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Convertirse ¿Es dejar de ser?

Por obligación o decisión propia puede darse la situación de renunciar al judaísmo, ¿Pero es posible abandonarlo realmente?

Coaccionados por dos duras circunstancias, muchos judíos europeos tuvieron que renunciar públicamente a su judaísmo.

La obligación de convertirse por decreto, bajo pena de muerte, y la necesidad de ascender en la escala social; que incluía estudiar en las universidades.

En el año 1391 se produjo en toda España una ola de pogromos y miles de judíos fueron obligados a convertirse al catolicismo. En la siguiente centuria se continuó con esa política hasta que en el mes de marzo 1492, los reyes católicos Fernando e Isabel proclamaron el infame Decreto de la Alhambra, ordenando a todos los judíos de España convertirse o dejar el país en el mes de agosto.

Muchos se convirtieron y se quedaron, y un número incontable abandonó sus posesiones y huyó del país, dirigiéndose a Marruecos y otras partes de África del Norte. Algunos a Italia y Francia, otros al Imperio Otomano y a Europa del Este. Pero el número más grande fue a Portugal.
En principio pareció que estaban a salvo en ese país, pero en 1497 el Rey Manuel por razones de conveniencia política con España, ordenó a todos los judíos dirigirse a Lisboa donde fueron forzados a convertirse.

La mayoría de ellos pasaron a ser lo que se conoce hasta hoy como los "Cripto Judíos". Siguieron observando los ritos judíos en forma oculta, en la privacía de sus hogares, aun bajo las más terribles amenazas.

Actualmente existen asociaciones formadas por los descendientes de aquellos valientes, a los que no pudo arrancárseles por la fuerza, otra fuerza aun más poderosa que habitaba en sus mentes y sentimientos.

En 1506 algunos fueron descubiertos celebrando un seder de Pesaj y ello desató nuevamente la violencia obligándolos a escapar.

Ambas persecuciones, la de España y Portugal, coinciden con la colonización del Nuevo Mundo por parte de ambos países.

Cientos de miles de judíos emigraron a esas colonias en su huida, y recientes investigaciones han demostrado que muchos "Cripto Judíos" fueron figuras prominentes de la colonización de México, incluidas las fundaciones de Monterrey y Nuevo León.

Asímismo fue su desarrollo en Nuevo México y el Sudoeste de América, Brasil y otras tantas partes de Latinoamérica (incluidas nuestra queridas Colonias del Río de la Plata).
Como ustedes saben, Sefarad quiere decir España. De allí que el ladino es el más puro idioma español o castellano, o por lo menos su origen.

De allí que a nuestros amigos, familiares, o conocidos de descendencia sefaradí ¿¡Les vamos a seguir diciendo “Turcos”!?. O si usted que está leyendo es de ese origen, no lo permita. Bueno pero que tampoco le digan ¡Gallego!.

¿Quieren conocer otro de los intrincados laberintos de la historia y hechos de trascendencia internacional, donde también tuvimos que ver los judíos?. ¡Y como se lo van a perder!, vaya pregunta para el Club del Iajnerai (chusmerío). Ahí va el maise (cuento):

El sultán turco Selim II, hijo de Suleiman el Magnifico se había hecho muy amigo de un tal Joseph Nasi, nacido en Portugal, quien pertenecía a una familia judía que había sido forzada a convertirse al catolicismo.

El nombre cristiano de Joseph era João Míguez. Siguió a su tía Doña Gracia Nasi, persona muy conocida e influyente, a Constantinopla. Allí se casó con su prima Brianda, hija de Doña Gracia, y formó un imperio denominado la Casa de los Mendes, dedicado al comercio y la banca. Con esta empresa ayudaron a muchos Cripto Judíos a escapar de España.

Joseph ó João, se movía en las altas finanzas de las casas reales de Europa, cuando todavía era católico (por lo menos para los de afuera). Resulta que su gran amigo Selim al quedar como sultán conquistó la isla de Naxos y nombró a su amigo Joseph como Duque de Naxos.

Francia le había prometido al gobernador de Naxos un préstamo de 150.000 ducados (una fortuna en aquella época). Resulta que el javer Joseph (o Yósele realmente), estando tan encumbrado y poderoso, trasladó a toda su familia y se mudó al Imperio Otomano. ¿Y que hicieron?: RETORNARON AL JUDAISMO Y A SUS NOMBRES JUDIOS.

Cuando el rey Carlos IX de Francia se enteró de esto, desautorizó el crédito para el nuevo Duque, alegando de que el préstamo era para el cristiano João y que nada se le debía al judío Joseph.

Sucede de que Yósele le debía dinero a su amigo el sultán Selim, pero no le podía pagar hasta que el ducado no recibiera el préstamo de Francia.

El turquito, ni corto ni perezoso, en el año 1569 le dio permiso a la Banca Familiar Mendes/Nasi para confiscar todas las mercaderías de buques con bandera francesa, que anclaban en el puerto de Alejandría.

Los franceses protestaron a Constantinopla. Entonces el sultán Selim II le notificó al rey de Francia que las mercaderías serian devueltas cuando le dieran el préstamo a Joseph. (O sea que le hizo pito catalán, o portugués, o pito turco al francés). La disputa continuó cada vez más fuerte, y dos años después, más precisamente el 7 de Octubre de 1571, una enorme armada formada por naves francesas, españolas, portuguesas y algunas enviadas por el Papa y otros estados italianos (unos 200 galeones), se enfrentaba con la armada musulmana en el Golfo de Patras, en LEPANTO, Grecia.

Esta batalla ocasionó la derrota de los musulmanes y fue significativa por dos razones: Una, abrió la puerta del mediterráneo permitiendo la dominación cristiana del mar; y la otra: Uno de los marineros de la flota cristiana fue severamente herido en la batalla y perdió su brazo izquierdo. Por esta razón debió abandonar su carrera en la marina. Se dedicó a su otra pasión: escribir. El nombre del marinero era Miguel de Cervantes, también conocido como "El manco de LEPANTO", y con su mano derecha escribió ni más ni menos que El Quijote de la Mancha. O "El Hidalgo Don Quijote".

¿Que pasó después?, muchos veteranos españoles de Lepanto siguieron embarcados en esa flota poderosa hasta que los agarró navegando las costas de Britania el famoso Sir Francis Drake (¿Pirata?, más bien era el comandante de la marina de la reina de Inglaterra). Esa batalla terminó con el control español del Atlántico y abrió el camino a los ingleses para la colonización del Nuevo Mundo.

¡Y todo empezó con Josecito! Que no lo pudieron convertir y ¡No le dieron el préstamo!

¿Qué me cuenta bobe? Estamos en todos lados... en todos lados. ¡Veis Mir!.

Por otro lado, los judíos de Europa Occidental se iban afincando en las ciudades y prosperando. Los del shtetl (pueblito), que eran sus padres, se mataban trabajando ¿Y que hacían con sus hijos? ¡Los mandaban a estudiar! ¿Le suena conocido?.

En aquellos tiempos no cualquiera tenía acceso a los estudios, sobre todo universitarios, ni a las altas esferas de negocios, y debido a la discriminación era muy difícil para un judío abrirse paso en la sociedad.

Muchos comenzaron a negar su condición de judíos, algunos llegaron a convertirse a otras religiones, y la mayoría por supuesto se cambiaba el nombre y apellido. Sobre todo los que ascendían en la escala social y ¡hasta llegaban a conseguir títulos de nobleza!. Necesitaban apellidos "elegantes", que ocultaran su origen.

Por supuesto, y como no podía ser de otra manera, sobre esta circunstancia también aparecieron una gran cantidad de chistes judíos. Situación ideal para el Humor Judío, en razón de lo tremendamente difícil que resulta "dejar de ser judío" (hoy le adjuntamos unos cuantos).

Aunque usted sea religioso, o viva en Israel, o en la diáspora pero esté totalmente identificado y active comunitariamente, y cuando era joven (porque ya no se estila mucho) haya asistido a 18.000 peulot de madrijim para tratar por enésima vez el tema: "Porque somos judíos" ó "¿Qué es, ser judío?" o "El elefante y el problema judío" (????). Estoy seguro de que alguna vez se habrá preguntado: ¿Quées eso de ser judío? ¿Qué es esto que siento interiormente, difícil de explicar? tan poderoso como mi pensamiento.

¿Quiere una ayudita? A mí me sirvió.

El genial Don Sigmund Freud, pese a que manifestaba que no se identificaba con la causa judía (aunque los chistes que más le gustaban eran los de Humor Judío) y no concordaba con muchos de sus enunciados, es evidente de que algo sentía. Y ¿sabe como lo explicó?, yo creo que dio exactamente en el punto, dijo que lo que sentíamos los judíos era: "La nítida percepción de una identidad íntima, el secreto de la misma estructuración interior."

Medítelo, es genial. Y si pensaba convertirse, píenselo bien.

Saludos

CHISTES SOBRE CONVERSOS

Itzik Poliansky había ganado mucho dinero con su empresa textil, y quería ingresar en un club muy aristocrático de la alta sociedad católica de su época.
Cuando le tocó llenar el formulario de admisión decidió ocultar su condición judía porque se dio cuenta que no podría ingresar. Y lo completó así:
Nombre y apellidos: Juan Alberto Posadas Ramírez
Profesión: Estanciero
Religión: Goy
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Un señor muy religioso salía una mañana de la iglesia y observó a un grupo de niños jugando. Deteniéndose ante ellos les hizo la siguiente propuesta: - A ver niños, a aquel que me dé la mejor respuesta le daré un premio de diez pesos. ¿A quien quieren más?
Un jovencito levanta la mano y dice: - A mi mamá
- Muy bien - le responde el hombre.
Otro niño da su respuesta: - Yo a mi mamá y a mi papá
- Muy bien, mas completo - le responde el señor.
- ¡Yo señor, yo señor! ¡A mi mamá, a mi papá y a toda mi familia!
- Excelente querido, van mejorando
Un niñito que observaba el libro de oraciones que tenía el hombre en sus manos le dice:
- Yo quiero a mis padres, a mi familia, a toda la humanidad y por sobre todo a nuestro Señor Jesucristo - ¡Extraordinario! Hijo mío. La mejor respuesta, te has ganado los diez pesos. ¿Cómo te llamas? -
- Moíshele Lewin - responde el joven agarrando el dinero.
- ¡Pero vos sos judío! - exclama el señor.
- ¡Ahh! La nigocio es la nigocio -
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En un pequeño y muy pobre poblado apareció un cartel en la Iglesia: "Conviértase hoy y recibirá veinte monedas".
Aron Iukl, que la estaba pasando muy mal económicamente entró a ver al cura y se convirtió.
Al salir se cruza con dos de sus amigos que le recriminan: - ¿No te da vergüenza, Aron? Convertirte para Pesaj ¿No podías haber esperado que pasen las fiestas? -
- ¿Y con que querían que compre el matze y el guefilte fish? - Les contesta Aron.

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Moshe Ishikaguel se convierte y se recibe de sacerdote. Le toca dar su primer sermón en la iglesia frente a un número de cardenales de alto rango que asisten especialmente a la inauguración.
Al terminar el sermón, uno de los cardenales se acerca a saludarlo.
- Pastor Ishikaguel – le dice - Eso estuvo bien hecho, casi perfecto... Pero por favor la próxima vez no comience su sermón con: "QUERIDOS COMPAÑEROS GOIM....."
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Max, el shlemazl del pueblito de Chelm, no podía encontrar trabajo en su propio pueblo. Además era muy difícil que alguien se lo diera por su fama de shlemazl, que corría de boca en boca entre los judíos de la comarca. Finalmente el pobre de Max decidió ir a otro pueblo, convertirse al cristianismo y pedir trabajo en la importante Iglesia del lugar. Así fue, y le dieron la oportunidad para observar como podía comportarse trabajando como ayudante de tareas generales.
Después de una semana lo llama la Directora y con vos muy suave le dice: - Max, las cosas están saliendo bastante bien. Sólo tengo algunas importantes correcciones que hacerte: Primero, cuando te laves las manos usa el baño. No uses más el agua bendita. Segundo cuando cuelgues tu abrigo, utiliza el perchero, no uses más la cruz, y tercero ¡mi nombre es Madre Superiora! ¡No Madre Shapiro!.
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Heinrich Heine. Filósofo y pensador. Nació judío y se convirtió al Luteranismo. Escribió lo siguiente:
Yo no creo en la sinceridad de los judíos convertidos a la religión de Jesús. Ningún judío puede creer realmente en la condición divina de otro judío.

Henry Youngman.: Una vez me hice ateo. Pero no me gustó, no tienen fiestas.

Woody Allen. Cineasta y escritor. : Ustedes me creen ateo. Pero Dios me considera de la fiel oposición.
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Los judíos europeos que ascendían en la escala social y hasta algunos conseguían títulos de nobleza, solían cambiarse o acortarse el apellido para darle más "elegancia", y muchas veces ocultar su condición de judíos.
Un día llega el Doctor Goldman a la casa del Barón Yaport (ex Yapolsky), dado de que la Baronesa Ostraix (ex Ostrober) de Yaport estaba por dar a luz.
Luego de ser recibido por dos sirvientes lo atiende el dueño de casa - Monsieur le Docteur, com sa va - (Por supuesto ni una mezuzá, ni candelabros).
- ¿Dónde está madame la Baronesa? - Pregunta Goldman.
En el dormitorio, no puede más de los dolores - y en ese momento se escucha la voz de la mujer - ¡Oh, Mon dieu!
- Vamos a jugar al ajedrez - le dice el Dr. Goldman al marido. Éste, sorprendido, arma el tablero en una salita contigua al dormitorio y comienzan a jugar una partida.
Al rato se escuchan los gritos de la baronesa - ¡C'est terrible!
Doctor, ya va a dar a luz - dice el Barón.
No, todavía no - y sigue pensativo en el juego.
Al rato otra vez: ¡OH! ¡Que dolor! ¡Ayuda por favor! - El Barón con cara de desesperado mira al médico y le pregunta: ¿Ahora Doctor?
- Tranquilo, todavía no
De repente se escucha la voz de la mujer - ¡Oy vei, Mame maine!
El médico se levanta rápidamente de un salto - AHORA SÍ, LLEGO EL MOMENTO.
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Fallece Don Aarón. Hombre piadoso, respetuoso y cumplidor de las leyes judías. Un mecenas y benefactor de los necesitados. Paseaba por el paraíso cabizbajo, con el semblante triste. No hablaba con nadie.
Hasta que un día aparece un anciano de larga barba y cabello blanco, vestido todo de blanco y resplandeciente, como si una brillante luz emanara de él. Y le pregunta:
- ¿Qué pasa Aarón? Has tenido una vida maravillosa, ahora estas aquí entre los santos varones ¿Qué es lo que te tiene tan triste?.
- Todo está muy bien - contesta Aarón - Pero algo mal habré hecho, algo mal hice
- ¿Porqué dices eso? - Le pregunta el hombre de blanco.
- Porque mi único hijo varón se convirtió al catolicismo, después de tanta enseñanza y ejemplo -
- ¿Y ese es tu problema? - Le contesta el anciano - No te aflijas, a mí me pasó lo mismo
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Don Mauricio Shmundrik cruzaba la calle cuando de repente dobla un enorme camión a toda velocidad y lo tira contra la vereda. Luego de unos instantes se sienta, se toca el pecho del lado izquierdo, luego del derecho, después un poco más abajo y por último se besa la punta de los dedos con los que se tocó.
Uno de los amigos que corrieron en su auxilio le dice: - ¡Mauri! ¿Qué hacés? Está bien que salvaste tu vida, pero por eso no tenés necesidad de convertirte
- ¿Cómo convertirme?
- ¡Sí! Acabás de persignarte, de hacer la señal de la cruz
- ¡Vus persignarte! Yo dije... corazón bien, billetera bien, estómago bien, ¡Muuuá! ¡Amejaie!