Argentina e Israel conmemoraron el 20 aniversario del atentado contra la embajada israelí en Buenos Aires, el primero de los dos ataques terroristas contra objetivos judíos en este país sudamericano y que causó 29 muertos.

En un acto llevado a cabo en el sitio donde funcionaba la representación diplomática, hoy convertido en una plaza seca, funcionarios de ambos gobiernos exigieron justicia para las víctimas del ataque terrorista perpetrado el 17 de marzo de 1992, por el cual no hay detenidos ni procesados.

El día de la conmemoración se adelantó debido al Shabat.

Israel envió al homenaje una comitiva, encabezada por el ministro de Gobierno, Yossi Peled, y el vicecanciller, Danny Ayalón. Peled aseguró que Irán, al que identificó como el responsable del atentado, «representa una amenaza para el mundo entero».

La delegación incluyó además al embajador Itzjak Shefi, quien estaba al frente de la representación diplomática en el momento en que se perpetró el ataque terrorista, y a Danny Carmón, que ocupaba el cargo de cónsul y perdió a su mujer en el atentado.

Entre las autoridades locales presentes en el acto estuvieron el vicepresidente argentino, Amado Boudou; el jefe del Gabinete, Juan Manuel Abal Medina; los ministros de Justicia, Julio Alak, y de Defensa, Arturo Puricelli, además de la vicejefa de Gobierno de la capital del país, María Eugenia Vidal.

Tanto la Corte Suprema de Justicia de Argentina, que tuvo a su cargo la causa, como Israel apuntaron a la organización terrorista libanesa Hezbolá, como responsable de la planificación y la ejecución del atentado.

Sin embargo, la investigación del máximo tribunal del país no arrojó resultado alguno.

El de la embajada fue el primero de dos atentados contra la comunidad judía en Argentina, donde el 18 de julio de 1994 un coche-bomba destruyó la sede de la AMIA, con un saldo de 85 muertos y cientos de heridos.

La Justicia de Argentina también atribuyó el atentado a Irán y a Hezbolá y pidió la captura internacional de varios funcionarios iraníes.