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Nosotros y el Psicoanálisis

No sabemos a ciencia cierta a quien se le habrá ocurrido decir que la “terapia” o el psicoanálisis, es un invento judío. Seguramente a algún antisemita que no se animaba a enfrentarse consigo mismo. ¿Hacemos un poco de diván? Puede decirse que como otros tantos descubrimientos, fue el hallazgo de un judío, luego desarrollado por otros profesionales, la mayoría también judíos.
No se puede negar que Sigmund Freud es considerado el padre del psicoanálisis; él sintetizó con sus investigaciones y técnicas de abordaje a los pacientes, una terapia que contenía y revolucionaba todo lo conocido hasta su época. Pero no lo hizo exclusivamente para los judíos ni por su propio origen. Felizmente, hoy se sabe que ha sido un gran aporte para la humanidad entera.
Veamos lo que esbozo otro psicólogo:
"En esta nueva sociedad de la segunda revolución industrial, el individuo desaparece. Queda completamente enajenado. Está programado por los principios de la máxima producción, el máximo consumo y el mínimo roce. Y trata de aliviar su aburrimiento con toda clase de consumo, comprendido el consumo de sexualidad y estupefacientes. Y de esto se servirá la tentativa de dar un buen funcionamiento al hombre como parte de la mega máquina, junto con la posibilidad de utilizar la neurología y la fisiología para hacerle cambiar de sentimientos, además de manipular su pensamiento mediante las técnicas de sugestión."
¿Sabe quien lo enunció?
Erich Fromm, psicoanalista, escritor, erudito investigador adelantado a su época. ¿Qué tal? Pareciera que esta teoría la hizo para este 2007 o para el milenio.
Totalmente empapado de la cultura judía, supo relacionarla con lo intrincado del pensamiento psicoanalítico.

Ahora, el hecho de que el psicoanálisis se haya difundido tanto entre los judíos, ¡ahhh! ese es otro tema mis amigos, ¡y que tema!
Nuestros mayores que se escaparon de Europa se asombraban de que las nuevas generaciones se analizaran tanto, sobre todo en los Estados Unidos, donde se desarrolló esta terapia de una forma tal que hasta el propio Freud se asombraría. Lo cierto es que la neurosis ya era parte de nuestra mentalidad, un legado ocasionado por un cúmulo de situaciones adversas, que solo pudieron ser superadas por un tremendo espíritu de supervivencia y como sabemos, una filosofía humorística de apego a la vida, donde siempre había un granito de esperanza.
Cómo sea ¡la ligamos!, y aunque corre el chiste de Humor Judío de que “antes los judíos nos enfermábamos de diabetis, ahora todos vamos al psicoanalista”, en un momento las preocupaciones que venían de los perseguidos en Europa como el hambre, los pogroms, y tsures varias, con el advenimiento de una nueva vida y el progreso económico nuestros clásicos traumas pasaron a ser: el status social, el consumo, el éxito personal, la educación y la conducta de los hijos. Y para todo ello, una de las más importantes... ¡El precio de la sesión de terapia!
La intelectualidad judía, que también forma parte de la clase media, heredó su identificación con aquellos ancestros que en tiempos de las luchas sociales en Europa se plegaban a los movimientos progresistas y liberales. Es por ello que encontramos a profesionales, comerciantes y empresarios judíos de clase media votando a partidos socialistas y populares (Bueno, esto ya es contradicción suficiente como para ir pensando en el diván).
Nuestra intrincada mente, aunada a la interminable capacidad de cuestionamiento, sumados todos los miedos, ¡más la lista de requisitos que hay que cumplir para que de afuera parezca que está todo bien!, ¡Me ken mishigue vern! - como diría mi bobe -, ¡Uno se puede volver loco!
Tomemos un ejemplo, así en el aire, como quien no quiere la cosa, por tomar algo naturalmente y casual: Los judíos argentinos.
En los últimos años, luego de ser consecuentes con ese contraste economía de mercado/socialismo y nuestra coherencia de siempre, el voto fue dirigido a candidatos socialistas, luego social demócratas, después hubo que correrse un poquito a la derecha y a votar un candidato más “demócrata”.
Por lo que sucedió con cada uno y como quedó el país, ¿díganme si no es para ir corriendo al diván? ¡Sí! pero con la almohada personal y taparse hasta la cabeza con el acolchado de la bobe y ¡Quiero con mi mamá! ¡Yo quiero con mi mamá!
El tema es ¿qué va a pensar el analista de uno ante esta circunstancia? El único problema es que le pida que le haga un lugarcito.
Ya sé, usted me puede decir: ¿Y a quien querías que vote?
Y bueno, ya le dije que hay que ir al diván. Yo decidí ser optimista, y cuando mis amigos me preguntan ¿Y que haces con esa cara de tujes?, les contesto: ¿Ustedes creen que es fácil ser un optimista?

Como dice el amigo Alberto Mazor: Algunos opinan que un pesimista es un optimista con mucha experiencia (clásico y paradigmático pensamiento judío).
El emblema del terapeuta en Estados Unidos fue este chiste por todos conocido: “Mi psicoanalista es un médico judío al que le impresiona la sangre”, sin embargo en algunos casos hemos descubierto lo contrario. Hay muchos galenos que se dedicaron a la psicología y terminaron siendo muy buenos médicos. (Usted me entiende).
Hay concretas diferencias entre la psiquiatría y la psicología. Un psicópata puede llegar a pensar que dos más dos es cinco, un neurótico sabe que dos más dos es cuatro... ¡Pero hay veces que odia eso!
Una buena forma de disimular en determinadas circunstancias con la pareja, con los hijos o con los padres, es contestar: ¡No estoy tenso! ¡No estoy tensooo! ¡ Solo extremadamente alerta!!!.
Uno se revisa el hígado, la cabeza, las cervicales y kinai nore (felizmente) ¡nada!
¿Y entonces porqué me duelen? Ansiedad. ¿Ansiedad? ¿Me quieren decir como hace un judío para curarse la ansiedad? ¡Si es bíblica! ¡Genética! Esta en el DNA. ¿DNA? ¡Dus Nareshkait Arangeyugt! (Que viene a ser algo así como las tonteras que te dijeron revolviéndote las tripas o kishkes, en el más puro idish).
En realidad si queremos opinar sobre nosotros, para este tema no va a haber página que alcance; aparte cada uno que lee esto tiene su propia experiencia y opinión. Hoy se puede recurrir a la terapia, hay opciones y facilidades. Convengamos que hay gente que necesita del psicoanálisis realmente mucho más que otra, y me refiero a los psicoanalistas, sobre todo si tienen familia que mantener y viven de eso.
Para la salud mental de todos nosotros vamos a pasar a la sección de chistes referidos a esta especialidad, que por supuesto, no iba a quedar afuera de nuestro Humor ¿Cómo no le vamos a dar el honor de figurar?

Quiero aclarar que esta página la saque del libro que estoy escribiendo sobre Nuevos Fluidos Humorales - El Nuevo Humor Judío Para Todos, de Marcus Sokram que soy ¡YO!. ¡Ahora me va a quedar atravesado el porqué me copio a mí mismo de otro lado para escribir cosas para esta sección! Tendría que verlo en una terapia…
Bueno mire, si hay algo que no le quedo claro, véalo con su analista.

CHISTES SOBRE PSICOANALISIS Y PSICOANALISTAS

¿Cuál es la diferencia entre un psiquiatra y un psicoanalista?
Si usted le dice a un psiquiatra “Yo odio a mi madre”, el le va a preguntar: - ¿Por qué dice usted eso? -.
Mientras que el psicólogo va a decir: - “Gracias por compartir eso con nosotros”

Reflexiones después de la terapia:
En otro tiempo yo tenía múltiples personalidades, pero ahora nos sentimos bien.

No sufro de insanía; la disfruto cada minuto.

Solía ser indeciso. Ahora no estoy tan seguro.

Lo mejor de los momentos de esquizofrenia es que nunca estás solo.

La hipocondría es la única enfermedad que no tengo.

Dicen las mujeres que los efectos del psicoanálisis son más rápidos en el hombre porque cuando hay que remitirse a la niñez los hombres ya están allí.

Saúl asiste a su primera sesión con el psicoanalista y le dice - Tengo un verdadero problema, no puedo parar de pensar en el sexo
El terapeuta le contesta - Bien, veamos que podemos averiguar sobre eso - y mostrándole un dibujo con manchas negras le pregunta: - ¿Qué ve en esta figura?
Saúl da vuelta el gráfico, lo observa, lo vuelve a dar vuelta y contesta - Estos son un hombre y una mujer sobre una cama teniendo sexo
- Muy interesante - dice el psicólogo y le muestra la siguiente figura - ¿Qué le sugiere esta? - El paciente observa desde varios ángulos y dice - Estos son otro hombre y otra mujer teniendo sexo
Prueba el profesional con un tercer cuadro con manchas negras y la respuesta es nuevamente: - Una mujer y un hombre sobre una cama teniendo sexo
El psicólogo establece - Bien, sí, pareciera que usted está bastante obsesionado con el sexo
¿Yo? - pregunta Saúl - ¡Usted es el que me está mostrando todo el tiempo esos dibujos pornográficos!

El contestador automático para emergencias de una clínica de Salud Mental:
· Si usted es un obsesivo - compulsivo, por favor presione 1 repetidamente.
· Si usted es co-dependiente, por favor pídale a alguien que presione 2.
· Si usted tiene múltiples personalidades, presione 3, 4, 5 y 6.
· Si usted es paranoico - alucinador, nosotros sabemos quien es usted y lo que quiere. Sólo quédese en línea para que podamos rastrear la llamada.
· Si usted es esquizofrénico, escuche cuidadosamente y una pequeña voz le va a decir que número tiene que apretar.
· Si usted está deprimido, no importa que número presione. Nadie va a contestar.
· Si usted es un ilusionador y ocasionalmente alucina, por favor tenga cuidado que esa cosa que está sosteniendo al costado de su cabeza está viva y a punto de morderle la oreja.

Una “señora de mediana edad (???)”, bien producida y todavía bastante sexy, le cuenta sus problemas al psicólogo - Licenciado, me tiene que ayudar, sucede que cada vez que tengo una cita con un muchacho joven termino en la cama con él, y después me siento culpable y deprimida por una semana
- Ya veo - contesta el terapeuta - Y usted sin duda quiere que yo la ayude a fortalecer su control personal para evitar estas situaciones
- ¡Oh, no! - exclama la mujer - Lo que yo quiero es utilizar esa fuerza para no sentir culpa y depresión después.

Un joven muy tímido entra en un bar y ve una hermosa mujer sentada en la barra. Después de una hora de juntar coraje, finalmente se anima y acercándose a ella le pregunta tímidamente - Ehh... ¿Qué le parece a usted si hablamos un poco?
Ella le responde gritando con toda la fuerza de sus pulmones: - ¡NO! ¡No quiero dormir con usted esta noche! - Mientras todos en el bar posan su mirada sobre el muchacho.
Absolutamente avergonzado y cabizbajo vuelve casi arrastrándose a su mesa.
Después de unos minutos, la bella muchacha se acerca a él y se disculpa. Sonriéndose, parada al lado de la mesa le dice - Lo siento mucho si lo avergoncé, usted verá, soy una estudiante graduada en psicología, y estoy estudiando como responde la gente ante situaciones embarazosas
A lo que el joven responde gritando con toda su fuerza: ¡¿Qué me quiere decir con 200 Pesos?!!!!!

Un psicoanalista le dice a su secretaria - ¡Por favor, sólo diga que estamos muy ocupados! No este repitiendo todo el tiempo en la sala de espera ¡Esto es un loquero! ¡Esto es un loquero!

El paciente - Doctor, mi mujer me dice que estoy mishíguene porque me gustan las salchichas
El terapeuta - No tiene mucho sentido, a mi también me gustan las salchichas
El paciente - Bien, usted tiene que venir a ver mi colección, ¡Tengo cientos de ellas!

Cuando el nuevo paciente se recuesta confortablemente en el diván, el psicólogo comienza la sesión:
- Como no conozco su problema, quizás sería importante que usted comience por el principio
- Por supuesto - responde el paciente - En el principio yo creé los Cielos y la Tierra...

Un joven judío llega a su sesión con su psicoanalista judío, y muy alterado le dice:
- Tuve un sueño muy extraño anoche, escuchaba a mi madre que me hablaba y hablaba y de repente la veo y ¡tenía su cara! Se puede imaginar la noche que pasé, mi ídishe mame hablándome sin parar y con la cara de mi terapeuta. Me desperté de golpe y no pude dormir más. Me quedé acostado esperando que amaneciera, me levanté y apenas pude desayunar un pedazo de tostada y vine directamente a verlo. Espero que usted pueda ayudarme a descifrar el significado de este sueño...
El psicólogo lo mira un instante y le dice:
- ¿Un pedazo de tostada? ¡Y llamas a eso un desayuno!

Dos psicoanalistas salen del edificio donde tienen sus consultorios luego de una larga jornada de trabajo. El más joven totalmente agotado, despeinado, la ropa arrugada, y el rostro alterado. El de más edad por el contrario, parece como si hubiera estado descansando.
- Goldkin - dice el joven - No puedo entender como habiendo estado trabajando todo el día luces tan bien, como si pudieras seguir atendiendo diez horas más. No sé como lo logras. Mis pacientes me agotan, vienen a traerme todos sus tsures, sus angustias, sus complejos. Debe ser igual con los tuyos ¿No te cansa y deprime estar todo el día allí, escuchándolos?
- ¿Escuchándolos? - contesta Golkind - ¿Quién los escucha?

Pregunta: ¿Cuantos psiquiatras hacen falta para cambiar una lamparita?
Respuesta: ¿Desde cuándo tiene usted esa fantasía?
Pregunta: ¿Y cuantos psicólogos hacen falta para cambiar una lamparita?
Respuesta: ¿Y cuántos cree usted que hacen falta?

Señora Glaijman - dice el psicólogo - lo que sucede es que su hijo tiene un complejo de Edipo
- Edipo ¡Shmedipo! - contesta la mujer - ¡Lo importante es que quiera a su mamá!

 

Hasta la próxima sesión