Sr. Director

Diputados israelíes debatieron si se debe reconocer la matanza de armenios llevado a cabo por los turcos en 1915 como un genocidio, pero el ministerio de Exteriores les advirtió que la resolución podría afectar aún más las relaciones con Turquía.

El tema avivó profundas emociones en Israel. Algunos legisladores sostuvieron que el pueblo judío, que perdió a seis millones de personas en el Holocausto nazi, tiene la obligación moral de identificarse con la tragedia armenia, aún ante el peligro de una represalia turca.

El comité de Educación de la Knéset no tomó ninguna decisión y anunció que realizará otra sesión más adelante; o sea, nunca.

Y aquí aparece el corolario de las tres posibilidades:

1) Hasta hace unos años atrás Israel no reconocía el genocidio armenio para no arruinar las buenas relaciones con Turquía.

2) Desde hace unos años para acá Israel no reconoce el genocidio armenio para no empeorar más las malas relaciones con Turquía

3) Según las dos posibilidades anteriores, Israel nunca reconocerá el genocidio armenio; no porque este no haya ocurrido, sino porque para Israel el único Holocausto que hay que reconocer es el judío.

Y después dicen que quienes critican a Israel son hipócritas. Ahora resulta que nosotros no reconocemos el genocidio armenio porque luchamos por nuestra supervivencia.

¿Dónde quedó nuestro sentido común?

Cordiales saludos.

Ruth Segal
Yavne