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Época de limpieza

Estimados

La noche previa al comienzo de Pesaj se nos ordena limpiar: revisar cocina, alacenas y todos los rincones para eliminar de la casa cualquier resto de levadura, alimento prohibido en los ocho días de la festividad.

Muchos interpretan esa limpieza como un desprenderse de todo lo que "fermenta": la soberbia, el egoísmo, la infatuación que, sin darnos cuenta, van creciendo en nuestras vidas día a día y elevando una barrera entre cada uno de nosotros y nuestro prójimo, tanto como entre los verdaderos valores y las falsas exigencias del mundo.

Sin descontar que ésa sea una interpretación posible, conviene tambier entender - y realizar - el "Bedikat Hajametz" (la eliminación de restos de levadura) no en un sentido "moral" sino - más pequeño y terrenal - como un gesto ordenador.

De hecho, reorganizar la casa, la despensa, la cocina y la vajilla de tal modo que se retiren montones de cosas que molestan o están de más.

Y de repente, se advierte que el lugar disponible se multiplica, que aparecen a la vista objetos que se habían olvidado, que todo adquiere una claridad y un orden asombrosamente funcionales.

Pero, ¿no es semejante acaso a lo que - según la narración bíblica - hizo Dios al principio?

Disponer, hacer lugar, dejar espacio entre una cosa y otra para permitir el movimiento.

Abrir sitio para que pueda entrar lo nuevo.

Dejar caer el apego idolátrico a seres, objetos o acciones que parecían necesidades y se revelan como lastres.

Ocurre entonces que quizás "Bedikat Hajametz" sintetice, como en un pequeño y fértil carozo, lo que realmente Pesaj significa: la Fiesta de la Libertad.

¡Jag Sameaj y Buena Semana!