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«Todo se puede solucionar»

Danny GoldEl Dr. Danny Gold es la persona a quien se puede agradecer las numerosas vidas salvadas en Israel durante la última guerra con Hamás en Gaza por la «Cúpula de Hierro» que ideó y desarrolló con gran éxito.

El sistema de misiles antimisiles, que desde un comienzo él estaba seguro que funcionaría bien, interceptó y destruyó en el aire la enorme mayoría de los cohetes disparados hacia las zonas habitadas del país.

Esta es la segunda y última entrega de la entrevista que nos concedió recientemente.

- Danny, para lograr concretar el sueño que tú estabas convencido iba a funcionar, la Cúpula de Hierro, para interceptor y destruir en el aire cohetes y misiles disparados hacia Israel, el desafío no fue solamente el de desarrollar el sistema más exitoso posible, sino también lidiar con todos aquellos que se te oponían, ¿verdad?
- Así es. Te diré que inclusive cuando ya sí estábamos trabajando intensamente, con 300-400 personas dedicadas al tema, chicas de 24 años junto a jubilados de 70 que trajimos de vuelta porque sabíamos que servirían, surgieron nuevos problemas. Salió el informe del Contralor del Estado, criticándome...

- Alegando que te habías tomado sin permiso potestades de primer ministro, comandante en jefe...
- Así es. Pero sinceramente, no me importó mucho; decidí rodearme de una «cúpula» para poder seguir trabajando; y así lo hice. No es que no contesté a las críticas, claro que sí, pero a la gente de mi equipo le molestaba más.

- Y luego, ya terminado, en tiempo récord y con grandes porcentajes de éxito, tú miras atrás y dices que ésto no tiene precedentes…
- Sin duda. Pero aclararía que es así no sólo en lo relacionado a la parte operativa en sí, aunque claro está que esa es la principal para mí, que esto funciona y salva vidas. Aquí hay también un tema de dirección y administración del proyecto, en lo que también hubo una situación sin precedentes. No se podía hacer esto con las herramientas que existían; concretar un Proyecto así en tres años, con un record de éxito en la práctica y con el 5% del dinero que costaron cosas hechas antes que se le parecían en algo. No existe; no está en los libros. Las leyes en la literature existente sobre el tema aseguraban que es imposible...

- Y tú mismo lo sabías, no sólo por tu intuición sino por tus estudios…
- Así es. Uno de mis doctorados es en Ingeniería Electrónica y el otro en Administración de Empresas. Todo lo escrito aseguraba que esto no se puede llevar a la práctica. Pero como ya dije, seguimos corriendo.

- Y para garantizar que Israel esté protegido del disparo de cohetes ¿el secreto está sólo en la cantidad de baterías que se puedan emplazar, que cubran el cielo de Israel? Recordemos que tenemos otras capas de defensa antiaérea, además de Kipat Barzel (Cúpula de Hierro)… Claro, pero son para distintos tipos de amenazas y de distancias. Está el «Sharvit Haksamim» o sea «Varita Mágica», conocido en inglés como «David's sling» («Honda de David»), para misiles de mayor alcance y distancia…
- Así es.. Y el «Jetz» («Flecha») para lidiar con misiles que pueda disparar Irán. Pero la Cúpula de Hierro no fue programada pensando en Gaza, sino más que nada en la amenaza de misiles desde Líbano y Siria. Hezbolá tiene tanto cohetes como misiles. Claro que el tema de las cantidades influye... y siempre se puede comprar más baterías.

- ¿Cuál es la capacidad del sistema para lidiar con los disparos; o sea, cuántos al mismo tiempo puede interceptar? Me imagino que hay cosas que no se puede decir.
- Es cierto, no se dan datos precisos, pero se piensa en eso todo el tiempo. Sé que en Youtube hay filmaciones en las que la Cúpula dispara 14 misiles de una vez. De todos modos, hay que hacer otras cosas para lidiar con la amenaza. Tzáhal (Fuerzas de Defensa de Israel) dedica mucho esfuerzo al tema de Inteligencia. Se trata de impedir que los lanzadores logren disparar, neutralizándolos antes de que lo hagan o atacando los depósitos de misiles. Eso es no menos importante que la defensa que da Kipat Barzel. Todo junto, son capas que se complementan. Y cuando ya no hay más remedio, se entra por tierra. Pero es cierto que precisamos más baterías. Hoy tenemos una buena cantidad. Según lo que se ha publicado en la prensa, ya hay nueve operativas, camino a diez. Cada batería cubre la protección de una ciudad grande y territorios importantes a su alrededor. Y claro que se necesita comprar más para que todo esté cubierto; también comprar buena cantidad de los misiles antimisiles que interceptan a los disparados hacia nosotros; y siempre ver cómo se puede mejorar más el sistema. Lo desarrollamos de modo que es un sistema vivo, que puede ser perfeccionado y cambiado con facilidad.

- Creo que un punto importante de mencionar es que como la Cúpula detecta con su avanzado sistema de sensores y radar, dónde va a caer el misil que está en camino - y todo por cierto en cuestión de segundos - eso detona la alarma en la zona indicada, lo cual alerta a la población, que se refugia.
- Claro; eso es importantísimo porque es otro elemento en el sistema de protección, la actitud de la gente. Y funciona de modo muy puntual, muy concreto, lo cual permite también que el resto del país, en ese momento, siga funcionando.

- Danny ¿tú te sorprendiste con el altísimo porcentaje de éxito de la Kipat Barzel? Ha sido medido en alrededor del 90% o algo más.
- No, la verdad que no. Desde 2012, fueron lanzados a Israel desde la Franja de Gaza más de 6.000 cohetes, unos 1.500 en 2012 y en la última guerra otros 4.500. El sistema es activado cuando se capta que el cohete va a impactar en zonas habitadas. Pues la mayoría cayeron en espacios abiertos y de todos aquellos que iban a caer en ciudades o pueblos, aproximadamente 1.000 fueron interceptados y destruidos en el aire. Son cantidades enormes. Sin precedentes. Yo estaba convencido de que así sería y dije a mi equipo: aspiramos al máximo. Claro que todo aparato puede fallar por diferentes circunstancias. Aquí todo se registra de inmediato, se analiza y se corrige. Sinceramente, creo que alcanzaremos porcentajes de éxito más altos todavía.

- ¿Hay algún precedente que se acerque siquiera al éxito de Kipat Barzel en otro sistema armado defensivo?
- No, nada, en todo el mundo. Se intenta desarrollar, pero no hay nada parecido, no sólo en efectividad sino tampoco en términos del bajo costo. Un misil que dispara la Kipá cuesta aproximadamente el 5% de lo que cuesta un misil tierra-aire común. Y con un desempeño al máximo.

- ¿En qué medida es importante en el éxito, el elemento humano que maneja la batería? ¿O todo depende sólo de la tecnología?
- Los soldados y oficiales en cada batería, que la hacen funcionar, son sumamente responsables. Pasan una capacitación muy profesional y bastante agotadora. Pasan muchos filtros, son muy serios. Imagínate que ven en la pantalla los cohetes en camino a la ciudad que tienen que proteger y deben tomar decisiones con una gran rapidez, porque si se equivocan, cae el cohete y mata gente. No hay vueltas. Y son todos soldados muy jovencitos.

- Increíble, sólo en Israel...
- En realidad, acá también satélites pueden ser manejados por gente muy joven; todos muy serios y responsables. En cuanto a Kipat Barzel, podemos verla a veces como un robot gigantesco que da sólo las distintas posibilidades de actuar, está también la opción de hacerlo manual pero no dan los tiempos; y por último el modo semiautomático en el que todo es calculado al detalle automáticamente, pero se requiere que la persona a cargo sea la que autorice el lanzamiento. También existe la posibilidad de que absolutamente todo pueda ser automático. Pero no soy yo, sino el comandante de la Fuerza Aérea quien decide qué sistema se usa. Ellos lo deciden.

No sólo seguridad

- ¿Has pensado alguna vez que sería bueno alcanzar estos éxitos pero no en el desarrollo de sistemas armamentistas defensivos, sino en otros ámbitos, sin tener que preocuparse por luchar?
- Creo que Israel ya lo hace, con gran éxito, en numerosos emprendimientos civiles. Claro que sería mejor poder concentrarse sólo en eso, en start ups civiles, éxitos agrícolas, científicos, en aprovechamiento del agua; en muchas cosas, pero también tenemos que defendernos. Los sueños son muchos, pero no depende sólo de nosotros. Vivimos con mucha incertidumbre por el problema de seguridad y creo que eso incrementa la creatividad, parte de la explicación de los éxitos también en la vida civil, hallándose soluciones para distintos problemas. Claro está que quisiera vivir en paz, pero al mismo tiempo, si lo analizo, creo que la necesidad de defenderse y de hallar soluciones y respuestas a amenazas, incide también en el alto nivel innovador en otras áreas, en la vida civil. Claro que preferiría no tener ese trasfondo de capacitación.

- Ya que mencionas ese punto... ¿crees que se logrará la paz, o habrá que seguir luchando?
- Creo que tiene que jugarse bien con todas las pelotas en la cancha. Lo que nosotros podemos dar, cómo se negocia, cómo el mundo actúa, qué hacen los vecinos. Hay que combiner todos los elementos. No depende sólo de Israel. Nadie puede saberlo. Pero no vislumbro un cambio sustancial en los próximos años.

- ¿Te parece que Israel es obsesivo respecto a su seguridad?
- Hay críticos que lo alegan. No, no me parece en absoluto. Si lo fuera, no me habría costado dos años convencer al ejército que necesitamos desarrollar ese sistema. Si fuéramos obsesivos, habrían mandado enseguida comprar 30 baterías. Pienso en cómo actuarían otros países si fueran atacados como nosotros; y no tengo dudas de que aquí las cosas se hacen de modo más medido, aunque a veces haya otra impresión. De todos modos, está claro que hay que dedicar muchos recursos también a otras cosas, como educación, medicina, asistencia social; no sólo a seguridad. Esas áreas deben recibir un empuje.

Civiles en guerra

- ¿Cómo veías, durante la guerra contra Hamás, las críticas del exterior a Israel, que era presentado a menudo como quien mata civiles sin reparos? ¿Te preguntabas cómo ellos reaccionarían si fueran atacados como lo fue Israel?
- No es que yo lo analicé a fondo, pero por ejemplo estuve con un gran defensor de Israel en el exterior, el Coronel Richard Kemp, que inclusive ha prestado testimonio en comisiones de las Naciones Unidas en favor de Israel.

- Excelente, ex comandante de las Fuerzas de Gran Bretaña en Afganistán, entre otros cargos...
- Así es. Y me contó que había estado con un piloto de combate que le contó que había vuelto a su base 11 veces del vuelo a un blanco determinado, porque vio que en el lugar había civiles que seguro serían alcanzados por el fuego. Y sobre tantas otras veces en las que no le autorizaban un operativo porque había civiles. Creo que realmente se hace todo lo posible para evitar o minimizar bajas civiles, pero en una guerra la situación es muy compleja; no todo se puede hacer quirúrgico a la perfección y lamentablemente hay también muertos civiles.

- Recuerdo que durante la guerra en Gaza, la comisionada de Derechos Humanos, Navi Pillay, criticó a Israel por no haber dado una batería de Cúpula de Hierro a los palestinos. ¿Increíble , no?
- Se le podría haber contestado que si de Gaza no disparaban hacia Israel, nadie precisaba Cúpula de Hierro. Pero yo diría más; diría que Kipat Barzel, de hecho, protegía también a los palestinos, ya que si no hubiera existido y hubiéramos tenido mucho más muertos, Israel probablemente tendría que haber reaccionado de otra forma y eso habría cobrado más vidas del otro lado. Pero claro está que yo la desarrollé para proteger a Israel.

- ¿Existe una amenaza contra la que no hay lo que hacer, o todo es soluble?
- Hoy en día, se está trabajando en las cosas problemáticas. Por ejemplo, están trabajando cosas para lidiar con la amenaza de los túneles subterráneos. Creo que al final encontrarán algo. Israel siempre piensa varios pasos más adelante. Casi por definición yo diría que no hay nada que no se pueda solucionar. Es necesario tener buenos equipos, dejar de ladola burocracia innecesaria, actuar con creatividad y con visión.

Fuente: Semanario Hebreo de Uruguay