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El nieto 98

Las Abuelas de Plaza de Mayo anunciaron la recuperación de su nieto número 98, un caso singular pues se trata del hijo de una mujer desaparecida durante la dictadura argentina cuya existencia era desconocida por sus familiares biológicos.


Se llama Martín Amarilla Molfino, tiene 29 años y acaba de saber quién es realmente pudo conocer a los hermanos y tíos de ambas ramas familiares. En el reencuentro se habló de "sorpresa", y también de "milagro.

La madre biológica de Martín, Marcela Molfino, nació en 1952, en la ciudad de Buenos Aires, en el seno de una familia de clase media. Ella fue parte de la generación que experimentó un proceso de acelerada radicalización política a fines de los años '60. Como estudiante de la carrera de Filosofía y Letras conoció a Guillermo Amarilla, dos años mayor que ella.

Se casaron. Vino el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976. La desaparición forzada de personas se convirtió entonces en un hecho cotidiano. Amarilla fue capturado por un grupo de militares cuando le faltaban cinco materias para licenciarse de economista. Su esposa aguardaba el cuarto hijo, el mismo que las Abuelas recuperaron.

"A Marcela la secuestraron en su casa. Veinte días antes, una de mis hermanas la vio pero no le dijo nada de que estuviera embarazada", dijo uno de los tíos de Martín, Guillermo Molfino.

La presidenta de las Abuelas, Estela de Carlotto, reveló que Martín se interesó por su identidad a partir de algunos datos que le llamaron la atención y que, en rigor, son coincidentes con muchas otras historias de hijos de desaparecidos: su raptor integraba el servicio de inteligencia del ejército. Y, curiosamente, en el acta de nacimiento figura la unidad militar Campo de Mayo como el lugar del parto. Nadie le había dicho que era adoptado.

Fue así que el nieto recuperado 98 concurrió por su cuenta a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi). El primer cruce de datos genéticos fue negativo. Pero la Conadi y las Abuelas encontraron un "arrepentido" y este informó que una mujer había dado a luz en Campo de Mayo alrededor de la probable fecha de nacimiento de Martín. Otro testimonio proveniente de España permitió sacar conclusiones más precisas.

No deja de ser una paradoja de la historia el hecho de que Martín pudiera saber toda la verdad en momentos que son juzgados por graves violaciones a los derechos humanos los jerarcas que manejaban ese enorme cuartel del Ejército levantado en la periferia bonaerense.

Un mes atrás, las Abuelas convocaron a las dos familias de Martín para estar a su disposición cuando el juez diera a conocer su verdadera identidad y le preguntara si quería conocer a los hermanos de sus padres desaparecidos. Ese encuentro tuvo lugar recientemente.

El caso Amarilla Molfino se conoce cuando el Congreso intenta reglamentar la extracción de sangre como procedimiento para realizar una prueba de ADN, frente a situaciones en las que se busca determinar si un joven es hijo de desaparecidos.

El proyecto contempla a su vez la realización de allanamientos a los domicilios de las víctimas para incautar cepillos de dientes, peines o ropa íntima que les permita acceder al patrón genético para luego obtener su verdadera filiación. Esta iniciativa ha sido criticada por sectores de la oposición.

Manuel Gonçalves, otro nieto encontrado por Abuelas, considera que el proyecto de extracción compulsiva de ADN es "la solución para resolver un delito gravísimo".

A partir de esta historia, Martín ha descubierto que su abuela materna, Noemí Esther Gianetto de Molfino, es una "abuela-mártir", tal como la definió el secretario de Derechos Humanos de Argentina, Eduardo Luis Duhalde.

La mujer fue secuestrada en Perú en junio de 1980 y asesinada en Madrid, meses más tarde, por integrantes de un batallón de inteligencia del ejército argentino "en una de las operaciones criminales en el exterior del Estado terrorista argentino", dijo Duhalde.

Por iniciativa de las Abuelas de Plaza de Mayo, unos 3.300 jóvenes argentinos acudieron a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) para investigar su procedencia, debido a que se calcula que unos 500 bebés fueron robados a sus padres durante la dictadura militar.