Imprimir

"Es una gran vergüenza, pero también un día de igualdad ante la ley"

La Profesora Suzie Navot, Catedrática de Derecho Constitucional en el Instituto Académico (Mijlalá) de Rishon Letzion, es una de las caras y voces más conocidas en los medios de comunicación en Israel. A menudo, cuando hay temas en los que el análisis jurídico es esencial, la singular combinación entre su sapiencia y su firmeza, así como también la originalidad de su enfoque, la convierte en una entrevistada muy requerida.

El acento totalmente "sabra" de su hebreo, no revela un hecho que para nosotros es motivo de orgullo: que esta destacada jurista israelí nació en Uruguay, llegó al país a los 13 años de edad y fue alumna en la Escuela Integral. Allí la recordarán como Susana Eisenberg. La entrevistamos días atrás sobre el tema del juicio en el que el ex presidente de Israel, Moshé Katsav, fue hallado culpable de violación, acoso sexual y otros serios crímenes.

Lo impactante de su labor en lo jurídico y el respeto del que goza, no logró evitar el tuteo inmediato al encontrarnos con una persona tan agradable y bien dispuesta.

- Creo que es inevitable comenzar esta entrevista por el tema del ex presidente de Israel, Moshé Katsav, que acaba de ser hallado culpable de serios crímenes, entre ellos acoso sexual y violación. ¿Cómo analizas lo sucedido, en tu doble condición de jurista y ciudadana israelí?
- La primera sensación, ante todo, es que este es un día que nos hace sentir una gran vergüenza. No es algo de todos los días que el presidente del Estado sea declarado culpable de violación. Es un día de introspección y análisis. Ante todo, porque hay que preguntarse cómo llegamos a una situación en la que fue posible nombrar a una persona como Katsav para ese cargo. Esta pregunta se la deben plantear todos aquellos que sabían ya al comienzo de su carrera, que algo pasaba, pero se mantuvieron en silencio. Nos deben un informe, por nuestra condición ciudadana.

- Tú dices que no puede ser que no sabían...
- Claro que no puede ser. Sabían y no hablaron. También los diputados que votaron por Katsav nos deben un informe, un doble informe. En primer término, porque nombraron a alguien para el cargo sin cerciorarse antes de que su pasado sea impecable. Ese no fue un nombramiento común y corriente. El cargo del Presidente del Estado es el símbolo del Estado, representa al Estado, simboliza lo mejor del país, y por lo tanto, antes de designar a alguien para ocuparlo, la consideración no debe ser si es una figura cómoda políticamente. Lo primero que hay que ver son sus valores, su integridad moral. Pero digo que nos deben un doble informe, porque los diputados podrían haber defenestrado al presidente ya al comienzo de todo este proceso. Podrían haber dicho que el comportamiento del presidente no es propio de su investidura, pero no lo hicieron, aunque la Knéset tiene autoridad para ello. Para la Knéset fue muy cómodo dejar que sea sólo el brazo judicial penal el que actúe y por eso digo que falló. La Knéset tendría que haber actuado como guardián del presidente. Y si surgió aunque más no sea una falla en relación al comportamiento del presidente, eso tendría que haber sido suficiente para que la Knéset proclame que no es digno que continúe en su cargo. Y esto, inclusive si era inocente. Basta con que alguna mancha gris ensucie el nombre del presidente, para que deba dejar de ejercer sus funciones. Pero eso era algo que la Knéset debería haber dicho. Y no lo hizo.

- Hubo problemas también en otros marcos que no actuaron en forma ideal... por decirlo delicadamente.
- Por supuesto. Creo que este es un día de introspección también para la Fiscalía, que aceptó en su momento llegar a un acuerdo intermedio con la Defensa de Katsav, en cuyo marco él habría salido del paso en forma muy liviana. Y ahora que se sabe todo en forma categórica, claro está que no era digno aprobar ese acuerdo.

- Es que el problema radica en la existencia misma de esa institución de la fórmula que en hebreo se llama "iskat tiún", en inglés "plea bargain", ese acuerdo interino en cuyo marco un sospechoso acepta admitir crímenes mucho menores que los que se le imputan... se ahorra la continuación de un juicio prolongado y complejo y se van cerrando expedientes...
- Creo, aunque parece que estoy en minoría, que no es digno llegar a estas fórmulas intermedias con figuras de la cúpula pública del Estado. La justicia no sólo tiene que hacerse, sino que antes tiene que verse. Llegar a acuerdos detrás de las bambalinas, a puertas cerradas, cuando nadie puede saber los detalles exactos, es algo que atenta contra el derecho del público a saber y contra el interés general. Creo que no es algo digno.

- ¿Crees que este es también un día que transmite buenas señales desde la democracia israelí?
- Por supuesto. Es un día en el que queda claro que Israel enarbola a lo alto la bandera de la igualdad ante la ley. No es algo sobreentendido que una democracia sea capaz de llevar a su presidente a juicio y de declararlo culpable. No es algo evidente. En esto, creo que tenemos motivos para sentir mucho orgullo. Claro que considero que habría sido mejor no llegar a tener que lidiar con este examen, pero creo que al menos, tras haber llegado a él, es bueno que lo hayamos pasado exitosamente.

- Suzie, una pregunta que quizás debería plantearla a un sicólogo, no a una jurista... ¿Cómo explicas el tono, el estilo especial de Katsav durante todo este proceso, en el que no dijo simplemente que es inocente, como suele hacer todo acusado, sino que atacó con dureza, a veces en forma desenfrenada, a todo el que lo criticaba, a los periodistas que le planteaban preguntas? Hubo algo poco común en su forma de lidiar con el tema...
- Ante todo, creo que es una apreciación correcta la que estás haciendo. Pero tengo que corregir algo en relación al argumento de Katsav de que no es culpable, ya que cerca del final del proceso, sus abogados dijeron que si queda demostrado que hubo relaciones sexuales, pues fueron de común acuerdo. Esa fue una semi confesión de que algo había pasado. O sea que por un lado decía que no había hecho nada, por otro lado surgió este otro elemento. Respecto al estilo que tuvo Katsav a lo largo de todo este tiempo, diría que le costó caro. Recordemos que el tribunal se refirió explícitamente a la forma en que Katsav lidió con este tema. Dicen cosas muy poca elogiosas. El tribunal dijo, por ejemplo, que Katsav es una persona inteligente, que capta muy rápido las cosas y que conocía cada pequeña evidencia en el expediente. Pero no lo dice como algo positivo, aunque puede sonar así. El contexto se refiere a un hombre astuto que le miente a los jueces y cuya forma de lidiar con el caso en el que está envuelto es, desde el principio al fin, una gran manipulación.
O sea que usando palabras que pueden sonar positivas, los jueces dejaron en claro terminantemente un mensaje opuesto, una gran crítica a Katsav sobre la forma en que manejó el caso. Y lo mismo, a la inversa, sobre los testimonios de las mujeres. Sobre una de ellas dicen que planteó su versión "sin ninguna sofisticación", relatando cosas que la presentaban "bajo una luz negativa". Queda claro que la intención es señalar que el tribunal acepta su versión como auténtica.

- ...Dando a entender que si la mujer dice cosas que la dejan mal a ella misma, con tal de contar todo lo que sucedió, significa que está diciendo la verdad...
- Exactamente. Este es un elemento interesantísimo del veredicto.

- Según no pocas de las citas del veredicto, la sensación que yo tuve, por el estilo en que fue escrito, por varios de los planteamientos hechos para explicar la conclusión a la que finalmente se llegó, fue que los jueces no sólo querían presentar la verdad sino que además, querían dejar en claro su enojo. ¿Puede haber un elemento así en los tribunales o es infantil mencionarlo?
- Me es difícil decirlo en base a palabras escritas. Trato de no atribuir sentimientos a los jueces y de analizar los hechos en forma más fría. Pero es indudable que todo lo dicho, fue dicho en términos sumamente duros.

- ¿Cuán duro fue el veredicto en comparación con situaciones similares ya conocidas en otros casos?
- Para responderte a ello tendría que analizar la terminología utilizada en cada veredicto. Es muy difícil. Pero lo que sí puedo asegurar es que cuando digo que los términos utilizados fueron sumamente duros me refiero a que no dejan absolutamente ningún lugar a dudas sobre nada de lo que se le declara culpable; no se menciona absolutamente ninguna circunstancia que supuestamente debe ser considerada como elemento para aliviar su situación... Quizás el único ejemplo sería la mención de los jueces afirmando que los medios de comunicación le hicieron su propio juicio a Katsav, dando a entender que ahí hubo una injusticia. Pero inmediatamente después, agregan otra frase que comienza con un "pero", señalando que no es que Katsav era un indefenso frente a los medios poderosos sino que él mismo había jugado un rol activo en todo eso. Por lo tanto, su conclusión es que no había habido nada injusto en el proceso jurídico en su contra.

- Aquí estamos analizando los detalles jurídicos de todo esto, pero claro está que el gran tema - o al menos el otro gran tema - es la dimensión pública del caso, por tratarse de un ex presidente. Al emitir su juicio ¿los jueces tienen que tomar en cuesta esta dimensión?
- La respuesta es sí, sin duda, porque un ex presidente tiene numerosos beneficios, que le son quitados si es hallado culpable de crímenes que tienen un elemento claro de inmoralidad, lo que en hebreo llamamos "kalón". Por lo tanto, los jueces tienen que tomar en cuenta que se trata de una figura pública.

 -Pero no se trata sólo del tema de la vergüenza o de la mancha moral por los beneficios que se le quitarán...
- Es cierto. También es importante porque si se le declara culpable de crímenes que contienen también ese elemento, no puede postularse a ningún cargo público cuando salga de prisión, durante siete años. Eso es clave.

- ¿Pero no tienen que, digamos, dictar moral en el sentido de señalar explícitamente que, "el presidente no se debe comportar así"?
- No, el principio de la igualdad plena ante la ley, funciona en las dos direcciones. El que sea presidente, no puede determinar que reciba un castigo más duro que si no lo fuera, ni tampoco más liviano.

Fuente: Semanario Hebreo de Uruguay