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Se equivocaron de enemigo

Estimados amigas y amigos de Israel en línea,

Antes que nada, desde estas tierras lejanas, déjenme felicitarlos por tan buena publicación, la cual veo muy a menudo para actualizarme.

Con respecto a la crisis por el programa nuclear de Irán, luego del encuentro entre Obama y Netanyahu, de haber leído sus discursos, y aprovechando que estamos en Purim, considero de que ya es hora de que alguien ponga en su lugar a esta pandilla de ayatolas.  

Además, las guerras bien hechas estimulan la economía. En Irán deben destruirse instalaciones bélicas de todo tipo, desde bases militares a plantas de energia, puertos y aeropuertos; toodo excepto, claro está, las instalaciones petrolíferas.

Y cuando los hayan mandado 500 años más atrás de lo que están en la historia, para reconstruir el país, no les quedará más remedio que vender petróleo a montones sin cuotas, lo que lógicamente les obligará a bajar el precio.

Tengo la impresión de que los ayatolas y su régimen se equivocaron de enemigo y de opción. De opción, porque la nuclear no la necesitan, tienen más que suficientes medios para obtener energía sin necesidad de recurrir a la atómica que, a estas alturas, ya nadie puede creer que la quieran sólo para uso pacífico.

De enemigo, porque el israelí es un pueblo fuerte, acostumbrado a pelear con uñas y dientes por la supervivencia a la que tienen todo el derecho del mundo, y triunfarán si hay una contienda.

Por lo demás, no hay constancia de que Israel haya dicho alguna vez «¡Vamos a destruír Irán; vamos a borrar a los iraníes del mapa!», mientras que el régimen de los ayatolas declara frases como esa refiriéndose a Israel y sus ciudadanos, a los que odian de un modo irracional.

La trayectoria iraní no deja otro camino que la intervención militar. Israel no puede permitir la existencia de una amenaza de ese tamaño en la misma puerta de su casa.

El paraguas militar anti-misiles «Flecha» es una constancia más de que se está preparando un ataque. Y, como en el caso de cualquier ataque, sólo pedimos dos cosas: que sea rápido y que tenga éxito, ya que evitarlo no está en nuestras manos.

¡Feliz y alegre Purim para todos!

Ana Maizel
Buenos Aires