Sé la historia del nombre spam, sé que ser considerada "basura" es algo no positivo. Rebauticé las siglas en inglés (Spam) al más puro estilo criollo. S-sonsa/o; P- una palabra terminada en uda /udo; A- animal en el mal sentido de la palabra, como se usa en el barrio; M- mulera /o.
Una parte de mi trabajo la realizo en la computadora. Básicamente utilizo el procesador de textos y el correo electrónico, vulgarmente conocido como mail. Luego de varios intentos frustrados de llevarme bien con los representantes de mi servidor de Internet - más parezco su esclava - llegamos a un acuerdo poco razonable para mí. Pero no se puede discutir con gente que responde con un claro - eso sí - binarismo: sí; no y gracias por llamar.

Cuando no funciona me descuentan, 0,50 centavos, mientras yo pierdo paciencia, fe, y trescientas veces 0,50 centavos.

El mundo del "in-servidor" es así, por más que nos apabullen con ofertas, ofertitas y ofertazas. No me quejo, ya me quejé bastante.

Cuando funciona lo recomiendo, cuando no lo hace, juro cambiarlo y estoy segurísima de que lo haré hasta... que se rehabilita de su discapacidad.

Sé que hay mails que no recibo y otros que quisiera no recibir, pero así es la vida digital.

Hace unos años recibí el mail de un amigo donde me avisaba que el enviado por mí tenía un virus. Me sentí ofendida, humillada e infectada.

Le contesté: ¡¡Un virus informático, tan luego a mí!! Antes de decir eso fíjate cómo andamos por casa. Seguro que con las páginas que visitás, tu computadora está llena de troyanos, gusanos, espías y melissas.Cookies, cuando no te instalás por horas en una página condicionada triple XXX.  Me devolvió un poderoso virus "I love you", que pude eludir, gracias a que actualizo mi antivirus cada dos horas.

Esta semana he recibido una noticia que me inquieta, perturba y mortifica. Todo eso junto.Estoy en la lista negra de un servidor - por lo tanto no reciben mis mails - ya que los consideran spam, o sea correo basura. ¿Sin haber leído lo que escribí, ya lo consideran basura? No me imagino qué pasaría si pudieran leerlo.

Además de mujer argentina ahora soy "spammer". Sé la historia del nombre spam, sé que ser considerada "basura" es algo no positivo.

Rebauticé las siglas en inglés (Spam) al más puro estilo criollo. S-sonsa/o; P- una palabra terminada en uda /udo; A- animal en el mal sentido de la palabra, como se usa en el barrio; M- mulera /o.

Tanto recibir de vuelta los mails enviados, por abusadora "spam" que terminás creyéndolo.

En realidad, muy educadamente me llega en inglés, algo que interpreto así: "Su mensaje fue considerado como no solicitado, por lo tanto se lo devolvemos y haga con él lo que le plazca. Pero no nos cuente, porque no sólo no nos interesa, sino que no recibimos correo ba-su-ra. Desde ya nos disculpamos, pero al existir la posibilidad de efectos colaterales en ambos lados - que interpreto emisor- receptor - como es lógico protegemos al que paga más. Cuando usted pueda pagar, lo consideraremos. 

Es horrible, es como ir a una fiesta bien producida porque te llegó la invitación y cuando estás por entrar, dos patovicas te toman de ambos brazos y te depositan en la parada del colectivo, y vos estás con tacos altos. Es una vergüenza ser la "malquerida" de un listado ¿no?

Estos envíos de mensajes no solicitados Spam, generalmente son usados con fines publicitarios. Como si yo me pusiera a vender en la puerta del salón VIP de la fiesta, "protección para que no te sorprenda" o arvejas más baratas que en el supermercado.

Ya no tengo paciencia de hablar con algún Juan Cruz, para que me pase a Shirley que me va a pasar a Loreley quien me informará que el problema es del otro.

¡¡¡Ellos argentinos!!

Yo; mujer, argentina y spammer.

Por suerte hay gente honesta con suficiente "expertise" que te ilustra y se toma la molestia de enviarte un "instructivo"- la palabra ya me da miedo; yo no hice el servicio militar - para subsanar el problema. Sólo que para entenderlo, necesito reposo y un instructivo para leer el primer instructivo de una larga serie, intuyo.

Fuente: Diario El Día de La Plata; Revista Domingo; 25.4.10
 
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