Por primera vez en la historia de la entidad judía resultó elegida una organización que critica a los sectores reformistas y propone el fiel cumplimiento de los preceptos de la Torá. La victoria del Bloque Unido Religioso, que cuenta con el rabino Samuel Levin entre sus mayores referentes, generó un profundo debate dentro de la comunidad. Mientras algunos sectores los acusan de cerrados y autoritarios, otros aseguran que no habrá demasiados cambios.

Aunque la comisión directiva y la designación del presidente se conocerán después del Pésaj, la carrera de alianzas ya está en marcha.

Para muchos fue una sorpresa.

Días atrás se realizó la elección para la renovación de autoridades de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) y por primera vez en la historia ganaron los ortodoxos, de la mano del Bloque Unido Religioso.

El movimiento está formado por integrantes de templos y escuelas religiosas porteñas y del Conurbano, con activa participación de veinte rabinos. Entre ellos se encuentra Samuel Levin, uno de los más influyentes en este sector observante.

Uno de los puntos clave del Bloque es el fiel cumplimiento de los preceptos de la Torá, libro sagrado del judaísmo. Son críticos con los sectores reformistas y conservadores, a los que acusan de fomentar la asimilación con la cultura y las costumbres locales. Todos estos temas han avivado el debate dentro de la comunidad y reabrieron una fuerte línea divisoria.

Si bien la integración de la nueva comisión directiva y el nombre del presidente recién se definirán el 20 de mayo, cuando se reúnan los 90 delegados que se acaban de elegir, la carrera por las alianzas ya comenzó.

El rabino Samuel Levin es director de la casa de estudio Jafetz Jaim, dedicada a la enseñanza según los preceptos de la Torá y que cuenta con más de cien alumnos.
Levin estudió 18 años en Israel y desde que regresó a la Argentina en 1970, se ha convertido en un líder espiritual de la comunidad judía ortodoxa local. Su vida pasa por el estudio y la reflexión. Está casado y no tiene hijos.

Levin tuvo un enfrentamiento con los periodistas Marcelo Zlotogwiazda y Ernesto Tenembaum durante una entrevista en radio Mitre. Todo terminó en una acalorada discusión acerca de los matrimonios mixtos entre judíos y no judíos, algo a lo que los ortodoxos se oponen. “Nuestra Biblia nos dio una ley de con quién tenemos que vivir y casarnos”, rebatió el rabino cuando Zlotogwiazda comentó que no estaba casado con una judía. Levin aseguró que pertenecía a un grupo que “queremos vivir y vivimos como nos indicó el creador del mundo” y que existe “una ley de continuidad del pueblo judío”.

Algunos sectores de la comunidad acusan a miembros del grupo ortodoxo de ser autoritarios y cerrados pero antes y después de la campaña, los referentes del Bloque Unido Religioso se defendieron de aquellas críticas. “No somos autoritarios. Estamos tratando de crear un nuevo gobierno que incluya a todos los actores, laicos, ortodoxos y liberales, y donde estemos todos representados”, esgrime Tomás Saieg, uno de los integrantes del Bloque, en diálogo con PERFIL.

Lo mismo había advertido el rabino Levin a la Agencia de Noticias Judías: “No vamos a entrar en la casa de nadie pues consideramos que cada uno puede ser como lo desee. Lo que sí haremos es decir lo que creemos y enseñarlo”.

Saieg nació en Estados Unidos y lejos de lo que muchos pueden pensar, no creció en el seno de una familia ortodoxa. “Vengo de un club que estaba más vinculado a la lista AMIA para Todos. Después de que me casé, decidí volver a las raíces y soy lo que se llama un retornista”, explica.

La historia de Saieg es una constante dentro del grupo. Saieg es dueño de una agencia de viajes y tiene 42 años y siete hijos. "Conocí a Levin porque yo mando a los chicos a su colegio", agrega. Hoy ocupa un cargo en la AMIA como Invitado Permanente. También figura en la misma nómina su compañero de lista Angel Barman -ex tesorero de la AMIA y empresario del sector juguetero-, al que muchos señalan por lo bajo como el posible nuevo presidente. Otra chance es que los ortodoxos presenten una alianza y Kaul (a quien Levin define como un viejo amigo) vuelva a ser la autoridad de la entidad. Todo, prometen, se develará apenas se termine la festividad del Pésaj.

Otro hombre clave del Bloque Unido Religioso es Manuel Davidovich, actual vocal de la AMIA. También figura el contador e inversionista Bernardo Zugman que es protesorero de la entidad y en reiteradas oportunidades ocupó el mismo cargo en la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA).

Motivos.

La pregunta sobre la razón de la victoria ortodoxa también tiene varias respuestas, según quién se consulte. Para algunos, fue clave la fragmentación en el frente laico que abrió la lista del rabino Bergman y que incluía referentes de entidades sociales y deportivas. Además influyó el hecho de que los ortodoxos fueron a votar en forma masiva.

Distinta es la visión de Natalio Fichelson, integrante del bloque y ejecutivo de una empresa multinacional: "Ganamos porque la comunidad está cansada de una dirigencia que lleva varias décadas en el poder y quería un cambio de gestión. No fue por la fragmentación'.

La AMIA es una institución fundamental de la comunidad judía en la Argentina. Dirige el culto, la ayuda social, la educación y administra los cementerios. Y es este último uno de los puntos más polémicos que agitó la campaña previa. Hoy los judíos conversos no pueden ser enterrados en el cementerio de La Tablada porque los ortodoxos no aceptan las conversiones realizadas por rabinos de orientación liberal.

Para Jorge Kirszenbaum, presidente de la DAIA, la victoria de los ortodoxos no debería modificar las reglas de juego. "Cambia el perfil de la conducción porque tradicionalmente la entidad fue conducida por los sectores laicos. Pero creo que no va a haber grandes cambios, si se gobierna con amplitud y racionalidad puede haber un gobierno amplio, pluralista y contenedor".

Un punto clave es la cantidad de delegados que obtuvieron las cinco listas que hace una semana participaron de una reñida disputa para suceder a la actual gestión encabezada por Luis Grynwald. El Bloque Unido Religioso de Levin se coronó con 34 representantes y casi el 38 por ciento de los sufragios.

El Frente Unido Comunitario, que postuló al ex presidente de la AMIA Abraham Kaul, se alzó con el segundo puesto y 30 delegados (33,3%). El tercer puesto fue para AMIA es de Todos, donde sobresale el rabino Sergio Bergman, que se llevó 21 delegados (23,3%). Por último, se ubicaron el Movimiento Sionista Renovador (3,3%) y Compromiso con la Comunidad (2,2%) con tres y dos delegados, respectivamente.

Poco falta para que se defina el destino de la AMIA, una institución comunitaria que sufrió un terrible atentado terrorista que acabó con la vida de 85 personas. El 20 de mayo se develará la incógnita.