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Mister X

Sr. Director

Ser espía es uno de los oficios más antiguos del mundo. ¿Quién no está detrás de los secretos de sus enemigos y hasta de sus amigos? ¿Por qué entonces hay tanto ruido por algo que ya se habia publicado en Australia tiempo atrás?

Ben Zygier nació en Melbourne, donde su padre era muy activo en distintas organizaciones judías locales. Estudió en escuelas judías y durante su tiempo libre participaba en actividades del movimiento juvenil sionista Hashomer Hatzair.

Zygier emigró a Israel cuando tenía 23 años, hizo el servicio militar y más tarde entró al Mossad.

Lo que se publicó en los últimos días en la prensa australiana indica que Zygier realizaba tareas en Irán, donde varios científicos fueron asesinados, a resguardo de su pasaporte australiano y con la pantalla de una empresa europea dispuesta a negociar con Teherán la venta de productos de alta tecnología destinados a centrales nucleares.

Zygier, o Mister X, o como quiera que se llame, este vivo o muerto, cumplió su deber como judío sionista y no es el único ni el último que hizo lo que había que hacer, porque Israel está en guerra, y en la guerra casi todo es válido.

No dudo que otros países cooperen en nuestra lucha contra el terrorismo internacional, que es enemigo del mundo occidental civilizado.

Naciones como Irlanda, Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda o Estados Unidos saben perfectamente que el Mossad utiliza pasaportes falsos para operar en Estados enemigos. Cuando sale a la luz una cuestión como esta, lo que ocurre periódicamente, ellos «protestan seriamente», aunque en realidad no hacen nada para evitarlo. De hecho, son los principales aliados de Israel.

La televisión israelí informó que Zygier tenía varios pasaportes legales de Australia con distintos nombres que usaba en sus operaciones en Oriente Medio. ¿Es posible que Australia no supiera que el Mossad estaba usando esos pasaportes? La respuesta más razonable es que allí conocían perfectamente sus actividades. Es más, los países enemigos de Israel también saben que los ciudadanos de las nacionalidades citadas pueden ser espías israelíes.

La  historia de Zygier ya era conocida en Australia y nadie comentó nada hasta que dos diputados israelíes, uno árabe, Ahmed Tibi, y otra de Meretz, Zehava Gal-On, pusieron la boca en el trombón secundados por el diario Haaretz.

¿Será porque es más creíble? Como la gran mayoría por estos lados son diplomados en la Universidad de los Tenebrosos, hay que tomar todo con pinzas.

Por lo menos va ser un buen argumento para Hollywood. Siempre hay que ver el lado positivo de las cosas. Sería otro Oscar posible para Israel.

No se asusten que todavía falta lo peor.

Atte.

Ricardo Bitelman
Yokneam