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El Tiempo pasa, el dolor sigue presente, nosotros también


Mensaje del Embajador del Estado de Israel en Argentina, Daniel Gazit, con motivo de la conmemoración de los 18 años del Atentado a la Embajada de Israel en Buenos Aires.


Este año se cumplen 18 años del atentado a la Embajada de Israel en la Argentina. 18 años de dolor, de incertidumbre, de sufrimientos, de recuperación, de lucha incesante.

El número 18 significa vida en la numerología hebrea.

A veces, en los juegos de números se olvida lo esencial. Hablamos de 29 víctimas mortales, casi 300 civiles heridos... un gran número, pero los números no son lo más importante. Cada vida que la mano asesina truncó es, según nuestra tradición, un número entero. Un mundo de vida, de amor, de familiares, de niños y niñas, de esperanzas y deseos no cumplidos. Un mundo de amigos y de gente que los quiere.

El 17 de marzo, no sólo recordamos a las víctimas mortales sino que además compartimos el dolor junto a sus seres queridos. Y porque la vida debe continuar, vivimos para mantener viva su memoria. Vivimos porque la vida es sagrada y exigimos que se respete este derecho, el derecho a la vida.

Repudiamos a todos los que santifican la muerte, que invocan a un falso Dios para justificar la muerte, el asesinato, el suicidio. A diferencia de quienes promueven ese mensaje, creemos que Dios es vida, Dios es amor, cualquiera sea su denominación y/o nombre de la religión desde la cual se lo invoque.

Por nosotros, por ellos que ya no están con nosotros. En nombre de ellos, para que preservemos su memoria, continuamos viviendo y luchando por un mundo mejor y sin odios, un mundo de paz.