz Netanyahu?
- Por primera vez ha ocurrido algo que nunca se dio: la izquierda y la derecha hablan de la solución de dos Estados. Pero la proximidad de puntos de vista no significa que estemos en camino hacia la solución; simplemente es una mejora de la situación, una base para el futuro. Pero no significa que vayamos a tener paz ahora. Con el actual Gobierno israelí, no creo que la paz esté cerca. No se quiere la guerra - lo último que querría Netanyahu es otra guerra - pero no creo que esté listo para pagar el precio que demanda el liderazgo palestino más pragmático. Por ello, no creo que estemos cerca de una solución permanente. Netanyahu estará listo para acuerdos interinos. Quizá sea una opción para que los palestinos acepten una solución temporal y entonces los estadounidenses puedan describir el cuadro con detalle.

-  El primer ministro palestino, Salam Fayyad, ha dicho que está dispuesto a declarar el Estado palestino de forma unilateral si no hay un acuerdo. ¿Cree que esto es viable? ¿Qué consecuencias tendrá?
- No ocurrira. Lo que ha dicho Fayyad es que quiere preparar las estructuras palestinas para ser un Estado en dos años. Por supuesto, él prefiere una solución politica que establezca un Estado palestino. Dudo mucho que quiera una declaración unilateral. Pero tampoco quiere que si hay un acuerdo para crearlo, los palestinos no estén preparados. Debo admitir que si los palestinos deciden declarar su Estado de forma unilateral, esto jugará a favor de Israel porque ese Estado no estará en las fronteras de 1967 sin o sólo en el 40% del territorio palestino. Y el mundo dirá: "Bien, tenemos un Estado palestino, muchas gracias". Habrá entonces una disputa fronteriza entre palestinos e israelíes. Hay más de 72 conflictos de este tipo en el mundo. Hoy, el mundo está muy interesado en una solución entre palestinos e israelíes, pero si se convierte en un desacuerdo fronterizo - como el que hay entre Siria y Turquía, por ejemplo -, ¿quién se interesará por ello? Así que sin resolver los asuntos de Jerusalén y los refugiados, sin una frontera permanente, sólo declarando que ese Estado no está sólo en el 40% del territorio que controlan hoy sino en las fronteras del 67, se pondrían en un profundo problema. No creo que se hagan eso a sí mismos. Por cierto, si lo hacen, Netanyahu sería el primero en reconocer ese Estado; si son felices declarándolo en el 40% del territorio, el primer ministro no se opondrá, sería un escenario maravilloso para él.

- ¿Hamás debe ser integrado en los esfuerzos de paz?
- Esa no es la cuestión, porque Hamás nunca pidió ser integrado en el proceso de paz. Lo último que quieren es hablar con nosotros. Si están listos para hablar conmigo, yo estoy dispuesto. Sobre las negociaciones de paz, nuestra contraparte es la OLP reconocida por la comunidad internacional como la única representante de los palestinos. No podemos ignorar a Hamás, es la fuerza más poderosa, ganó las elecciones. Teóricamente, Hamás debería ser parte de la Organización para la Liberación de Palestina. La respuesta oficial debe ser: Israel negocia con la OLP, la OLP es el representante legítimo y debe incluir a todos los grupos palestinos. Y si la OLP incluyera mañana a Hamás, deberíamos hablar con ella. Uno debe hablar con todo el que esté listo para hablar con él.

- Intelectuales de izquierda israelíes como Michel Warschawsky denuncian el proceso de deshumanización de los palestinos que se vive en Israel. Dicen que la sociedad israeli está en crisis y uno de sus reflejos es el recorte de los derechos de la minoría árabe-israelí. ¿Qué está ocurriendo?
- Israel es una democracia muy fuerte, con muchos errores y problemas. Está lejos de ser perfecta. A veces, realmente es de locura, sobre todo por algunas ideas de la derecha que indirectamente hieren los derechos de las minorías. Hay un problema grave con la ley de entrada a Israel, con la reunificación familiar, pero en general es una de las democracias más fuertes del mundo.

- Pero ciertamente la minoría árabe-israeli (los palestinos con ciudadanía israelí que suponen un 20% de la población) está siendo maltratada en Israel.
- Pienso que bajo este Gobierno de derechas tiene grandes problemas. Pero no creo que Israel esté en una crisis. Podemos estar orgullosos de esta democracia y luchar contra cualquier intento de disminuirla por estar en guerra o en crisis económica. Hay un cierto racismo en Israel. Somos el pueblo que más ha sufrido en el mundo a causa del racismo pero eso no nos ha hecho inmunes a que nosotros mismos lo seamos. Muchos piensan que porque hemos sufrido el racismo no podemos ser racistas. Pero sí que podemos. Debemos luchar contra ello. Es realmente preocupante. Tenemos una buena educación, una tecnología avanzada, leyes democráticas, pero eso no significa que no haya amenazas y peligros reales a esa democracia.

Fuente: Diario El Mundo; 24.7.10