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Ansias de libertad

Amigos de Semana

Hace unos días que llevo la imagen de los dos aviones de guerra libios que aterrizaron en Malta.

Sus pilotos desertaron para no tener que obedecer la orden de Gaddafi de bombardear a la población inocente. Es una de las muchas sorpresas de estas últimas semanas en las que tengo la sensación de que un ansia de libertad recorre el mundo.

Es una sensación muy especial, que empiezo a creer que no podemos limitar exclusivamente a países árabes o musulmanes, sino que va más allá. Si no fuera así, no se explicaría que gobiernos como el cubano o el iraní, entre otros, den tantas muestras de inquietud y aumenten sus métodos represores.

Estas ansias de libertad tiene que ver con factores cuya naturaleza no es sólo regional o cultural. Se trata, además, del nivel de censura y las características socioeconómicas de cada país.

El incremento de la circulación de información en el mundo, gracias a las nuevas tecnologías, hace que censurar resulte cada vez más complicado.

Por otra parte, la pobreza y la injusticia no hacen otra cosa, al conjugarse con este creciente acceso a la información, que actuar como catalizadores de las revueltas.

Dado que acceder a la información es cada vez más fácil y la capacidad censora no es ilimitada, debemos tener la esperanza de que, a la larga, no habrá ninguna dictadura que no acabe estrellándose.

Los saludo cordialmente.

Marcos Chicurel
México D.F.