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El centurión americano


Mientras las fuerzas del general norteamericano David Petraeus combaten en Irak y Afganistán, el panorama amenazante y la sombra de un desfile de ataúdes similar al de Vietnam, permitieron a este centurión encontrar tiempo para desprestigiar a Israel.

"Israel - afirmó este nuevo héroe americano - dejó de ser una ventaja para EE.UU y se transformó en una carga". De sus palabras se desprende el reclamo de que la conducta israelí frente a los palestinos - especialmente en los últimos tiempos sobre el tema de Jerusalén - hace que la primera potencia mundial sea considerada débil, incapaz de exigirle al Estado judío un acuerdo y aparezca como culpable de perder la confianza del liderazgo árabe acerca de su fuerza.

Aún más grave resulta la acusación que se perfila de las palabras del general según la cual Israel es responsable por las víctimas americanas en Irak y Afganistán.

La gravedad de esta acusación reside en que pretende atentar contra la solidaridad de los patriotas americanos con Israel. Dicha manipulación podría sembrar en los corazones de las madres norteamericanas una monstruosa sospecha de que Israel es la principal causa de las pérdidas de EE.UU.

Pero aún más perniciosa es la posibilidad de que dicha culpabilidad sea una manipulación auspiciada por el gobierno de Obama, cuyo propósito sería bituperar la posición y el liderazgo electo de Israel.

El perjuicio ocasionado por las palabras del centurión Petraeus surge de la falta de comprensión acerca de la identidad americana por parte de los extremistas islámicos. A su entender, ella representa el rol de la nueva cruzada cristiana; es "el gran demonio" que succiona los recursos petrolíferos musulmanes y domina el régimen y sus tierras. Los acicateados islámicos están influenciados por su odio hacia América y por los planes expansionistas de Israel, "el pequeño demonio".

Esta es una hostilidad que no depende absolutamente de EE.UU y de sus valores cristianos-judíos que se presentan como represa de contención ante una agenda sombría cuyo objetivo es islamizar al mundo por la fuerza y el terror.

Como antesala de lo que está por venir, la Administración de Obama intenta crear sosiego en nuestra región por medio de entendimientos con líderes de países árabes.

Estos últimos ya dieron su aprobación a la Autoridad Palestina para reanudar conversaciones de acercamiento hacia Israel con la tendencia de tomar medidas necesarias contra la amenaza real de su propia integridad existencial: Irán.

El fundamentalismo islámico aprovecha esta situación; su accionar trata de exprimir de los americanos una presión adicional sobre Israel haciendo uso cínico del Monte del Templo y los lugares santos para mostrar a la Autoridad Palestina como traidora del islam en favor de Israel y EE.UU.

Los miembros del "eje del mal": Irán, Siria, Hezbolá y Hamás, agitadores del movimiento islámico en Israel, actúan en Jerusalén para crear reyertas religiosas y están dispuestos a encender las pasiones con tal de lograr atentar contra la organización americana regional.

Las declaraciones de Petreaus contra Israel constituyen el combustible preciso para dicho complot.

Fuente: Israel Hayom - 19.3.10
Traducción: Lea Dassa para Argentina.co.il