Durante el mes de noviembre, el presidente israelí realizará una gira por Argentina y Brasil, acompañado por algunos empresarios y ministros israelíes.
Peres mantendrá reuniones con la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner y con el canciller Jorge Taiana, además de otros altos funcionarios del gobierno nacional. También se encontrará con dirigentes de la comunidad judía y visitará una escuela.
En su encuentro con Kirchner, el mandatario perseguirá avances en la agenda israelí para la región, como "el conflicto de Medio Oriente, la amenaza nuclear de Irán y temas vinculados a la cooperación científica, económica y política", de acuerdo a las palabras del embajador israelí en Argentina, Daniel Gazit.
Primera visita de un presidente israelí a Argentina
De esta forma, Shimón Peres marcará un hito en las relaciones entre ambos países. Ya en su visita a Sudamérica, el canciller del Estado judío, Avigdor Liberman, expresó las intenciones israelíes de fortalecer los lazos con la región, cuya importancia es creciente en el área internacional, gracias en gran parte al fortalecimiento de la economía brasileña en los últimos años.
Liberman visitó Argentina el pasado julio en el marco de una gira por Latinoamérica y sostuvo reuniones con ministros y funcionarios nacionales y de la ciudad en Buenos Aires. De esta forma, Israel persigue una política exterior que busca socios en el mundo, por fuera de su aliado tradicional, Estados Unidos, como forma de ejercer influencia política y lazos comerciales, y funcionar de contrapeso ante el poder iraní en la región.
Acompañará inmigrantes
A su regreso, Peres compartirá el vuelo con familias sudamericanas que se radicarán en Israel. El grupo estará compuesto por profesionales en distintas áreas, jóvenes en busca de continuar sus estudios universitarios y familias con niños en edad escolar. Como parte de sus primeros pasos en Israel, los olim jadashim (nuevos inmigrantes) serán recibidos en una ceremonia donde el jefe de Estado les otorgará sus nuevos documentos de identidad.
Peres es, en muchos sentidos, un símbolo en la política y la sociedad israelí que trasciende barreras partidarias. Definido recientemente por el Primer Ministro Netanyahu como "un tesoro nacional", Peres debe parte de su reputación a haber jugado un papel fundamental básicamente desde la fundación del Estado en 1948 y nunca haber desaparecido del mapa político, a pesar de haber sufrido numerosos fracasos electorales.
La reputación del mandatario se extiende también al resto del mundo, por su participación en las negociaciones de paz. Fue también autor de numerosos libros con traducciones a otros idiomas sobre la situación en el Medio Oriente y la resolución pacífica del conflicto.
Originario de Avodá (Partido Laborista), pasó a formar parte del partido de centro Kadima fundado por Ariel Sharón en el 2005 para poder ejecutar su plan de desconexión unilateral de la Franja de Gaza. Desde el 2007, ejerce el cargo de Presidente del Estado de Israel, un cargo que es por definición apolítico y, por lo general, simbólico.