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Argentina: ¿Derecha con bombos?

El magro resultado obtenido a nivel nacional, que le impuso la pérdida de Quórum propio en ambas Cámaras del Congreso, es la consecuencia de años de hermetismo gubernamental.


Los recientes comicios dejaron a la luz el distanciamiento que comenzó a darse entre los principales referentes del oficialismo y la sociedad en su conjunto, que estalló durante el conflicto con las cámaras patronales del agro, por la pelea de la resolución 125 la cual proponía retenciones móviles a los productos agropecuarios de exportación.

Aquélla fue la primera victoria del bloque patronal agrario, que en estas últimas elecciones logró sumar once diputados nacionales y una Senadora nacional a las Cámaras legislativas. Esta fue la segunda.

Indiscutiblemente, la gran ganadora es la derecha criolla, que ahora sí, vislumbra su oportunidad de volver a un mercado mucho más concentrado - el mismo que primó durante el gobierno del ex presidente Carlos Ménem - y, mediante la legitimación política que impone el voto, los principales partidos de la oposición, Unión-Pro y Acuerdo Cívico Social-Unión Cívica Radical, brindarán el apoyo necesario para intentar enterrar el actual modelo de gestión y poder lograr así una megadevaluación que les permita obtener ganancias extraordinarias, a expensas de los sueldos de los trabajadores, que en ese caso serían licuados por el salvajismo del mercado que se volvería a imponer.

De esta manera, el poder de concentración económica volvería a las pocas manos de siempre y los trabajadores - que fueron quienes en verdad perdieron estas elecciones - volverían a ser "disciplinados" mediante la explotación, ahora, con la excusa de la crisis mundial.

Tantos intereses de gran poder evidentemente pudieron superar un gobierno que siempre se caracterizó por sus limitaciones a la hora de tratar de armar un poder político. En ese sentido, es explicable la sangría de votos sufrida en la provincia de Buenos Aires. Tanto por derecha como por izquierda, el oficialismo perdió aliados y presencia territorial y ello - en comicios de tanta importancia, como los pasados - se traduce en votos ganados por los sectores de la oposición.

Las primeras secuelas de esta importante derrota se vieron materializadas en la renuncia del ex presidente Néstor Kirchner (máximo derrotado) a la presidencia del Partido Justicialista (PJ), como también en el alejamiento del (ahora) ex Secretario de Transporte, Ricardo Jaime, (una de las figuras más cuestionadas por los sectores de la oposición).

El peronismo actúa, en la arena política, como una fiera salvaje que salta a la yugular de su presa, para detentar el poder. De esta manera, sus principales caciques políticos, punteros y referentes, inmediatamente se acercan a quien se presenta como el referente exitoso de una contienda electoral. Por este motivo, el gobierno nacional, deberá moverse con la mayor sutileza e inteligencia posible -(-por más que no esté muy acostumbrado a hacerlo -, si pretende sobrevivir en estos dos años que quedan de su mandato. Por lo demás, ya comenzó la fuerte disputa interna y el éxodo de referentes territoriales.

El principal ganador de las elecciones, el diputado Francisco De Narváez, objetará los distintos acercamientos que desde el gobierno nacional, comenzará a recibir. Sólo teniendo en cuenta, la debilidad en la construcción política del oficialismo en todos estos años y la dilapidación de su capital político, es posible entender como el voto popular pudo favorecer a un candidato como De Narváez, de quien lo poco que se sabe, resulta estremecedor.

Sólo el rechazo al gobierno nacional, por parte de algunos sectores, y el definitivo rol jugado por los principales medios de comunicación que, prácticamente, se unificaron para alentar el voto opositor, puede explicar que los votantes hayan decidido colocar en un segundo plano la misteriosa red de intereses que se tejen detrás de este hombre, que jamás se preocupó ni siquiera por explicar las cuatro llamadas que recibió en su celular, del detenido conocido mediaticamente como "El Rey de la Efedrina".

* Maxi Borches es director de la revista "Horizonte"