Cannot get Tel Aviv location id in module mod_sp_weather. Please also make sure that you have inserted city name.

Cuestionario de Proust

Existen revistas - Vanity Fair, Selecciones o New Yorker - que desde sus comienzos marcaron un rumbo nuevo a las ya existentes. En la primera de las nombradas aún permanece una de sus secciones famosas: El cuestionario de Proust. Lleva ese nombre porque el escritor fue el primero que respondió a estas preguntas, no porque lo haya imaginado él. Ya había perdido demasiado tiempo en frecuentar el café society de su época, aunque se entretuvo con parodias como El caso Lemoine, donde escribe a la manera de Flaubert o Balzac, entre otros, la estafa realizada por el señor Lemoine a una compañía dedicada a la explotación de minas de diamantes. Luego, casi como para salvaguardar su vida - era un hombre enfermizo - se dedicó a escribir seriamente.

Quien al parecer lo puso de moda como un juego de salón entre los burgueses ociosos y novelistas, fue la hija del presidente francés Fauré, en el siglo XIX. Proust lo contestó dos veces: a los catorce y cuando ya era un señorito entrado en años.

El cuestionario ofrece lo que ahora llamaríamos un perfil del consultado. Como el de Facebook, pero con treinta preguntas. Cuando al escritor le preguntaron ¿Cuál es el colmo de la desdicha? contestó:- Estar separado de mi madre. ¿La cualidad que desea en un hombre?: - Los encantos femeninos. ¿Quién le hubiera gustado ser?: - Plinio, el joven. O sea, da una idea del sujeto a quién se entrevista, siempre y cuando no mienta demasiado.

Y éste es el punto al que quiero llegar, más allá del cuestionario que, como herramienta para armar un personaje para un guión, un texto literario o como sección en un medio, es por demás útil. Porque desde que fue creado hasta nuestra época ha pasado mucho lodo, agua o lo que quieras poner. Últimamente escucho decir «remar en dulce de leche», algo espeso pero dulce, difícil de atravesar a remo.

Lo cierto es que la gente en general se ha vuelto más pícara, un poco porque todos lo son y otro poco porque la ingenuidad pasó de moda. Todos somos un tanto más recios. Claro que se puede ser recio y necio a la vez. Se ha aprendido a mentir o al menos a obviar o camuflar datos. De otro modo ¿por qué será que abundan perfiles falsos en Fake book, donde Fake significa «trucho» en inglés?

Personalmente, administraría el mencionado cuestionario junto con una declaración jurada de decir la verdad y sólo la verdad tanto como sea posible. Y no porque piense que no se pueda cambiar de parecer a lo largo de los años. Sólo que al menos se debería tener memoria de lo dicho.

Veo a Fellini en uno de los reportajes de Televisión Española realizado por el periodista Serrano. Este le hace una pregunta tomando una afirmación anterior del cineasta.

Fellini pregunta - ¿Eso dije yo?- Sí, afirma en entrevistador.

El director arremete con un - Bueno, soy un gran mentiroso. A Fellini se lo perdona porque tiene una obra magistral. La literatura, el cine y el arte en general necesitan de grandes embaucadores que nos hagan creer por un rato, que existe otra realidad, además de la que nos acompaña codo a codo como hermana siamesa en la vida real.

En cambio, cuando le preguntan, tal como efectivamente se ve por televisión, a una vedette en leve ascenso si salió con X, quien lo aseguró en una entrevista anterior y dice no conocer al sujeto, o cuando desean conocer su opinión respecto de la Selección argentina y del fallo del juez Griesa, ahí en ése momento siento que me están tomando el pelo. Y claro, me disgusta. Por parecer fina y elegante. Y mirá que le pongo fichas a la caja boba, aún reconociendo que lo es.

Cuando a Bolaño le preguntaron, siempre según el cuestionario, en qué ocasiones mentía contestó que cada vez que hablaba de pintura abstracta y de poesía metafísica. La misma pregunta respondida por ciertas efímeras luminarias televisivas debería ser respondida «cada vez que estoy en la tele».

Fuente: Diario El Día de La Plata; Revista Domingo; 10.8.14

Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.