Imprimir

Un esfuerzo saludable

Se acerca el verano, cada vez más calor, piscinas, playa, menos ropa,... llegó la hora de la verdad: ¡“Hay que mostrar el cuerpo”! ¿Se puso en forma?
Nosotros y el “fitness” ¿O usted eligió el “fish net”?, o sea buscar en la Web recetas para cocinar el guefilte fish….
Aunque usted no lo crea, el ejercicio físico es una mitzvah (o sea una buena acción) para la tradición judía. ¿Se quedó pensando en eso de la mitzvah no...? Bueno, efectivamente esto estaba escrito por Maimónides, que decía que el ejercicio y el esfuerzo de realizarlo eran muy gratificantes. Y es indudable que el Mishneh Torá marca la importancia de la actividad física y el cuidado para mantenernos con el peso bajo, y proteger este cuerpo que nos dio HaShem. Y que también supimos conseguir gracias a todo lo que venimos hablando sobre los knishes, latkes, kneidelej, grasita de pollo y demás fortificantes para la salud mental y física. Dicen que los físico-culturistas toman esteroides anabólicos, nosotros ingerimos “Complejos vitamínicos Bobe-lípido-grasos”, pero mucho más ricos que chupar una pastilla o un granulado con sabor a cucaracha. Cuando yo era chico mi mamá siempre utilizaba esa calificación para algunas cosas, ¿Habrá comido cucaracha alguna vez?.

Continuando con Moshé Ben Maimón; en su Guía de los Perplejos dice que los juegos de pelota, la lucha, el box, etc., no deben ser vistos como frívolos, como creen algunos, sino que son imperativos. Los escritos kabalísticos también resaltan la necesidad de hacer gimnasia.

No se puede generalizar, pero en realidad una gran mayoría, sobre todo después de determinada edad, descuida esta mitzvah. También podemos remontarnos a los currículums de la mayoría de los colegios de antes, donde la Educación Física no era una de las materias “importantes”.

No vamos a referirnos a los jóvenes, ni a la revolución que originó la moda del “culto al cuerpo”, ni a los gimnasios, ni a los colegios actuales. Tampoco a los “supercampeones” de tenis, de los clubes y countries de nuestra colectividad, que se pasean con la raqueta y la ropa de moda y ganan los torneos. Ni a los que juegan al handball o al fútbol. Ni a nuestros queridos “Príncipes y Princesas” que ganan todas en los “Días del Deporte” o “Fiestas del Deporte” en nuestros colegios. Porque todo eso está muy bien. No importa que después jueguen en un club que no es de la colectividad y pierdan 18.730 a 0.

Nos referimos a todos los que debemos cuidar los “Olte beiner” (viejos huesos), como diría la bobe.

O sea, cuando todos pasamos los 40, o los 50 (años de edad, no centímetros o kilos de más), damos por sabido todo lo bien que hacen las actividades físicas; ustedes lo pueden leer en todos los anuncios, revistas, folletos, etc. No obstante esos concretos y reales beneficios, también es cierto el refrán que dice: “Si después de los cuarenta te levantas a la mañana y no te duele nada, es porque estás muerto.”

“Hay que estar en forma”, “Hay que ponerse en forma”. ¿En forma de qué? ¡De ser humano! Seguro que no es lindo verse como un hipopótamo o una jirafa embarazada.
Dicen que el ejercicio reduce la ansiedad. Sí es cierto, pero para calmar un 20% de “nuestra ansiedad” tenemos que caminar unos 400 kilómetros, o levantar una pesa de 300 kilos. Por ahí se termina la ansiedad y otros tsures.

Otra teoría dice que la actividad física mejora el sentido de la autoestima. ¿Qué? ¿Acaso no corremos lo suficiente detrás de los diplomas?.

Finalmente uno termina influenciado por las soluciones mágicas de la televisión, como mi amigo Abe que cayó en la tentación después de ser presionado y vapuleado por su esposa y amigos del club. Un día proclamó: ¡Está bien!
Yo no tengo tiempo de ir a un gimnasio durante la semana, ¡Me voy a comprar una maquina de hacer ejercicios!
La bicicleta fija no me sirve, además me golpeo el “buj” (barriga) con las rodillas; quiero uno de esos aparatos que muestran por televisión; voy a elegir el mejor. Y aquí comienza la gran aventura de “Abe y la Máquina de Fitness”. Tal y cual él la relata:

“Primero miré cuantas propagandas televisivas existen sobre el tema, donde aparecen esos tipos con esos cuerpos de estatuas romanas, y esos abdominales como la tabla de lavar ropa que tenía mi mamá en la pileta del fondo. Y me preguntaba si era posible empezar a ver resultados a las tres semanas, como prometían.
También entré a cuanta casa de artículos de deportes veía con esas máquinas, lo que ya ocasionó un nuevo motivo de estrés en mi vida ante la indecisión, antes de empezar a hacer algo por eliminarlo y mejorar mi cuerpo.
Finalmente, como solemos hacer me dije: ¡Para mí quiero lo mejor! Lo más completo. No me voy a estar fijando en detalles si se trata de mi cuerpo y mi salud, ¡Me compro la más grande y completa!”.

Así fue como Abe hizo lugar en una habitación de su departamento y encargó el aparato de ejercicios de última generación, que le permitiría entrenar desde el cabello hasta la punta del dedo gordo del pie, todos los músculos existentes.

Se lo trajeron una mañana de viernes, en cuatro cajas y con un plano para armar. Fue uno de los fines de semana más memorables de su vida. Abrió el plano y se encontró con una serie de dibujos con pequeñas letras y números.
A, b, c, d …x , y , z…z1, z2, z3, y1, y2,y3.... Inserto, buje, rosca, etc., etc. Después de haberlo observado unos minutos, sintió la terrible sensación de tener que hacer una licenciatura para armar aquel aparato. Realizó una serie de intentos, dándose cuenta finalmente que lo que estaba armando iba tomando forma de escultura echa en hierro a veces, otras veces se parecía más a un lavarropas que a un equipo de fitness.

El sábado por la noche, con los pelos de punta y agotado, a escasos instantes de tomar la decisión de meter todo en las cajas y cambiarlas el lunes por esa ruedita con manubrio con la que uno se pone en cuclillas y se hamaca, escuchó la sugerencia de su mujer, se dio una ducha y salieron a distraerse para que mi querido amigo no contrajera un ataque de nervios o una flor de depre por la frustración.

El domingo por la mañana pensó en recurrir al mecánico del barrio, a un amigo ingeniero, a pedir un técnico especializado en el lugar donde compró la máquina. Felizmente estaba en casa su hijo menor, el que está en el último año de la escuela primaria, el que maneja la computadora como si fuera un experto de toda la vida. El tesorito se acercó a las cajas, y en 15 minutos dejó la máquina lista y armada para que su papito pudiera usarla.
¡Que bien que se siente uno! ¿No?

Aquí comienza la segunda parte de la historia. Como utilizar el aparato y aprender a hacer los ejercicios.
Manual en mano: Ejercicio para modelar y mejorar su cintura y caderas. Colóquese en posición Decúbito Prono Frontal derecha ¡¡¡¿Vus iz Dus?!!! ¡Que es esto! Gritó Abe, ¡Ahora también tengo que hacer un curso de anatomía! Y observando la figura del dibujo: ¡Tanto lío para quedar en cuatro patas sobre esta camilla!

Paso 2, enganche sus piernas en la barra c1 alta y tómese de la barra c3 por encima de su cabeza con las dos manos. En esta posición levante sus caderas al máximo y ejerza mucha fuerza hacia arriba con su abdomen, baje y suba, baje y suba. Haga en esta posición un mínimo de 15 repeticiones, manteniendo siempre la fuerza en su zona abdominal.

Después de varias contorsiones y quedar en la posición comencé a hacer fuerza para arriba ¡Oy Vei!, ¡Una! (Creí que reventaba) ¡Dos! ¡Mame Maine! ¡Madre mía, Mama mía, en cualquier idioma!....

Dígame una cosa, ¿Qué puede pasar? ¿Qué puede pasar? ¡ Si usted se pone con el tujes para arriba, colgado de pies y manos, haciendo mucha fuerza con la panza y flexiones contra los resortes de una máquina gritando: ¡Tengo que hacer quince, tengo que hacer quince!

¡Que le griten desde la cocina como a mí! ¡Por favor Abe, los otros trece andá a tirarlos afuera o en el baño!

Finalmente el amigo Abe, antes de tener que cambiar la máquina por una ortopédica, decidió convertirse en un experto asesor en: que hacer con esos aparatos de gimnasia que compró una vez y tiene tirados en el garaje o la baulera, ocupando lugar y oxidándose. ¡Usted no se imagina la utilidad que pueden tener!.

Lista de utilidades de Abe:

1.Pesas planas de hierro.

- Grandes juguetes para los chicos. Por supuesto son más pesados que las muñecas y las piezas para armar, y no tan entretenidos como los juegos de video, pero ciertamente más baratos y difíciles de romper.

- Tiernizar la carne. Golpee y frote la carne repetidas veces con la pesa. Muy buen ejercicio para sus hombros y brazos; aumenta el contenido de hierro de sus alimentos significativamente.

 

- Bowling. Se utilizan el lugar de los bolos. Usted va a necesitar bolas (de bowling) más fuertes por supuesto.

2. Rollers. O rueditas abdominales.

- Sostenidos por delante para tirarse por el tobogán. Esto es para padres mentalmente muy prevenidos. Protege a sus hijos de roturas de cabeza en el caso de seguir de largo y golpearse contra el piso. Nunca dejarlos tirarse con la ruedita entre las piernas.

- Tiernizar la carne. Coloque la carne en la mesa y haga varias pasadas de arriba abajo con el rodillo.

- Colgante para juguetes del bebe. Cuelgue el rodillo del techo con una cuerda atada a una de las agarraderas, en la otra, pegue varios juguetes de colores y ¡hágalo girar! Su bebé se divertirá por horas.

3. Horquilla gigante flexible. Se coloca entre las piernas y se estruja. Ningún placard o baulera están completos sin este adminículo.

- Mantiene las puertas cerradas. Colóquelo en el rincón detrás de la puerta. Cuando usted intenta abrirla, lo estrujará. Cuando usted suelta la puerta la tensión almacenada cierra la puerta automáticamente detrás suyo. ¡A 80 Km. por hora!

- Tiernizar la carne. Coloque la carne debajo, estruje la horquilla con sus dos brazos, suéltelo de golpe sobre la carne como si fuera una trampa da cazar osos.

4. Silla abdominal. Esa que parece una silla sin respaldo.
- Tiernizar carne. Por supuesto para cumplimentar esto, usted deberá tirarla muy fuerte contra el asiento o sentarse sobre ella.

- Jugar bromas a los amigos que están un poco “pasados de bebidas” en su casa. Siéntelos en la silla y pídales que lo miren mientras usted da vueltas alrededor de la silla varias veces. Verá a que me refiero.

- Simular que usted es el Capitán Kirk y va piloteando la nave “Enterprise” en su Viaje a las Estrellas.

5. Pelota gigante flexible. Tiene el increíble poder de redondear partes de tu cuerpo.

- Tema de conversación. Colóquela en un rincón de su living room y de forma segura originará discusiones sobre ¿en cuántos pagos compró esa cosa?

-Tiernizar la carne. Colóquela en fetas bien pegada y hágala rodar.-

- Para desanimar ladrones. Apóyela contra la ventana y generará una resistencia de 400 kilos.

Y sigue la lista, teniendo en cuenta de toda pieza de estos aparatos que no entre en una caja y tenga barras, ganchos, pinches, agarraderas, etc. ¡es perfecta para colgar ropa!

Como en el judaísmo siempre ha sido tradicional el contar historias, quizás porque es la mejor forma de ejemplificar las cosas, y no pudiendo olvidarnos del lado femenino del tema fitness, después de conocer la historia de Abe vamos a relatar “La Odisea de Sara”, así como fue contada por ella:

“Para mi cumpleaños de 50 este año, mi esposo (mi querido esposo) me compró una semana de Personal Trainer en el club de salud. Aunque yo creo que conservo bastante la forma por todo el deporte que hice en la escuela secundaria, decidí que no sería mala idea hacer la prueba y darle el gusto. Llamé al club y arregle una reserva con un instructor llamado Gerardo, quien se identificó como un instructor de aerobics de 26 años de edad, y modelo profesional de ropa deportiva y de natación. (¿Vus iz shlejt? ¿Qué tiene de malo? Pensé). Encima mi marido parecía complacido con mi entusiasmo por empezar. La gente del club me dio más coraje sugiriéndome un diario para controlar mis progresos.

Lunes- Mi día empezó a las 6 de la mañana. Fue difícil salir de la cama, pero acepté que valió la pena cuando llegué al club y encontré a Gerardo esperándome. Es algo así como un dios griego con cabellos rubios, ojos danzarines y una deslumbrante sonrisa, (¡Oh May God!). Me llevó a recorrer el gimnasio mostrándome las maquinas. Me tomo el pulso cinco minutos después de caminar en la cinta y se alarmó un poco al notar que estaba bastante acelerado, pero yo se lo atribuyo a estar parada muy cerca de él con su ropa elástica muuuy ajustada.

Disfruté mucho mirando la pericia con que dirige su clase de aeróbics, después que terminé mi trabajo del día.
Gerardo estaba muy alentador al ver como yo realizaba mis sentadillas, aunque me dolían un poco las kishkes (tripas) de subirlas y bajarlas mientras el estaba alrededor mirando, sonrisa mediante de mi parte. ¡Esta va a ser una FANTASTICA semana!

Martes- Me tomé una taza de las grandes llena de café, y finalmente llegué a la puerta del gym. Gerry me hizo acostar de espaldas y empujó una pesada barra de hierro en el aire frente a mí y ¡Le colocó pesas!
Mis piernas estaban un poco doloridas en la cinta, pero completé los tres kilómetros. La sonrisa de recompensa de Gerry hacía valer todo el esfuerzo. Me sentí ¡FANTASTICA! Esto es una completa nueva vida para mí.

Miércoles- La única forma en que puedo cepillar mis dientes es fijando el cepillo en la mesada del vanitory y moviendo mi boca de un lado al otro. Creo que tengo una hernia en ambos pectorales. Manejar pude sin problemas, siempre y cuando no tuviera que frenar de golpe. Estacione en el lugar más cerca de la puerta de entrada del club. Gerardo estaba impaciente conmigo, insistiendo que mis alaridos molestaban a otros miembros del club. Su voz es un poquito adornada para esa hora de la mañana y cuando regaña adquiere ese lloriqueo nasal que es ¡MUY fastidioso!

El pecho me dolía cuando estuve sobre la cinta móvil, así que Gerardo me puso en el Monstruo de las Escaleras. ¿Por qué alguien inventaria una máquina que simula una actividad obsoleta reemplazada por lo ascensores?
Gerardo me dijo que eso iba a ayudar a ponerme en forma y disfrutar de la vida. Y dijo también alguna otra boludés.

Jueves- Gerardo estaba esperándome con sus dientes de vampiro expuestos, así como sus delgados y crueles labios estirados para atrás queriendo simular una sonrisa pero emitiendo un gruñido. No pude aliviar nada habiendo llegado una hora y media tarde. Ese fue el tiempo que me llevó atar los cordones de mis zapatillas.
Me metió al trabajo sin delicadezas. Cuando él no estaba mirando, yo corría a esconderme al baño de hombres.
Allí no se le ocurría buscarme, hasta que me vio y mandó a un compañero a traerme. Como castigo me puso en la máquina de remo sabiendo perfectamente que no la soporto.

Viernes- ¡Odio a ese Gerardo más que ningún ser humano a odiado a otro ser humano en la historia del mundo!
No existe parte de mi cuerpo que pueda mover sin un intolerable dolor. Si la hubiera ¡le pegaría con ella!. Quería que trabaje mis tríceps. ¡No tengo ningunos tríceps! Y si no querés tus dientes en el piso ¡No me des ni me cuelgues nada más pesado que un sándwich, como todo lo que estuviste haciendo, y seguro que aprendiste en la escuela para sádicos a la que concurriste y te graduaste con los máximos honores!

El molino de escalones terminó por lanzarme lejos y aterricé con un profesional de salud y nutrición. ¿Por qué no podría haber sido alguien más suave? como un profesor de teatro o un director de coro.

Sábado- Gerardo dejó un mensaje en mi contestador telefónico con su rechinante y aguda voz asombrándose porque no me hice ver en el día de hoy. Sólo de escucharlo me hace querer romper la máquina con mi cepillo de cabello. Sin embargo guardé mis fuerzas para poder utilizar el control remoto y ver el shtinker (apestoso) canal del tiempo y adivinar si llovería o no, porque hoy tengo un casamiento.

Gracias al cielo me llevan en auto y cuando esté en el templo durante la ceremonia, le voy a agradecer a Dios que esta semana terminó, y también voy a rezar para que el año próximo mi esposo elija para mí un regalo que sea más divertido y aliviado, como un tratamiento de conducto, una mamografía o un examen pélvico.

Luego de haber conocido estas historias personales, quiero aclarar de que siempre he sido un defensor de la actividad física y los deportes, no obstante, cada uno tiene sus experiencias y opiniones al respecto. Como respetamos las de todos, a continuación conjuntamente con los chistes sobre el tema hemos incorporado opiniones de actores, intelectuales y conocidos personajes internacionales de nuestra colectividad judía, refiriéndose a su relación con la actividad física. No figuran los nombres porque en realidad lo que nos interesa son las conclusiones finales. Usted saque la suya, pero de todas formas sea un “mensch” o persona correcta y cuide su cuerpo.

Hasta la próxima vuelta

EJERCICIOS Y FITNESS… Opiniones

“Yo no hago ejercicio. ¿Qué hay en ello para mí? Ustedes tienen que ofrecerme algo más que mi vida para colocarme en una escalera mecánica giratoria quejándome por dos horas. Yo veo a mi cuerpo como una forma de llevar mi cabeza de un lugar a otro.”

“La mejor forma de ejercicio al aire libre son los picnics, usted puede utilizar más de 200 calorías tratando de mantener a las hormigas y las moscas lejos de los ricos sándwiches y tortas que se preparó.”

“Acceder a lo físico ya está dentro de uno. Yo mismo acabo de tener recientemente un acceso físico. (Y mental)”

“Usted tiene que estar en forma. Mi bobe empezó a caminar cuatro kilómetros por día cuando tenía 60 años. Hoy ella tiene 97 y no tenemos la más mínima idea de donde está”.

“Me compré una bicicleta fija hace dos años. Tiene hecho un octavo de milla. Vea, lo que sucedió es que descubrí que sus manubrios llenan perfectamente mi campera deportiva. Y hay un lugar perfecto para mi cerveza y mi hamburguesa justo debajo… el perchero más caro de New York.”

“Hacemos demasiado trabajo físico. Perdemos tiempo. Un amigo mío corre maratones. Él habla siempre de esas Súper Maratones. Pero tiene que trotar 30 kilómetros para participar. Es por eso que yo tomo y fumo, obtengo la misma sensación subiendo rápido una simple escalinata.”

“El año pasado entré a la maratón de Los Ángeles. Llegaba último, fue vergonzoso y para colmo el tipo que iba anteúltimo se estaba burlando de mí. El dijo: - ¡Hey, ¿Cómo se siente ser el último?! Yo contesté ¿Quieres saber?
Y abandoné la maratón”.

“Algunos dicen que el mejor ejercicio tienen lugar en el dormitorio. Lo creo, porque allí es donde obtengo la mayor resistencia”.

“Probé las vitaminas de los Picapiedras. No me siento nada mejor pero puedo frenar el auto con mi pie.”

“Está bien documentado que por cada kilómetro que usted corre, le agrega un minuto a su vida. Esto le permite a la edad de 85 años gastar 5 meses adicionales de $1500 cada uno en el geriátrico.”

“La única razón por la que haría jogging sería para escuchar mi respiración fuerte otra vez”.

“Necesito ejercitarme temprano en la mañana, antes de que mi cerebro se de cuenta de lo que estoy haciendo”.

 

“Yo no corro, porque eso hace que el hielo salte fuera de mi vaso”.

 

-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

 

Durante un juego de Basquetball en un torneo de escuelas judías, el entrenador de un equipo le dice a uno de los jóvenes jugadores: ¿Vos entendes lo que es la cooperación? ¿Lo que es un equipo?
El niño asiente con la cabeza.
¿Vos entendes lo que significa de que si ganamos lo hacemos como un equipo?
Sí. Contesta el jovencito.
Así que - continua el entrenador - cuando tengas la pelota pásala, cuando el juez cobre algo no argumentes vos solo o pelees con los contrarios, ¿Entendiste todo eso?
Nuevamente el pequeño contesta afirmativamente.
Bueno, muy bien - dice el entrenador - Ahora andá allá y explícale todo eso a tu mamá.

 

-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

Dijo mi amigo Abe: - Queridos amigos, pienso que les voy a dar un importante secreto que encontré para desarrollar los músculos de mi brazo y mis hombros. Deben adoptar estos ejercicios; con tres veces a la semana es suficiente.
Comenzar parándose fuera de la casa, al aire libre, con una bolsa de 5 kilos de papas en cada mano, extender los brazos a los costados y sostenerlos todo lo que puedan. Después de algunas semanas, cambien las bolsas de papas por otras de 10 kilos, luego pasen a bolsas de papas de 25 kilos y finalmente ¡Tomen bolsas de papas de 50 kilos cada una y mantengan los brazos extendidos por más de 1 minuto!
Lo próximo es comenzar a poner algunas papas en las bolsas, pero tengan cuidado de no levantar sobrepeso en este nivel.

Entra Saúl al dormitorio y ve a su mujer de 50 años saltando arriba y abajo de la cama, extendiendo los brazos, riéndose feliz y cantando, vestida únicamente con la parte de abajo de una bikini. La observa por un momento y dice: ¡Te ves ridícula! ¿Quécreés que estás haciendo Esther?
Ella contesta: - ¡Vengo recién de mi examen físico anual y el médico me dijo que la gimnasia me hizo muy bien, y que tengo el pecho de una chica de 18 años! - y sigue riéndose y saltando.
El marido dice: - ¿Y de tu tujes de 50 años no te dijo nada?
- NO - contesta Esther - ¡De vos no hablamos!!!