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Dos Estados, tres padrinos


Como en toda boda, siempre los padrinos son parte esencial de la unión porque presentan a las dos partes o porque asisten a unos y a otros a sostener sus derechos respectivos. ¿Quiénes son los padrinos?


En el caso de Al Fatah y Hamás da la impresión de que los padrinos son los sostenedores y testigos de los hechos que ambos representan como ideas políticas y religiosas de esta convulsionada región, recordándome concretamente a Don Corleone y a sus "familias" rivales.

Amigos, hermanos, socios comerciales, generadores de violencia y odio, enemigos a ultranza, negadores del Holocausto y de la historia real de Oriente Medio y a veces habitantes de un territorio desde antes que el mundo haya sido creado. Así son estos nuevos y reconciliados parientes de la Franja de Gaza y de la administración de Ramallah.

¿Quiénes son entonces los famosos padrinos?

Por el lado de Hamás, nada más ni nada menos que Bashar al-Assad, el jaqueado presidente de Siria, cuyo único derecho para gobernar su país es haber sido el hijo preferido del tirano anterior y que, al igual que su padre, también a fuerza de asesinar a su pueblo, día tras día, se mantiene en el poder apoyado por una casta militar y religiosa de dudosa representación, de acuerdo a las mayorías que allí el poder y la religión manejan. En fin, ¿qué explicación racional se le puede dar a una tiranía hereditaria?

Otro padrino de fuste que apoya indirectamente a ese grupo terrorista y asesino es el gran "estadista" de esta ardiente región, el presidente de Irán, quien manejado por el no menos violento Ayatola Ali Khameini, no sólo se dedica a torturar y ejecutar a los disidentes de su pueblo, sino que ambos tienen como objetivo principal destruir al Estado de Israel, a Estados Unidos y luego de esa gesta patriótica, conquistar el mundo para islamisarlo.

Como ambos son ejes del mismo mal, los tomaremos como una "única parte" a efectos de representar al grupo más violento (Hamás), cuyas declaraciones siguen igual de escandalosas a pesar de las negociaciones directas, indirectas y transversales para una posible paz en la región. Su líder, Khaled Mashal, afirmó: "Israel es nuestro enemigo y deber ser combatido por la fuerza". Toda una declaración de principios para su deseos de convivencia pacífica entre vecinos.

Por otro lado, un lider cansado como Mahmud Abbás (Abu Mazen), presidente de facto - ya que su mandato ha vencido hace mucho tiempo - de La Autoridad Palestina, quiere tener una vejez tranquila retirándose a tiempo de la politica antes de fallecer de la misma enfermedad que muchos de sus compañeros de ruta sufrieron. Es decir, 30 0 40 disparos de metralla. Esta original dolencia oriental tiene además del objetivo de sacarse de encima a un correligionario molesto, aliviar la seguridad social, ahorrándole el pago de su jubilación por largos períodos.

Su gran apoyo fué el ex presidente egipcio, Hosni Mubarak, ya desaparecido de la escena nacional, regional y mundial con su fenecido mandato autodemocrático vitalicio más su designio hereditario de perpetuidad. Ahora le queda el aval de los actuales gobernantes cuyo futuro es más incierto que el de la humanidad.

Así las cosas; nosotros en el Estado de Israel divisamos un tiempo cercano lleno de nubarrones y obstáculos. Las opciones que nos presentan nuestros vecinos nos siguen llenando de dudas.

Los personajes antes descriptos, que tienen aterrorizado al mundo occidental y paralizados a los gobiernos europeos, son los que deberán sentarse en una mesa de negociaciones con nosotros y firmar algún tratado que les permita finalmente crear un Estado palestino al lado de sus vecinos comunes, incluido Israel.

¿Qué pasará con su capital, con los refugiados, con el reconocimiento al Estado de Israel, con la renuncia a la violencia, con las fronteras, con su futuro ejército, con la cantidad de armamentos, con el espacio aéreo, con las diversas facciones extremistas que son parte de su dinámica? Son sólo algunas de las preguntas que nuestros líderes y nosotros mismos nos preguntamos día tras día.

Si nos atenemos a las primeras declaraciones de Khaled Mashal luego de la firma del acuerdo entre Hamás y Al Fatah: "La no violencia no funciona contra los israelíes", lo que nos espera no es muy alentador. Tal vez aquí la administración Obama, el Cuarteto de Madrid y el mundo libre deberán hacerse responsables de lo que ocurra en el futuro ya que sus intervenciones hace mucho tiempo que dejaron de ser equitativas y justas.

El miedo, la presión, la invasión islamista en Europa, el temor a otro mega atentado en la era post Bin Laden y el multimillonario negocio del petróleo los han condicionado al extremo de demonizarnos como Estado y como sociedad. Veremos cual será su responsabilidad.

¿Y quién es nuestro padrino? Muchos dirán automáticamente Estados Unidos, o tal vez determinados países aún defensores de ciertos valores y tradiciones inhalienables que les han permitido buenos estandares de vida, educación, derechos humanos, etc.

No; la verdad es que la regla siempre se cumple: "Los países no tienen amigos, sólo intereses", y estos se valúan o subvalúan de acuerdo a las condiciones. De amores y traiciones tenemos miles de historias.

El único padrino del Estado de Israel es el pueblo judio.

Somos los habitantes de éste, nuestro pequeño Estado, los que vivimos, trabajamos y nos desarrollamos cada día para ver crecer a nuestros hijos, engrandeciendo nuestro legado histórico. Y también todos aquellos judíos que diseminados en los confines del mundo, saben responsablemente que su único norte es el Estado de Israel.

El único padrino es la sociedad israelí en su conjunto, que democráticamente elige y eligió a sus representantes desde el mismo momento en que renació como nación política, soberana e independiente.

Estamos cumpliendo los primeros 63 años de vida, esperamos celebrarlos con un tratado de paz que nos permita y les permita a nuestros vecinos obtener mejores condiciones de vida.

Hemos visto en estos años como todos los milagros se han ido plasmando en esta tierra bendita. Aquí vive y se desarrolla parte del pueblo judío que legará a las generaciones venideras lo mejor de nuestra cultura, tradiciones y formación espiritual para que a su vez ellas le transmitan a la humanidad todo lo que han heredado.

¡Feliz Cumpleaños Medinat Israel!

¡Am Israel Jai!

¡Que la paz sea con nosotros!

¡Que así sea!