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Colchón mágico

Evitar verse un tanto avejentada requiere un esfuerzo posible de realizar. Podemos mirar para otro lado, cubrirnos con una capa tipo burka, que sólo deje los ojos al descubierto, o comprar un colchón adecuado para un descanso reparador.

La última posibilidad - el colchón - me fue esgrimida por un vendedor de los mismos. No sin antes ilustrarme que el descubrimiento de todos los descubrimientos no había sido ni la rueda, ni el fuego y esos ejemplos clásicos que nos enseñan los manuales de historia. No, según él, después del invento de la cama vino en orden de importancia, el colchón que me quería vender.

- Cada uno otorga un valor desmedido a lo que vende, aseguré.

- ¿Usted qué valor le da a verse veinte años más joven? O treinta.

- El máximo. El supra, el imposible.

Y el hombre arremetió con una lógica argumentativa que más lo hacía parecer un filósofo pre, post o neo socrático. Para el filósofo griego el ser humano es un ser imperfecto que necesita aprender, mejorar, buscar la perfección. Para el vendedor se sumaba la perfección en el dormir. Poco a poco, a través de sus preguntas, - método mayeútico - me fue llevando a descubrir nuevas ventajas de la posición horizontal en un colchón más que conveniente, mágico.

- Todo eso que se dice por ahí, que las cremas prometen el control del envejecimiento de la piel, de la pérdida de la elasticidad y las arrugas finas son puro cuento, es más, son fábulas cuya moraleja es…

- Ya sé, dormir sobre un buen colchón como este, de alta densidad y sin resortes.

- Usted aprende más rápido de lo que dice su aspecto… cansado.

- Por no usar el colchón - devolví.- ¿Y qué me dice de la levadura de cerveza? retruqué. Se dice que ayuda a prevenir el cansancio físico y a mejorar el aspecto de la piel, y es además, mucho más barato que el colchón.

- Son cuentos chinos. No sirven.

- Sin embargo los chinos inventaron la pólvora y de ahí viene el Ginko Biloba, que es muy saludable.

- Será saludable pero yo le digo ¡Chau! Fíjese cómo duermen los chinos, todos apelmazaditos. ¿Y vio cómo tienen los ojos? Eso ojos rasgados se debe a que no los pueden abrir. Y no los pueden abrir porque siempre tienen sueño y esto porque no descansan bien.

- ¿El colchón que me ofrece deja la cara como la toxina botulínica, entonces?

- Mucho mejor. Además el bótox es, según nuestro punto de vista, una censura a la libertad de expresión… facial. Y esta casa está en contra de toda censura.

La teoría del vendedor parecía atinada. Si dormís y descansás como un langostino, - ¿vieron que tiene esa forma doblada hacia abajo, depende de dónde lo mires? - es seguro que no vas a relajarte, por no reposar bien y vas a levantarte con la cara plisada.

- ¿Usted se da cuenta de que al ubicar sus cervicales, dorsales, lumbares y el sacro coxígeo en un buen soporte como el que le ofrezco, usted descansa y como si fuera poco, sus sueños serán transparentes? No digo que no vaya a soñar con hechos traumáticos tales como matar a su pareja o que su pareja la mate a usted. Digo transparentes. Si sueña eso es porque efectivamente usted y su pareja tratan de matarse mutuamente y por ahora no lo han conseguido. Voy por más, mire, si usted se siente el último orejón del tarro, este colchón logrará que se sienta el antepenúltimo orejón del mismo tarro. Dígame si eso ya no es un avance en la ciencia del colchón. Entienda la magnífica relación costo beneficio. Usted gasta un dinero importante, efectivamente, pero se lo ahorra en psicoanalista. ¿No dicen acaso que «el sueño es la vía regia de acceso al inconsciente?». Bueno, este colchón es un exocet, un misil de acceso a esa escena desconocida por el sujeto como lo es el inconsciente. Nada de vías, que sabemos cómo están en países en vías… de desarrollo.

- Hábleme de las medidas, por favor.

- Si usted tiene novio, amantes o algo con lo que duerme al lado, le recomiendo una medida King de dos plazas y media. Se va a sentir a sus anchas. Si no tiene ni vislumbra la posibilidad de tener novio, pareja o un perro que la acompañe, lo mejor será una medida Queen, se va a sentir menos sola.

- Mándeme tres colchones iguales a mi casa.

Soy capaz de dormir sobre tres colchones con tal de prevenir verme como aún no me veo.

Fuente: Diario El Día de La Plata; Revista Domingo; 17.3.13

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