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Israel - El único enemigo de Muñoz

Sr. Director,

Desde mi más considerado respeto escribo la opinión que me merece el artículo "Gaza pasa factura a Occidente" publicado en el diario "El País" de España por su corresponsal en Israel, Juán Miguel Muñoz.

De nuevo Muñoz ataca con artillería de grueso calibre y su único enemigo a batir es Israel. Como es habitual en él. Sus obuses nunca alcanzan a Hamás, Haniye o Nasrrallah en el Líbano. Todos sus esfuerzos bélicos llevan la misma dirección de tiro: Israel como Estado y sociedad.

¿De verdad cree Muñoz que la gente se traga a pies juntillas cuanto expone en su artículo? ¿Entiende Muñoz que su argumentario posee alguna credibilidad? ¿Cuánto apoyo recibe Muñoz por sus maliciosos comentarios y cuántas críticas? Es indignante su israelofobia y lo bien pagada que le resulta. El nazismo nunca pagó tan generosamente a cuantos colaboraban tan desinteresadamente en sus objetivos.

Muñoz es recompensado hasta por Israel, del que se beneficia al escribir como lo hace, en su condición de Estado democrático por lo que le permite redactar sus vomitivos libelos desde Jerusalén. Los dardos afilados de Muñoz son lanzados de manera sucia y falaz a sabiendas de que miente, manipula y consuma sus repugnantes artículos sin que nadie le ponga en su debido lugar.

Otra cosa sería si Muñoz tuviera los santos pelendengues de hacer lo mismo desde Gaza o Ramallah poniendo a parir a la Autoridad Palestina o a Hamás; ahí le quisiéramos ver algunos dar la cara con el mismo valor y audacia con que lo hace desde la ventaja de la habitación del hotel israelí y con la seguridad de que nadie va a pedirle cuentas por los atropellos que comete con artículos como el citado arriba.

Es de una vileza y una bajeza suprema lo escrito por Muñoz, es una villanía despreciable y solo es calificable como escrito abyecto y de baja estofa; no describe ni expone nada que pueda resultar agradable o cordial para con Israel. Toda la parafernalia que despliega está al servicio de su odio y aversión antijudía y, aunque lo niegue, rebosa y rebasa todos los límites posibles y decentes. Se ha excedido y sobrepasado más allá de lo sensato y normal, se ha coronado a sí mismo de manera mezquina.

Muñoz no pasará a la historia como alguien brillante, digno de figurar en el "olimpo" del periodismo objetivo, más bien en el de la fabulación y la parcialidad. 

Reitero mis respetos para con usted y su semanario.

Miguel Martín - Zaragoza