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Sin piedad para quien no la tiene

Estimados amigos de Semana,

 

La acción secreta en Dubai que acabó con la vida del terrorista de Hamás, es una muy buena razón para que aquéllos que pretenden alterar los sistemas democráticos piensen dos veces antes de cualquier iniciativa criminal.

 

En esas cuestiones no hay que andarse con diplomacias ni guantes de seda. Se trata de acabar con alguien que mandó asesinar a prisioneros indefensos y que pretendía comprar armas para introducirlas en Gaza y continuar matando intencionalmente a civiles inocentes.

 

No se habla de un individuo con valores morales y principios éticos, sino de alguien que se alimenta de su propia maldad y de su miseria intelectual.

 

No puede haber compasión con el que no la tiene. Esos asesinos deben saber que sus días están contados y que serán constantemente perseguidos aunque se sientan a salvo dentro de sus comunidades y organizaciones.

 

Por lo tanto, lo mejor que pudo sucederle a ese criminal que entró a Dubai con identidad falsa fue pasar a la historia, su bárbara y desgraciada historia. Eso mismo debieron hacer con Hitler antes de que subiera al poder. Sólo pensar lo que la humanidad perdió por no maniobrar de tal manera da escalofríos.

 

Aprovecho la oportunidad para felicitarlos por el nivel de su publicación

 

Afectuosamente,

Adela Mizrahi

México - D.F.