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Enredos y aprendizajes en Facebook

Para demostrar que el año que llevo invertido en Facebook no fue totalmente en vano, me detendré en algunas aplicaciones que utilizo pero sigo sin entender.

¿Cómo cambiar el osito Teddy virtual de regalo por mi cumpleaños, por chocolates o por el brownie con la velita y no por la canasta con flores? No me gusta recibir un bouquet de rosas, sonrisitas y esas pavadas. ¿Y si no me devuelven nada y me quedo pagando algo que envió un amigo?

Es raro eso de encontrarte con gente que no ves hace veinte años, solicita tu amistad y te pregunta: ¿Vos sos esa gordita con granitos de pelo crespo tipo mota, a la que le costaba entender todo lo que la maestra explicaba?

¿Esa gente quiere ser tu amiga o pretende seguir molestándote con sus apreciaciones? En una oportunidad contesté: "Sí, soy yo, la burra del grado. ¿Cómo estás? Algunas cosas cambiaron: llegué a Miss Universo, hablo siete idiomas, tengo un PhD en Harvard y me casé con un banquero. ¡Ah! ... y los próximos quince días estaré desconectada. Nos vamos con mi marido en nuestro velero a las Islas Seychelles. Cuando vuelva tomamos un café, ¿dale?"

Tomar un café en idioma Face, significa que jamás vas a encontrarte con esa persona, aunque lo prometan recíprocamente durante años.

Formar parte

La invitación a unirte a grupos es un tema no tan simple como parece. Una vez que te unís, tenés que contestar mails, hacerte una responsable ciudadana FCBK y apoyar causas derivadas del interés de esos grupos.

Me llegan algunas invitaciones de ésas que no parecen destinadas a mí, por ejemplo: Unite al grupo "Diego, un favor te pido, ponelo a Garce". Me pregunto: ¿Quién es Diego?; o "Soy de las que sabían que Ricky Martin era gay".
Me uní al grupo "Basta de imanes en las heladeras, no se puede abrir la puerta". Tengo algunos puntos en común con esta gente, mi heladera no da más.

No entiendo bien eso de "Dar un toque". En principio voy a aclarar que como mujer, no me gusta que me toquen sin mi consentimiento. Y cuando me tocan, preferiría enterarme y gozar.

Tres personas -hombres- me dieron un toque en 2009. Respondí hace una semana sólo para que desaparecieran para siempre de mi vida Facebook. Desaparecieron durante 24 horas, hasta que me devolvieron el "toque". Hice lo propio y así continuamos.

Después de un año ya sé subir fotos. Cuando alguien escribe ¡Qué bien saliste en la foto! y en el cuadro siguiente pregunta, ¿sos vos?, me salen muchas cosas por la boca, que prefiero no escribir, ya que no sé a quiénes les llega mi mensaje. Y no lo voy a entender.

Ya no me molesta que si Fulanito hasta ayer tenía cinco amigos y a la mañana siguiente tiene setenta y uno, es porque se quedó toda la noche facebookeando. ¡Peor para él! Arrugas y bolsas también quedan mal en los hombres. Yo ya no podría hacer un sacrificio tan grande.

Lo que sí me duele y se nota en mi cara, es cuando FCBK dice "Fulanito es ahora amigo de "X" -una sola persona- y amigo de ¡setenta y ocho más! ¿Esto significa que de un clic sumó setenta y nueve adhesiones o que setenta y nueve personas lo buscaron a él? En este caso, elijo no enterarme. Prefiero continuar en la duda.

El muro, the Wall en inglés. Yo le escribiría al joven creador de Facebook de muro a muro. "Mira Marc, tu invento es fantástico y de verdad te felicito por ser tan creativo y millonario. No es el muro un lugar para lamentarse, lo sé. Sólo me resta aprender las funciones de las distintas aplicaciones pero ¡por favor! no continúes creando nuevos servicios que dificulten mi vida. Si me permites un consejo, Zuckerberg, ése es su apellido, dedícate a invertir el dinero que te has ganado y no quieras arruinar mi futuro. Mira lo que le ha pasado a Zuckerman, el alter ego de Philip Roth, norteamericano como tú, que pese a sus esfuerzos tampoco este año ha ganado el Nobel. Tú ya tienes asegurado tu porvenir económico ¡no te esfuerces más! porque podrías perderlo todo".

A tomar el te 

Una anteúltima observación: Si alguien te invita a tomar el té con scons vía FCBK, es porque de verdad no quiere encontrarse contigo y odia el té y los scons. Es sólo un modo de decir "cumplí con mi parte" y echarte en cara -face- que no has cumplido con la tuya, que es contestar. Hay modos más antiguos -teléfonos varios- pero seguros de asegurarse un té.

La última: Me gusta esta nueva manera de relacionarme con la gente, pero no es sin consecuencias. Por ejemplo, cuando en una suerte de experimento contesté al "¿qué estás pensado?, "en matar a alguien" y un aluvión de 856 personas respondieron "me gusta", esas respuestas no me gustaron. Descubrí que hay que ser muy cauto cuando se suben ideas para que no te las bajen de un "facebookazo" por la cara.

Sigo aprendiendo.

Fuente: Diario El Día de La Plara; Revista Domingo; 24.10.10

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